Descripción y cultivo de la variedad de cereza ucraniana Chernokorka
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Descripción y características
Los cerezos de Chernokorka son compactos y de porte bajo (hasta 3 metros), generalmente crecen como arbustos con una copa bastante extendida, aplanada y redondeada. Sus ramas son de grosor medio, muy flexibles y péndulas, lo que le confiere a la copa un aspecto ligeramente caído. Esta forma del cerezo facilita enormemente su mantenimiento, poda y cosecha.
Continuando con la descripción de la variedad, cabe destacar que los frutos de Chernokorka son muy sabrosos y visualmente atractivos. Sus grandes bayas (de 4,5 a 5 g), de un intenso color burdeos oscuro, casi negro, con una piel fina y brillante, impresionarán a cualquier amante de las cerezas. Su pulpa es muy jugosa y dulce (9-10,6 % de azúcar) con un ligero toque ácido al final.
El hueso es pequeño y se separa fácilmente de la pulpa, y las bayas están húmedas para facilitar su extracción. Un tallo fuerte, de longitud media, sujeta la fruta firmemente, impidiendo que se caiga incluso cuando está muy madura. Esta fruta tiene múltiples usos: se puede utilizar para elaborar diversos postres y conservas, o consumirse fresca o congelada.
La variedad de cereza Chernokorka es famosa por su excelente rendimiento. Dependiendo de su edad, clima y condiciones meteorológicas, un solo cerezo produce entre 30 y 60 kg de cerezas al año. En cuanto a la maduración, esta variedad se considera de maduración media-tardía. La fruta comienza a madurar a finales de junio y la cosecha se inicia entre principios y mediados de julio. La variedad Chernokorka no es muy precoz. Las primeras cerezas se pueden degustar recién entre cuatro y cinco años después de la plantación.
Las excelentes características varietales permiten que los cerezos se cultiven prácticamente en cualquier clima. Toleran bien las sequías de las regiones meridionales y las bajas temperaturas invernales, pero son muy susceptibles a las enfermedades fúngicas. En veranos particularmente lluviosos, los árboles son propensos a la cocomicosis, que reduce significativamente la producción y provoca que el follaje se seque y caiga prematuramente ya en agosto.
Características del cultivo y la polinización
La primavera se considera la mejor época para plantar árboles jóvenes. Los plantones con raíces cerradas (en macetas o contenedores) se pueden plantar en verano. No se recomienda plantar esta variedad de cerezo en otoño, ya que su sistema radicular pequeño y frágil podría no sobrevivir al invierno en caso de heladas intensas.
La cereza Chernokorka es exigente en cuanto a espacio y luz solar.
En un jardín pequeño, conviene asegurarse de que no haya otros árboles en un radio de 4 m alrededor del cerezo. Lo ideal es que la superficie a cubrir por árbol sea de 12 m² si el cerezo está injertado sobre un portainjerto vigoroso, y de al menos 9 m² si está injertado sobre un portainjerto de tamaño mediano.
El tamaño del hoyo de plantación depende del tamaño del sistema radicular, pero suele ser de 70 a 80 cm de ancho y 60 cm de profundidad. Se coloca una capa de fertilizante (compost, superfosfato, cloruro de potasio) en el fondo del hoyo. Esta se mezcla con la tierra y se cubre ligeramente con tierra vegetal fértil. Los hoyos de plantación deben prepararse un mes antes de la siembra.
Los cerezos Chernokorka son autoestériles; necesitan polinizadores para dar fruto, y esto debe tenerse en cuenta al plantar los plantones. Es preferible que estos polinizadores crezcan cerca, idealmente cerca de cerezos, lo que requiere planificar con antelación para obtener cultivos frutales adecuados. Polinizadores como las cerezas Lyubskaya y Griot, y las cerezas rannyaya Donchanka, Yaroslavna, Aelita y Melitopolskaya son beneficiosos para el rendimiento y la calidad de la fruta. Los siguientes polinizadores no son adecuados para el Chernokorka: las cerezas rannyaya Juneskaya, y las cerezas Shpanka y Podbelskaya.
El cuidado de los cerezos consiste en procedimientos estándar: riego, fertilización y poda de formación. Durante el primer año, los árboles jóvenes necesitan riego frecuente, ya que la sequía puede afectar negativamente su enraizamiento. Los cerezos maduros se riegan solo cuando es necesario: en épocas de calor y una vez al mes, aproximadamente, antes del invierno.
Los fertilizantes se aplican de 2 a 3 veces por temporada.
En primavera, aplique un complejo mineral nitrogenado (urea, superfosfato, fertilizante potásico); en otoño, aplique fósforo y potasio, junto con materia orgánica como humus o compost. Durante toda la temporada, es importante vigilar la zona del tronco: afloje la tierra, elimine las malas hierbas y coloque mantillo. Para el invierno, es recomendable cubrir esta zona con hojas o una capa gruesa de humus y envolver el tronco con un material aislante resistente.
Los cerezos requieren una poda anual para dar forma a su copa. Los árboles frondosos tienden a desarrollar brotes pequeños y basales que les roban muchos nutrientes. La poda regular y la eliminación de estos brotes contribuyen a mejorar la salud del árbol y a crear una copa estéticamente agradable y bien cuidada.
No olvide los tratamientos preventivos contra las enfermedades fúngicas. Rocíe la corona con algún producto antifúngico que contenga cobre en primavera y otoño. Recuerde que un cuidado oportuno y adecuado ayudará a evitar muchos problemas en el cultivo de cerezas y garantizará una buena cosecha.
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