7 secretos clave para el cultivo exitoso de la uva
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Seleccionar un lugar para plantar
La vid no es un cultivo que pueda plantarse en cualquier sitio. Se recomienda un lugar tranquilo y soleado, protegido de corrientes de aire y vientos fríos. Una zona cercana a edificios es ideal para su cultivo, ya que proporciona calor adicional por la noche y la resguarda del viento. Una ladera orientada al sur también es una buena opción. No se recomienda plantar vides cerca de árboles u otras plantas altas: en primer lugar, la uva madurará mal a la sombra; en segundo lugar, carecerá de nutrientes minerales.
A veces, los jardineros cultivan viñas a lo largo del camino; esta opción es viable si no disponen de suficiente espacio en su parcela. En este caso, es importante instalar una valla para minimizar la exposición al polvo.
Dado que las uvas tienen un sistema radicular bien desarrollado, que alcanza los 2 m durante el crecimiento de la planta, el agua subterránea debe estar a un nivel accesible.
Seleccionar una variedad regional
No compres plantones de cualquier variedad de uva que te guste. Debes prestar especial atención a este punto, ya que no todas las variedades se adaptan bien a los diferentes climas. Consulta con viveros para averiguar qué variedades prosperan y dan mejor resultado en tu zona. También puedes preguntar a tus vecinos, que llevan años cultivando uvas, qué variedades son resistentes a las plagas. Entre las variedades más fáciles de cultivar y populares se encuentran Lydia, Moldova, Isabella y Arcadia. Pero si lo que se quiere es cultivar uvas para elaborar vino, entonces es mejor prestar atención a variedades técnicas especiales.
Acceso a la luz y modo
La calidad de la futura cosecha depende de la cantidad de calor y luz que reciban las uvas. Por lo tanto, es importante saber cómo plantar la vid correctamente para asegurar que se cumplan estas condiciones básicas.
Plante los arbustos con una separación mínima de un metro entre ellos. Las vides crecen mejor orientadas de norte a sur. Si esto no es posible, necesitará una pantalla reflectante que, además, protegerá del viento.
Presta especial atención al riego; el robusto sistema radicular de la planta es sensible al exceso de humedad. Durante el primer año, requiere un riego intensivo, sobre todo si las altas temperaturas se mantienen durante un periodo prolongado. Utiliza 10 litros de agua por riego. Una vez que el agua se haya absorbido por completo, remueve bien la tierra para que el aire llegue a las raíces.
poda y modelado
Existe un método bastante sencillo para podar y dar forma a las vides, llamado "método Guyo", apto incluso para principiantes. Durante la poda, se dejan tres brotes principales formados durante el año. Uno de ellos se poda corto, dejando tres yemas, y los dos restantes se podan largos, con seis a ocho yemas para la futura fructificación. Al cabo de un año, los brotes largos que ya han dado fruto se eliminan por completo, dejando tres brotes más en la vid corta. Este proceso se repite anualmente.
Conviene recordar que no se debe podar en primavera, ya que la planta está en fase de crecimiento y se produce un flujo activo de savia.
Regulación de cultivos
Una de las preguntas más importantes para los jardineros es cómo cultivar uvas en su jardín para obtener el máximo rendimiento sin dañar la planta. Desafortunadamente, la suposición de que cuantos más brotes se dejen, más uvas se cosecharán, es errónea. La planta no puede soportar el enorme peso de una vid madura; rápidamente comienza a quebrarse, debilitarse y enfermarse. La longitud y el número de brotes se regulan mediante la poda, pero este procedimiento es muy individualizado para cada variedad. La poda óptima para cualquier variedad es media: cuando quedan entre 30 y 35 yemas en la vid joven.
Con los cuidados adecuados, un solo viñedo puede producir entre 50 y 70 kg de fruta. En algunos casos, se han obtenido cosechas de hasta 100 kg de uvas frescas.
Aplicación racional de fertilizantes
El deseo de obtener una cosecha abundante mediante la fertilización complementaria es perfectamente normal, pero el exceso de fertilizantes minerales debe aplicarse con moderación. Los fertilizantes deben aplicarse en pequeñas dosis y de forma sistemática. En primavera, inmediatamente después de que las uvas se hayan abierto, agregue al suelo minerales que contengan fósforo, nitrógeno y potasio, tras lo cual se recomienda esparcir tierra fértil alrededor del tronco.
Una semana antes de la floración, repita el abonado, pero después riegue abundantemente. El tratamiento final se realiza durante la floración. Es mejor usar un fertilizante completo, adquirido en tiendas especializadas de confianza.
Peligros invisibles
Entre los peligros invisibles se encuentran las plagas y las enfermedades, que son extremadamente difíciles de evitar. Cuando las temperaturas bajen de 15 °C, rocíe la planta cada 10 días. Los fitogenetistas experimentados ofrecen fórmulas contra las enfermedades fúngicas que contienen ingredientes naturales.
Por ejemplo, añade recortes de césped picados a un cubo de agua, luego agrega un vaso de infusión de kombucha y deja reposar la solución durante dos días hasta que se enturbie. Diluye el concentrado con agua en una proporción de 1:7 y rocía las uvas una o dos veces por semana durante la temporada de crecimiento.
Si las vides plantadas tienen mal aspecto o han empezado a amarillear prematuramente, esto indica una falta de micronutrientes.
Vídeo: Cómo cultivar uvas
En este vídeo, un especialista hablará sobre las técnicas de cultivo de la vid.





