Cultivo de la variedad de calabaza resistente al frío Rossiyanka
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Descripción de la variedad
La variedad de calabaza «Rossiyanka» fue descrita por primera vez por el Instituto Panruso de Investigación de Cultivos Hortícolas y Semillas (VNIISSOK) alrededor de la década de 1920. Es una variedad de maduración temprana y resistente a las heladas. Gracias a estas cualidades, las plantas de esta variedad pueden crecer incluso en latitudes septentrionales. Incluso un jardinero sin experiencia puede cultivarla y cuidar sus frutos. Además, esta variedad es resistente a muchas enfermedades, no requiere condiciones de germinación exigentes y produce de forma fiable una cosecha abundante y fructífera.
Características principales
La variedad de calabaza llamada "Rossiyanka" es una variedad de alto rendimiento para uso universal. Los frutos poseen un sabor y unas cualidades comerciales excelentes. El peso promedio de una calabaza cosechada oscila entre dos y cuatro kilogramos. El fruto es ligeramente alargado y redondo, de color naranja intenso. Su piel es lisa. La pulpa es de un naranja intenso, jugosa y de consistencia dulce, con un agradable aroma a melón.
Una hectárea de esta variedad produce aproximadamente 22 kilogramos. El ciclo completo de desarrollo, desde la semilla hasta la cosecha, dura entre 90 y 110 días. La planta crece bastante pequeña, con un porte algo arqueado. Se cultiva mejor en campo abierto.
Características de cuidado
Esta variedad de calabaza prospera en suelos bien aireados, como los franco-arenosos o arenosos. Se cultiva a partir de semillas o plántulas. La siembra se realiza a finales de mayo, una vez que hayan pasado las heladas. La cosecha se produce aproximadamente a los 100 días.
Unos días antes de la siembra, se recomienda preparar la tierra: cavarla bien, regarla y añadir fertilizante nitrogenado.
Posteriormente, es fundamental aplicar fertilizante, tanto orgánico (como compost) como mineral (como nitrato de amonio, sal de potasio y superfosfato). En general, el cuidado de las plántulas sigue un patrón estándar: riego abundante, protección con diversos fertilizantes, deshierbe y poda de brotes laterales y yemas axilares para separarlas del tallo principal.
Las calabazas crecen mejor a temperaturas entre 22 y 28 grados Celsius. Las temperaturas más bajas ralentizan su crecimiento. El riego habitual es de 3 a 4 litros por planta. Durante la fructificación, aumente la cantidad de agua.
Con la llegada de agosto, se recomienda reducir el riego inicial para que los frutos ya maduros desarrollen una piel firme y acumulen los azúcares necesarios. La siembra se realiza en cuadrículas de 60 x 60 cm. Las semillas no se siembran a mucha profundidad, aproximadamente de 3 a 5 cm.
Vídeo "Calabaza rusa"
En este vídeo escucharás una descripción de la variedad de calabaza Rossiyanka.



