Lo que necesitas saber sobre la higiene de las plantas de interior
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El papel de la higiene en la atención general
Todas las plantas de interior crecen en un clima especialmente creado y rara vez están expuestas a las condiciones externas. Por lo tanto, están protegidas de las inclemencias del tiempo. Estas plantas no se ven afectadas por las lluvias intensas, los vientos fuertes, el polvo ni la suciedad.
A pesar de esto, las plantas de interior se contaminan con polvo, que puede obstruir sus estomas, lo que conlleva las siguientes consecuencias negativas:
- trastornos respiratorios y del intercambio de gases;
- ralentizar la evaporación de la humedad de la superficie de la lámina foliar;
- deterioro de la fotosíntesis.
El pelo de las mascotas también puede contaminar las plantas. Por lo tanto, las flores que crecen en los alféizares de las ventanas requieren medidas de higiene adicionales, mientras que sus parientes silvestres se "limpian" por sí solas en la naturaleza.
Las plantas que crecen en la cocina requieren limpieza con especial frecuencia. Esta habitación es considerada la más sucia de la casa debido al proceso casi continuo de cocinar.
Cabe destacar que una higiene adecuada no solo limpia las plantas de impurezas, sino que también las rejuvenece. Por lo tanto, las flores que se "limpian" regularmente deleitan a sus dueños con floraciones más abundantes y hermosas.
Vídeo: Cómo cuidar las plantas de interior
Este vídeo te enseñará cómo cuidar las plantas de interior para que no enfermen.
Procedimientos de higiene
Existen diversos métodos para limpiar plantas de interior, cada uno con sus propias características. Analizaremos cada uno con más detalle.
limpieza en seco
La limpieza en seco suele preceder a la limpieza en húmedo. Sin embargo, si es necesario, las plantas pueden sobrevivir un tiempo solo con este método. Tanto la limpieza en seco como la húmeda son esenciales para las especies que producen hojas plegadas y pubescentes. Los cactus también se incluyen en esta categoría.
La limpieza en seco debe preceder a la limpieza en húmedo, ya que, al mojarse, el polvo se convierte en grumos pegajosos y sucios muy difíciles de eliminar incluso con un lavado minucioso. Además, la suciedad en la superficie de la hoja dificulta una limpieza a fondo.
Este tipo de limpieza se realiza con un cepillo. Su suavidad permite eliminar eficazmente la suciedad seca, evitando dañar las hojas y otros residuos.
Pulverización
Todas las especies que requieren humedad responden bien a la pulverización. Las variedades de crecimiento rápido y las que están en la fase de brotación responden especialmente bien. Una ligera pulverización tibia puede acelerar la brotación, estimulando la formación no solo de yemas, sino también de nuevos brotes. La única excepción son las plantas que producen hojas pubescentes.
Este procedimiento debe realizarse exclusivamente con agua blanda y sedimentada. Si se usa agua dura, se formarán manchas de cal en las plantas una vez que se seque la humedad. Estas manchas no solo afean la flor, sino que también obstruyen sus poros. La pulverización debe realizarse con un pulverizador. Evite el contacto con los capullos.
limpieza en húmedo
Esto se utiliza si la flor está muy sucia. Las hojas deben lavarse con agua jabonosa. Este procedimiento también constituye una excelente medida preventiva contra diversas plagas y microorganismos patógenos.
Las hojas se lavan primero con agua jabonosa y luego se enjuagan con agua limpia. Asegúrese de que la solución jabonosa no entre en contacto con la tierra.
Tiempo y frecuencia
Durante los meses más cálidos, se recomienda realizar la limpieza cada 14 días (o con mayor frecuencia si es necesario). En invierno, se puede omitir por completo. La única excepción son las variedades tropicales. La limpieza se realiza mejor por la tarde, después del riego, o temprano por la mañana, antes de que los primeros rayos de sol incidan sobre la maceta.
Al realizar correctamente los procedimientos de higiene, protegerá sus flores de la suciedad, las plagas y las enfermedades.


