¿Cuándo cosechar y cómo almacenar el apio nabo?

El apio es una hortaliza sabrosa y muy saludable. Para conservar las raíces el mayor tiempo posible, es fundamental cosecharlas a tiempo. En este artículo, explicaremos cuándo cosechar el apio y cómo conservarlo durante todo el invierno.

tiempos de limpieza

Si esta planta es nueva en tu jardín, probablemente te preguntes cuándo cosechar el apio nabo y cómo hacerlo correctamente. Es importante saber que las raíces comienzan a formarse solo en la segunda mitad del verano, y la mayor parte de la cosecha se da entre finales de agosto y septiembre. Además, los tubérculos necesitan tiempo para madurar; de lo contrario, no tendrán buen sabor y se estropearán rápidamente.

La raíz de apio es muy saludable.

Esto significa que no hay necesidad de apresurar la cosecha de las raíces de apio. La planta tolera bien el frío y las heladas superficiales ligeras, por lo que puede dejarse en la tierra hasta la primera nevada. Sin embargo, exponer los tubérculos a heladas intensas es desaconsejable, ya que incluso una ligera congelación afectará negativamente su sabor y vida útil.

El clima de la región donde se cultiva el apio también influye en el momento de su cosecha. En el sur, los tubérculos pueden permanecer en el jardín hasta mediados de noviembre, pero en climas templados, la cosecha se limita a octubre. Sin embargo, la forma más sencilla de determinar la madurez del apio es observando sus hojas.Si las puntas comienzan a ponerse amarillas, es una señal inequívoca de que la raíz ya no está creciendo y es hora de arrancarla.

Tecnología de cosecha

Una vez que haya decidido cuándo cosechar el apio nabo, elija un día adecuado y planifique la cosecha. Dado que los tubérculos de apio tienen numerosas raíces fibrosas y se encuentran bastante profundos en la tierra, se recomienda desenterrarlos después de la lluvia, pero no inmediatamente, sino al día siguiente, cuando la tierra esté más suelta. Si no llueve, riegue la zona; de lo contrario, las raíces podrían dañarse al desenterrarlas, reduciendo significativamente su vida útil.

raíz de apio madura

La cosecha se puede realizar de una de las siguientes maneras:

  • Utilizando una horquilla de jardín, una pala o un cuchillo grande, levante con cuidado las raíces y saque las plantas a la superficie;
  • Si la tierra está húmeda y suelta, los tubérculos se pueden extraer simplemente sujetándolos por la parte superior.

Tras la cosecha, sacuda la tierra de los tubérculos y, si el tiempo lo permite, déjelos secar en el huerto durante un rato. Luego, recorte las hojas a una altura de 2-3 cm y extiéndalos en un lugar seco y bien ventilado para que se sequen por completo. Las hojas cortadas pueden dejarse en el huerto; se convertirán en un excelente abono durante el invierno.

Las hortalizas de raíz con daños mecánicos leves no son aptas para el almacenamiento a largo plazo; es mejor utilizarlas inmediatamente para el consumo.

Reglas de almacenamiento

El apio se puede conservar fresco.

El apio se puede conservar fresco, congelado o deshidratado. El primer método es sin duda el más beneficioso, ya que las raíces frescas contienen más nutrientes y vitaminas. Para preservar su valor nutricional, debe almacenarse en un lugar fresco, a temperaturas entre 2 y 8 °C. Una despensa o un refrigerador son adecuados para este fin. Una despensa mantiene la temperatura y la humedad óptimas para las hortalizas de raíz, lo que garantiza una mayor vida útil.

Solo los tubérculos sanos e intactos son aptos para el almacenamiento, por lo que deben seleccionarse antes de guardarlos. Las raíces se eligen visualmente, golpeándolas suavemente y presionándolas. Un sonido metálico al golpearlas ligeramente indica huecos en el interior del apio. Si la parte superior de la raíz se hunde, es señal de que empieza a pudrirse. Los tubérculos sanos deben mantenerse firmes al presionarlos, con una superficie lisa, sin cicatrices ni crecimientos de origen desconocido.

A continuación, hay que preparar las raíces seleccionadas. Para conservarlas en el refrigerador, lávelas bien con un cepillo suave, séquelas, envuélvalas en plástico o film transparente y colóquelas en un recipiente para verduras. Para conservarlas en la bodega, simplemente limpie las raíces de las hortalizas de la tierra y recorte las hojas, luego utilice uno de los siguientes métodos:

  • Coloca los tubérculos en una caja con arena húmeda (deben colocarse en una sola capa con los tallos hacia arriba);
  • Sumergir en una mezcla de agua y arcilla, y después de secar, colocar las verduras en hileras;
  • En el sur del país, donde el suelo no se congela en invierno, las hortalizas de raíz se pueden conservar en la tierra colocándolas en capas en una zanja poco profunda y esparciendo cada capa con arena húmeda.

Para su almacenamiento, es necesario cortar las partes superiores.

Para evitar que los tubérculos se pudran, se recomienda añadir un poco de cal o ceniza a la arena. Además, no deje que la arena se seque. El secado y la congelación de las hortalizas de raíz hacen que pierdan la mayor parte de sus propiedades nutricionales durante este proceso y solo es adecuado para el tratamiento térmico.

Ahora ya sabes cuándo cosechar y cómo almacenar los tubérculos de apio, y quizás tu huerto se reponga con esta verdura, incluso si antes no le prestabas atención.

Vídeo: Cosecha de raíz de apio

Este vídeo te enseñará cuándo y cómo cosechar la raíz de apio.

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