Reglas para la poda de la vid en otoño para principiantes
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Lo que necesitas saber sobre la poda de otoño
Durante el primer año, la vid no suele podarse a menos que presente deformaciones evidentes. Lo mejor es simplemente atar los brotes que hayan crecido demasiado. El modelado de la copa comienza en el segundo año.
Existen dos métodos de poda: en abanico y estándar.La copa en forma de abanico facilita la protección invernal, por lo que se utiliza con mayor frecuencia en las latitudes septentrionales y templadas de Rusia y Bielorrusia. Consiste en formar varias ramas que crecen verticalmente con respecto al tronco principal, creando una estructura en forma de abanico.
Las vides estándar requieren el desarrollo de un tronco principal fuerte y alto. Son aptas tanto para viñedos cubiertos como descubiertos en regiones del sur. La pregunta "¿Cómo podar las uvas correctamente?" puede resultar intimidante para los viticultores principiantes. Sin embargo, cualquier diagrama de poda se puede encontrar en línea, con imágenes que muestran claramente todos los pasos.
Cómo elegir el momento adecuado
Los viticultores experimentados realizan la poda de invierno de las vides en dos etapas. La primera, la poda sanitaria, se lleva a cabo después de la vendimia, cuando las hojas comienzan a amarillear. Esta consiste en eliminar los brotes viejos que ya han dado fruto, los chupones y los brotes débiles o enfermos. La segunda etapa, que da forma o mantiene la copa deseada, se realiza, en promedio, dos semanas después de la caída de las hojas.
Al utilizar el método de cobertura, la poda de otoño y la cobertura invernal deben realizarse casi consecutivamente. Es preferible un clima relativamente cálido, ya que las temperaturas inferiores a -5 °C pueden provocar la rotura de las vides. Algunos expertos recomiendan podar después de la primera helada. Esto permitirá identificar los brotes débiles que, de todos modos, se destruirán con el frío invernal.
Instrucciones paso a paso
La forma en que podas tus vides para el invierno afecta a muchas cosas: el rendimiento, el tamaño de la baya e incluso la resistencia de la planta a las heladas.
A primera vista, podar la vid en otoño puede parecer difícil para los principiantes, pero siguiendo el plan y las pautas elegidas, se pueden obtener excelentes resultados. La poda de la vid joven consiste en eliminar los brotes sobrantes según el patrón de crecimiento seleccionado. Veamos el método de abanico, el más popular.
En el segundo año de cultivo, inspeccione la plántula e identifique los dos brotes más fuertes. Pode el brote inferior dejando al menos dos yemas. Los 1-3 restantes pueden utilizarse como reservas.
Si todas las plantas sobreviven, en primavera se dejan los dos brotes más grandes y se despuntan los demás. El segundo brote (el superior) debe tener entre 3 y 5 yemas, además de algunas más para uso posterior. Todos los demás brotes se eliminan por completo.
En el tercer año, brotan nuevos tallos. Estos se podan, dejando dos de los más fuertes en cada uno. El tallo inferior se acorta hasta la segunda yema (llamado rama de reemplazo), y el superior hasta la séptima u octava. Una rama de reemplazo siempre tiene al menos dos yemas: una se convierte en un tallo fructífero, que dará lugar a una vid frutal; la otra se convierte en una rama de reemplazo, que producirá nuevos tallos fuertes. En otoño, los tallos fructíferos se eliminan por completo, dejando dos tallos fuertes en las ramas de reemplazo. Uno de estos dará fruto, y el otro, podado a dos yemas, se convertirá en una nueva rama de reemplazo. El ciclo se repite continuamente.
Según la variedad, el tamaño del viñedo y otras condiciones, puede quedar mayor número de brotes. En cualquier caso, conviene dejar una reserva de yemas. La poda puede rejuvenecer la planta si la producción disminuye drásticamente.
Para ello, pode completamente la copa y excave el tronco hasta una profundidad de 15 cm. Luego, corte el tronco a una profundidad de 10 cm y haga varias incisiones en los 5 cm restantes. Selle las zonas cortadas con arcilla y cúbralas con tierra. En primavera, la planta producirá nuevos brotes, que se pueden utilizar para formar un nuevo arbusto.
Si tiene un viñedo sin podar, debe acondicionarlo de la siguiente manera: a principios de septiembre, pode todos los brotes jóvenes que crecen en las ramas viejas hasta 50 cm del suelo, acorte los brotes restantes un 10 % y elimine los brotes laterales. Después de la caída de las hojas, seleccione los dos brotes más desarrollados a una altura de 50-80 cm, de los cuales, utilizando el método de poda estándar, forme un brote de reemplazo (que debe conservar de 2 a 4 yemas) y una vid fructífera (de 5 a 12 yemas). A continuación, continúe la poda según el método general.
En otoño, las vides se podan con tijeras de podar (si tienen menos de 3 cm de grosor) o con una sierra de dientes finos (si son más gruesas). Las herramientas deben estar afiladas, ya que los cortes irregulares o aplastados pueden provocar infecciones o debilitar la planta.
Se recomienda realizar cortes en un ángulo de 45° hacia el interior del arbusto. Finalmente, es necesario cubrir la planta: retire las ramas restantes del enrejado, colóquelas en la dirección del crecimiento de la enredadera y fíjelas al suelo. Cúbralas con una lona o un plástico grueso para protegerlas del frío.
Ventajas e inconvenientes de la poda en otoño
La poda de la vid en otoño presenta varias ventajas. En primer lugar, facilita considerablemente la preparación de la planta para el invierno; sin ella, la copa podría no caber bajo ciertos tipos de cubierta. En segundo lugar, los tallos podados en primavera pueden exudar savia en exceso, lo que a veces reduce la cosecha e incluso puede provocar la muerte de la planta.
Por la misma razón, durante el verano, las vides solo pueden ser despuntadas, pinzadas y podadas. La poda propiamente dicha no está permitida en esta época. En otoño, el flujo de savia cesa y las heridas cicatrizan mucho más rápido. Además, la poda otoñal estimula la brotación temprana en la primavera siguiente. En consecuencia, esto acelera la maduración de la uva, lo cual es especialmente importante en regiones frías.
Entre las desventajas se encuentra la posibilidad de heladas en la zona de corte si la poda se realiza a finales de otoño. Esto provoca que la parte superior del brote se seque. Además, el desarrollo temprano de las yemas puede verse comprometido si vuelven las heladas.
Vídeo: "Poda de otoño de la vid"
Este vídeo te mostrará cómo podar correctamente las vides en otoño.





