¿Cuándo madura la calabaza y de qué depende?
El tiempo que tardan las calabazas en madurar depende de varios factores: la variedad, la época de siembra, los métodos de cultivo y cuidado, y el clima de la zona donde se cultivan. Las calabazas pueden estar completamente maduras a finales de verano o mediados de otoño.
Las variedades de calabaza más comunes que se cultivan en nuestro país son la nuez moscada, la de cáscara dura y la de fruto grande. Las variedades de cáscara dura maduran antes: se pueden cosechar a finales de agosto, tan solo tres meses después de la siembra. No se recomienda dejar estas variedades en el jardín hasta principios de otoño, ya que se sobremadurarán y su pulpa se ablandará. Las variedades de fruto grande también tardan bastante en madurar, necesitando más de cuatro meses para estar listas.
Para garantizar su conservación a largo plazo, la fruta debe cosecharse antes de las primeras heladas. En climas templados o regiones más frías, la cosecha suele realizarse durante los últimos diez días de septiembre y luego se almacena en un lugar cálido y seco hasta su completa maduración. Las variedades de moscatel son las de maduración más tardía, las más exigentes y las que más calor requieren. Estas calabazas crecen y maduran mejor en el sur, ya que tardan unos 5 meses en estar completamente maduras. En climas más fríos, la fruta se cosecha a principios de otoño, antes de las heladas. Necesita madurar durante varios meses, dependiendo de las condiciones de almacenamiento.
Se puede saber cuándo una calabaza está madura fijándose en las siguientes características que se encuentran en frutos de diferentes variedades:
- La apariencia del tallo es la señal más fiable. En una calabaza completamente madura, el tallo que la conecta se aclara y se vuelve duro y leñoso;
- El color de la corteza cambia: de verde a amarillo o naranja, según la variedad. Sin embargo, es importante recordar que algunas variedades no cambian de color de corteza ni siquiera al madurar completamente. Esto ocurre especialmente con las calabazas de corteza blanca y gris.
- Engrosamiento de la corteza: la corteza se vuelve tan dura que resulta muy difícil dañarla. Además, desarrolla un patrón distintivo característico de cada variedad.
El amarilleamiento y la desecación de las hojas y los tallos también pueden indicar que la calabaza está lista para la cosecha. Sin embargo, no se fíe únicamente de esta señal. Si la calabaza se cultivó en condiciones desfavorables o no se cuidó adecuadamente, los cambios en el follaje podrían deberse a diversas enfermedades o plagas.
En algunos casos, para acelerar la maduración, unas semanas antes de que llegue el frío, conviene reducir al mínimo o eliminar por completo el número de flores con ovarios. Al mismo tiempo, es importante despuntar los brotes jóvenes. Esto redistribuirá los nutrientes, acelerando así la maduración de los frutos existentes y aumentando su tamaño.
Si vives en regiones donde las heladas comienzan temprano, es mejor cultivar calabazas a partir de plántulas.
Las plántulas toleran bien el trasplante y enraízan rápidamente. El periodo de maduración de la calabaza se reduce considerablemente si se planta en la pila de compost del año anterior. El calor de la materia orgánica en descomposición calienta el suelo y favorece el crecimiento.
Vídeo: Cómo cultivar una calabaza gigante
Este vídeo te mostrará cómo cultivar una calabaza gigante.



