¿Qué híbridos de melocotón existen en la naturaleza?
Los cultivadores han trabajado arduamente durante mucho tiempo para desarrollar variedades singulares de esta apreciada fruta. El cruzamiento de varios cultivos es beneficioso, ya que sus frutos son hermosos y deliciosos. Las plantas son muy productivas, autofértiles y resistentes a diversas enfermedades. Por ello, muchos jardineros de todo el país se esfuerzan por cultivarlas en sus jardines.
Analicemos más de cerca las nectarinas de ciruela y manzana, así como la sharafuga y la pecherin.
Algunos expertos consideran a las nectarinas una subespecie de la familia del melocotón, mientras que otros creen que son un híbrido entre la ciruela y el melocotón. Ambas versiones son ciertas en cierta medida. La ciruela es un híbrido de melocotón y ciruela. El fruto resultante está cubierto por una piel fina, lisa y mate. Es redondo y en su interior contiene una pulpa densa, poco jugosa, que se separa fácilmente del hueso. Este híbrido, cruce entre melocotón y ciruela, se diferencia de la manzana en aspecto y sabor.
La nectarina tipo manzana recibe su nombre porque la manzana, tal como la conocemos, se cultivó en lugar de las nectarinas tipo ciruela. Tiene una piel brillante, lisa y rosada. Más pequeña que una ciruela, esta fruta tiene forma alargada. Su interior es jugoso y suave, de un agradable color blanco o crema. Posee un sabor dulce característico con un ligero toque ácido.
Otro híbrido exitoso del apreciado melocotón es el Pecherin. La segunda parte de su nombre proviene de nectarinas. Esta fruta exótica es de gran tamaño y tiene una pulpa jugosa y de color brillante.
Al plantar este cultivo en una parcela, las plántulas deben aislarse, ya que no toleran bien las heladas.
La fruta con el curioso nombre de «sharafuga» es una combinación de ciruela, melocotón y albaricoque. Está cubierta de una piel morada con un matiz lila. Es redonda y, al cortarla y comerla, suelta mucho jugo. Su sabor es dulce y agradable, y el hueso se separa fácilmente de la pulpa.


