Las principales enfermedades de las cerezas y cómo tratarlas

Para asegurar una buena y abundante cosecha, su huerto requiere cuidados especiales. Esto es particularmente cierto para los árboles frutales, incluyendo los cerezos. Conocer las principales enfermedades del cerezo y sus tratamientos no solo puede salvar su árbol y su cosecha, sino también proteger sus otros cultivos. A continuación, analizaremos en detalle las principales enfermedades del cerezo y proporcionaremos tratamientos específicos.

Cocomicosis

La cereza de fieltro y otras variedades de este cultivo son susceptibles a diversas enfermedades. La más insidiosa es la cocomicosis, causada por el hongo Coccomyces hiemalis. Su desarrollo se ve favorecido por periodos prolongados de humedad con temperaturas entre 20 y 24 grados Celsius.

La enfermedad más insidiosa de las cerezas es la cocomicosis.

Los síntomas de la enfermedad son:

  • la aparición de manchas rojas o marrones en la parte frontal de la hoja;
  • Gradualmente las manchas comienzan a secarse desde el interior;
  • En el reverso de la hoja se desarrolla una capa rosada;
  • Las hojas comienzan a secarse y las ramas quedan desnudas.

Dado que la enfermedad se manifiesta con anomalías en las hojas, muchos consideran la cocomicosis una enfermedad foliar. Sin embargo, debido a la pérdida de la mayor parte de la copa, todo el árbol se ve afectado. Si aparecen estos síntomas, es importante tomar las medidas adecuadas: quemar todas las hojas caídas y rociar el cerezo con caldo bordelés, fungicidas sistémicos o una solución de sulfato ferroso.

Para prevenir el desarrollo de patologías, es necesario organizar procedimientos preventivos cada año para evitar la aparición de parásitos y enfermedades.

Monilosis

La moniliosis (tizón monilial) afecta a los árboles frutales de los Urales, Siberia, Kubán y la región central de la Tierra Negra. Sin embargo, la enfermedad también es común en la región de Moscú. Es causada por el hongo Monilia cinerea. Cabe destacar que la antracnosis del cerezo también es causada por un hongo patógeno.

En el caso de la moniliosis, la planta se ve afectada durante la floración. El inicio de la enfermedad se asemeja a las secuelas de una helada: las hojas se secan y presentan manchas. La reinfección de los árboles se produce a través del fruto, donde las bayas se momifican y se secan.

Para tratarlo, es necesario quemar todas las hojas, el fieltro y los frutos, y también tratar el árbol (cerezo de fieltro o cualquier otra variedad) con agentes especiales: fungicidas que contienen cobre (por ejemplo, "Kuprozan").

Clusterosporiasis

Las enfermedades de los cerezos son muy variadas. La marchitez por Clasterosporium, también causada por un hongo, supone una amenaza importante. Esta enfermedad afecta a las hojas, las flores y los brotes. Inicialmente, el hongo provoca la aparición de manchas marrones que, al secarse por dentro, dejan agujeros redondos. Los cerezos, además, no se desarrollan bien.

El clasterosporium del cerezo afecta a hojas, flores y brotes.

Para salvar el cerezo de fieltro y otras variedades de este árbol frutal, es necesario eliminar todas las hojas caídas (ya que albergan patógenos y plagas) y tratar el árbol con caldo bordelés o un fungicida de acción múltiple. La roya y la mancha marrón se tratan de forma similar.

Costra

Las enfermedades de los cerezos y su manejo consumen mucha energía para los jardineros, ya que son la principal causa de malas cosechas. La sarna del cerezo es una enfermedad bastante común. Cuando la sarna infecta los cerezos, aparecen manchas oscuras en las hojas, que luego comienzan a agrietarse. Los síntomas aparecen inicialmente en las hojas, pero posteriormente, las lesiones también pueden observarse en el fruto. Como resultado, un cerezo infectado producirá una cosecha escasa y de mala calidad.

El tratamiento de la sarna es similar a las intervenciones quirúrgicas que se realizan cuando se detectan signos de enfermedades como la mancha parda y la miniliosis en los cerezos. Sin embargo, según la gravedad de la enfermedad, pueden ser necesarias medidas de control adicionales en cada caso particular. Por lo tanto, siempre es importante conocer el tratamiento más eficaz para cada enfermedad específica.

Gummosis

Otra afección común de las cerezas y guindas es la gomosis. La gomosis es una enfermedad no infecciosa que afecta a los frutales de hueso. Se desarrolla como resultado de quemaduras solares o daños por heladas, una aplicación inadecuada de fertilizantes o daños mecánicos en la corteza. Todos estos factores sirven como puntos de entrada para plagas (orugas, mosquitos, ácaros, etc.) y patógenos que penetran en la madera. En este caso, cada problema se trata por separado, lo que compromete el resultado general.

Debido a la menor resistencia de los cerezos a los factores ambientales adversos, la exudación de resina suele ir acompañada de ataques de plagas (orugas, etc.). Las plagas dejan rastros de su actividad: las hojas se cubren de telarañas (ácaros, orugas, etc.), aparecen agujeros en el limbo foliar y las hojas comienzan a caerse. Si la infestación es grave, el control de plagas resulta ineficaz.

La exudación gingival se produce como consecuencia de quemaduras solares o exposición a las heladas.

La gomosis es una sustancia gomosa que aparece en las ramas y el tronco. Esta sustancia se presenta en forma de gotitas. Si aparecen estas gotitas en el tronco, es necesario un tratamiento inmediato.

La exudación de resina puede ser crónica o aguda. Si no se trata, puede debilitar el árbol y, finalmente, provocar su muerte. Así pues, veamos cómo combatirla.

Para curar la gomosis, es necesario realizar una poda sanitaria y dar forma adecuada a la copa. Todos los daños mecánicos y cortes se tratan con brea. Posteriormente, se inician medidas de control de plagas y enfermedades contra la gomosis. El árbol debe rociarse con una solución de sulfato de cobre. Una mezcla de estiércol y arcilla (en proporción 1:1) es eficaz como remedio casero. La solución resultante se utiliza para sellar las grietas en la corteza.

Como podemos ver, esta enfermedad es bastante difícil de controlar, por lo que la prevención es fundamental. Al fin y al cabo, las plagas y enfermedades son la principal amenaza para su jardín. Recuerde que las plagas del cerezo son la principal amenaza y deben controlarse lo antes posible. El control de plagas del cerezo es más eficaz en primavera.

Medidas preventivas

El cuidado de los cerezos en primavera y otoño implica el control de plagas y enfermedades. La mejor solución es implementar medidas preventivas, que incluyen diversas técnicas:

  • Recogida y posterior quema de restos vegetales (fieltro, hojas, ramas, etc.). Estos pueden albergar parásitos (como orugas) o patógenos;
  • realizar poda sanitaria;
  • blanqueamiento del tronco;
  • cavar la tierra;
  • Implementación de todas las prácticas agrícolas necesarias para el cuidado de los árboles;
  • Fumigación preventiva con agentes contra plagas y enfermedades.

Para lograr la máxima eficacia, los tratamientos preventivos deben realizarse varias veces durante la temporada. Lo ideal es aplicarlos en primavera, verano y otoño. De esta manera, podrá proteger sus plantas durante toda la temporada de crecimiento.

Fumigación preventiva con agentes para el control de plagas y enfermedades

Las medidas preventivas contra parásitos y enfermedades descritas anteriormente son mucho más fáciles y sencillas de llevar a cabo. Al fin y al cabo, una lucha a gran escala contra ellos requiere mucho más esfuerzo, tiempo y dinero.

Saber qué afecta a las cerezas de fieltro y a otros tipos de cerezas puede ayudar a prevenir enfermedades y plagas, lo que le permitirá cosechar abundantes cosechas de alta calidad durante los próximos años.

Vídeo "Enfermedades de la cereza"

Al ver este vídeo, aprenderá sobre las principales enfermedades de los cerezos, su tratamiento y prevención.

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