Secretos para el cuidado adecuado del tomate: detalles y consejos

Para obtener la máxima cosecha de tomates, los jardineros deben seguir ciertos cuidados. El cuidado de los tomates requiere un sistema bien organizado de riego, fertilización, poda y protección adecuada contra plagas y enfermedades. Este artículo ayudará a los jardineros principiantes a aprender cómo cuidar los tomates y obtener una buena cosecha en casa.

Lo que debes tener en cuenta inicialmente

En primer lugar, los jardineros principiantes deben decidir qué variedad de tomate cultivarán en interior. Plantar en un invernadero simplifica considerablemente el proceso de cuidado. Existe una amplia variedad de tomates que pueden producir cosechas abundantes. Se mantendrán firmes incluso cuando estén completamente maduros.

Racimos de tomates en un invernadero

Si decides cultivar tomates en un invernadero, deberás construir la estructura sobre un terreno nivelado. Los materiales adecuados garantizarán condiciones óptimas en el interior. Mantener una temperatura estable es fundamental para un crecimiento más rápido de las plántulas.

También es importante que la estructura tenga un alto rendimiento técnico y operativo. El policarbonato es el mejor material para la construcción de invernaderos, ya que ofrece una buena relación calidad-precio. Si todo se hace correctamente desde el principio, no tendrá que reparar los daños causados ​​por inclemencias del tiempo o fuertes vientos.

Para cultivar tomates al aire libre, es necesario preparar la tierra. Retire las piedras pequeñas y las malas hierbas. Evite los suelos arcillosos, ya que afectarán negativamente el crecimiento y la producción de las plántulas de tomate.

Tomates indeterminados en tierra abierta

A continuación, necesitas empezar a cultivar plantones para plantar. También puedes comprar plantones en el mercado. Si vas a plantar en un huerto y vives en un apartamento, este último método es más práctico.

Si decide preparar usted mismo el material de siembra, debe plantarlo correctamente para asegurar que el sistema radicular del tomate tenga tiempo de desarrollarse adecuadamente antes de colocar la planta en la tierra. Cada variedad tiene sus propias recomendaciones específicas para un cultivo óptimo. Estas recomendaciones suelen ser las mismas, pero algunas variedades de tomate pueden requerir más luz solar, humedad o temperaturas más elevadas.

Para cultivar tomates en interiores, es necesario crear la temperatura óptima en el invernadero, desarrollar un sistema de riego adecuado a la variedad y fertilizar las plántulas para mejorar el desarrollo del cultivo y aumentar la producción. La autopolinización y la poda también requieren especial atención.

Vídeo: "Primeros cuidados después de plantar tomates"

El autor de este vídeo explica cómo cuidar adecuadamente los tomates recién plantados.

Regar los tomates

El riego adecuado y oportuno es fundamental para el buen desarrollo del tomate. La planta necesita luz solar y humedad, pero esta última requiere cuidados especiales.

Una foto del riego adecuado de los tomates - en la raíz

Si los jardineros cultivan tomates en invernadero, es posible que observen periódicamente que los frutos se agrietan. Les aparecen surcos, comienzan a secarse y afectan la calidad de la cosecha. La causa principal es un riego inadecuado durante el cultivo. Con un riego correcto, estos síntomas son muy poco frecuentes.

El agrietamiento de los frutos se produce durante la maduración. Debido al exceso de humedad en el suelo, el sistema radicular se satura. Tras esto, los tomates dejan de crecer y aparecen surcos en su superficie. La falta de agua también provoca deformaciones en el fruto.

La mayoría de las variedades no requieren riego diario. Algunas solo necesitan un riego cada 3 o 4 días. El agua debe aplicarse directamente en el hoyo para evitar que se extienda por la tierra, asegurando así que la humedad llegue a donde debe.

La siembra de plántulas suele comenzar en junio. La tierra ya debe estar húmeda. Después de colocar la plántula en el hoyo, vuelva a humedecer la tierra. Puede repetir el riego después de una semana. Durante este tiempo, el sistema radicular de la planta se adaptará a las nuevas condiciones y comenzará a funcionar con normalidad.

Sistema de riego por goteo para tomates en un invernadero

El riego puede ser de varios tipos: mecánico, por aspersión, por goteo y subterráneo.

Si tienes una gran cantidad de plántulas, el riego mecánico doméstico te llevará mucho más tiempo que con un sistema automático. Lo más habitual es que los residentes de verano utilicen una manguera para regar, conectándola al sistema de suministro de agua. Este método reduce los costos de energía y tiempo. Sin embargo, dificulta el riego de los tomates debajo del agujero.

El problema es que si la presión del agua es demasiado alta, comenzará a remover la tierra y habrá que rellenar los agujeros. Reducir la presión hará que el riego sea mucho más lento. También es importante asegurarse de que el agua no entre en contacto con el follaje de las plántulas.

Esto no supone un problema al cultivar tomates en invernadero, pero es mejor evitarlo. Cuando la luz solar incide sobre las gotas, estas actúan como una lente, refractando los rayos. Esto puede provocar que el follaje verde se queme, lo que afectará a la salud del cultivo.

Riego manual de brotes de tomate

Los sistemas automáticos se pueden instalar tanto en invernaderos como en cultivos al aire libre. Puede construir su propio sistema utilizando diseños especiales o comprar uno en una tienda. Existen diversos sistemas, pero el más fácil de construir en casa es el de riego por goteo. Este permite una distribución uniforme de la humedad en los orificios sin encharcarlos.

Un sistema de riego subterráneo es más complejo de instalar y requiere experiencia y bastante trabajo. Consiste en una red de tuberías colocadas a poca profundidad que discurren a lo largo de las hileras de plántulas, suministrando agua directamente a las raíces. No requiere riego externo en los orificios de riego.

El sistema de riego por aspersión es un tipo más moderno, que se usa comúnmente en invernaderos. Se instalan tuberías con boquillas a cierta altura alrededor del perímetro del invernadero, a través de las cuales se suministra el agua. El sistema distribuye la humedad de manera uniforme en el suelo y evita el exceso de humedad.

Al elegir un método de riego doméstico, los jardineros deben respetar el programa y los volúmenes de riego adecuados para la variedad cultivada en su parcela.

Fertilizante superficial

El cuidado de los tomates también requiere la aplicación oportuna de fertilizante al suelo o a los hoyos de siembra. Esto debe hacerse correctamente, de lo contrario, puede dañar las plantas.

Foto del proceso de fertilización del tomate

La primera fertilización del suelo se realiza antes de plantar los tomates. Esto enriquece el suelo con materia orgánica, minerales y microelementos beneficiosos, lo que resulta en una mayor cosecha. La preparación del suelo se considera un paso aparte. Posteriormente, los tomates se fertilizan hasta dos veces.

Se debe añadir fertilizante al hoyo después de que las plántulas hayan echado raíces y estén comenzando a producir nuevos brotes, y de nuevo cuando se esté formando el fruto.

Se recomienda no usar más de medio kilo de fertilizante por cada 100 metros cuadrados. Yo suelo usar nitrato de amonio y nitrato de calcio como fertilizante. Lo esparzo en los hoyos y luego riego. Al entrar en contacto con el agua, los compuestos químicos penetran en el suelo bajo las raíces.

Además de utilizar productos químicos en polvo, se pueden comprar fertilizantes líquidos en tiendas especializadas. Estos se suelen diluir en agua y luego se vierten debajo de cada hoyo donde se encuentran las plántulas de tomate.

Fertilización del suelo para tomates

Al cultivar tomates en interiores, procure no exceder la dosis de fertilizante recomendada. Lo ideal es utilizar soluciones con una concentración no superior al 0,3 %.

La primera fertilización del suelo puede no ser necesaria si el análisis del suelo revela un nivel suficiente de nutrientes.

Guarnición

La poda es otro paso adicional en el cultivo de tomates. No mucha gente la utiliza, pero para algunas variedades, este método puede tener un efecto positivo.

Recortar el exceso de hojas y ramas permitirá que la planta retenga más nutrientes necesarios para el crecimiento de los frutos.

Fotos del procedimiento de poda del tomate

A medida que el arbusto crece, utilice tijeras de podar para recortar las partes inferiores donde no se desarrollarán los frutos. Esto no es difícil. Lo más importante al podar es evitar dañar el tallo. En ocasiones, también puede ser necesario recortar los brotes superiores, dependiendo del ritmo de crecimiento de la variedad.

De esta forma, se puede mejorar el rendimiento porque los nutrientes serán absorbidos por el fruto en lugar de por el arbusto.

Los matices del cuidado de los tomates de invernadero

Al cultivar tomates en interiores, preste atención a la calidad del suelo. Asegúrese de aflojar bien la tierra antes de plantar las plántulas para garantizar una mejor penetración de aire y agua.

Si no sabes qué fertilizante usar, lo mejor es consultar con los vendedores o con jardineros más experimentados.

Al cultivar plántulas a partir de semillas, recuerde prepararlas a principios de primavera y plantarlas en tierra durante la primera quincena de verano. Si no dispone de las condiciones adecuadas para preparar las plántulas, lo mejor es comprarlas. De esta forma, podrá elegir plantas sanas y ahorrar tiempo.

Vídeo "Tomates. Entutorado y eliminación de brotes laterales"

El autor del vídeo explica y demuestra cómo despuntar y atar correctamente los tomates en condiciones de invernadero.

 

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