Cuidado de las vides jóvenes durante el primer año de plantación
Contenido
Lo que necesitas saber sobre el cultivo en el primer año
El primer año tras la plantación es crucial para la planta, ya que determina su desarrollo y la abundancia de la cosecha. Durante este periodo, la planta es muy sensible, por lo que es necesario proporcionarle todas las condiciones necesarias. El objetivo principal del cuidado de las vides jóvenes es desarrollar brotes fuertes y resistentes, asegurando así un crecimiento sin problemas durante muchos años.
El cuidado de los plantones de vid durante el primer año implica fortalecerlos y estimular su crecimiento. Por eso, durante este periodo se evita podar o despuntar. En su lugar, concéntrese en regar a tiempo, aflojar la tierra y recortar. Además, recuerde proteger la planta de las heladas, las enfermedades y los insectos.
Cuidados durante el primer año después de la siembra
Como mencionamos anteriormente, el cuidado de la vid durante el primer año después de la plantación consta de varios procedimientos: riego, aflojamiento del suelo y aporcado. Analicemos cada uno con más detalle. Riego. La vid requiere mucha humedad durante el primer año, por lo que el riego debe ser frecuente y abundante. La planta debe mantenerse constantemente húmeda; el suelo no debe secarse a una profundidad de 70 cm.
Por lo general, espere de 10 a 15 días después de plantar y riegue la planta. El segundo riego se realiza aproximadamente de 2 a 3 semanas después (aunque puede hacerse antes si la tierra se ha secado rápidamente debido al calor). Riegue las plántulas con agua tibia que haya reposado durante al menos unos días.
El procedimiento se realiza mejor por la tarde/noche. En verano, se puede combinar el riego con el abono, pero con cuidado de no excederse. Es fundamental aflojar la tierra, ya que de lo contrario se formará una fina costra que impedirá que las raíces reciban suficiente oxígeno. Este procedimiento debe realizarse después de cada riego y después de la lluvia. Tenga mucho cuidado y utilice una espátula de alambre especial para evitar dañar el sistema radicular de la planta.
Poda. Este procedimiento consiste en eliminar la parte superior del sistema radicular y el portainjerto. Se realiza para que las raíces de la vid penetren más profundamente en el suelo, lo que a su vez mejorará la resistencia de la planta a las heladas. Debe realizarse entre finales de junio y principios de agosto.
Cava un hoyo de unos 25 cm de profundidad alrededor del tronco y poda las raíces superiores. Al hacerlo una segunda vez, no llenes el hoyo por completo; deja unos 10 cm. Cuando los brotes crezcan demasiado, puedes podarlos. También se recomienda atarlos a estacas a medida que crecen para evitar que se rompan con el viento.
Cómo preparar un arbusto para el invierno
En el año de la siembra, es necesario prestar especial atención al primer invierno de la planta y asegurar su éxito.
Recuerda que las vides son plantas que adoran el calor y, por lo tanto, son sensibles a las heladas. A finales de agosto, asegúrate de aplicar fertilizante mineral para asegurar la energía de la planta. Después de que las vides hayan absorbido los nutrientes durante algunas semanas, cava bien la tierra (incluso entre las hileras), espera a que las hojas se hayan caído por completo y luego cubre los brotes jóvenes. Dependiendo de las condiciones climáticas, la excavación debe realizarse en septiembre u octubre.
Para cubrir las vides, cava una zanja separada (de unos 30 cm de profundidad) para cada arbusto. Ata con cuerda los brotes que hayan crecido durante el verano y colócalos con cuidado en la zanja. Antes de esto, asegúrate de eliminar todos los brotes débiles. Cubre las vides con tierra, generalmente a una profundidad de 25 a 35 cm, dependiendo de la intensidad del invierno en tu región.
Además, si no desea cubrir los brotes con tierra, utilice cualquier otro material que proteja eficazmente las vides del frío. Puede usar fieltro asfáltico, lona o bolsas de plástico comunes. El objetivo principal del refugio invernal es evitar que la nieve llegue a las raíces de la vid, por lo que cualquier material que cumpla esta función servirá.
También es importante recordar que, con la llegada de la primavera, no conviene retirar la cubierta de la planta (ni la capa de tierra) de inmediato. Las heladas primaverales pueden echar a perder todo el trabajo previo y destruir los brotes. Por lo tanto, espere hasta abril, cuando ya no haya fluctuaciones bruscas de temperatura ni olas de frío, y entonces podrá retirar la cubierta con tranquilidad.
control de plagas y enfermedades
El último punto a mencionar es la protección de su mascota contra enfermedades e insectos dañinos. Los riesgos son bastante altos, ya que los brotes son muy débiles durante el primer año y pueden ser presa fácil. Por ejemplo, los pulgones, los ácaros y las polillas de la vid se alimentan con frecuencia de hojas y brotes. El sulfato de cobre, así como productos como Raek y Chlorophos, han demostrado ser eficaces para controlarlos. Si prefiere no usar productos químicos, una solución jabonosa (una pastilla de jabón para ropa disuelta en un cubo de agua) rociada sobre los brotes también funcionará.
Las enfermedades fúngicas son las más comunes. Se pueden controlar con caldo bordelés y diversos fungicidas. Si se opta por el caldo bordelés, el primer tratamiento debe realizarse con una solución al 5 % y el segundo con una solución al 1 % (no más tarde de un mes después de las primeras lluvias). Los tratamientos preventivos suelen llevarse a cabo en primavera, antes de que broten las primeras hojas.
Vídeo: Cuidado de las uvas jóvenes
En este vídeo escucharás consejos útiles sobre el cuidado de las uvas.





