Cómo fertilizar plántulas de tomate en casa

Casi todos los jardineros cultivan tomates, ya que esta hortaliza se ha popularizado mucho gracias a sus características únicas. Antes de plantarlos, se cultivan en interior a partir de semillas. El éxito de este proceso determina la cosecha futura. Por lo tanto, es fundamental fertilizar las plántulas de tomate.

¿Por qué alimentar?

Puedes abonar los tomates tanto con fertilizantes comprados en la tienda como con fertilizantes caseros.

La función de un fertilizante depende de su composición. Algunos fertilizantes promueven el crecimiento o la maduración de los frutos, otros se utilizan para prevenir enfermedades y otros simplemente aportan minerales a las plantas para mejorar su crecimiento.

Ceniza para alimentar tomates

Determinar si tus plantas necesitan fertilizante es fácil: solo obsérvalas con atención. Su aspecto revelará cualquier deficiencia.

Si las hojas de las plántulas trasplantadas han comenzado a ponerse pálidas y las venas verdes se han vuelto aún más visibles, estas plantas necesitan fertilización con hierro.

También es necesario fertilizar los plantones de tomate cuyas hojas se marchitan, se secan y se caen prematuramente. Es posible que también observes una ralentización del crecimiento. Si la causa no se debe a un mal cuidado, los fertilizantes nitrogenados serán de ayuda.

¿Tus plántulas se han vuelto moradas? Necesitas aplicar fertilizante de fósforo.

Estas observaciones son universales: te ayudarán a comprender las necesidades de los tomates en cualquier etapa de su cultivo.

¿Cuándo empezar a alimentar?

Lo mejor es empezar a fertilizar las plantas cuando aparece la primera hoja. Este fertilizante es especialmente eficaz si las condiciones de cultivo no son las ideales. Sin embargo, cabe destacar que este tipo de fertilización no es necesaria para los plantones de tomate.

Procedimiento de fertilización para tomates plantados

Más adelante, a medida que las plantas crecen, será necesario trasplantarlas. Esto consiste en plantar cada planta en un hoyo individual. Después de unos 12 días, se deben fertilizar los tomates nuevamente. Si no se trasplantan, la segunda fertilización debe realizarse cuando aparezca la tercera hoja. Después de 10 días, se puede realizar una tercera fertilización. La cuarta fertilización de las plántulas de tomate debe realizarse un par de días antes de trasplantarlas a tierra firme.

La cantidad de fertilizante necesaria depende directamente de las condiciones de cultivo. Dos tratamientos son esenciales: fertilizar la planta cuando aparece la tercera hoja y repetir el proceso 10 días después del primer abono. Posteriormente, para favorecer un mejor crecimiento, se puede regar la planta con una solución mineral cada 10-12 días. También es fundamental realizar un seguimiento regular de las plantas.

Vídeo: "Primera fertilización de los tomates después de la siembra"

El autor del vídeo habla sobre cómo y con qué abonar los tomates recién plantados.

Qué usar para alimentar

Existen muchas opciones para preparar fertilizante en casa, por lo que cada jardinero puede elegir la que le resulte más conveniente.

Levadura

La levadura es una excelente opción de fertilizante casero para muchos cultivos. Sin embargo, no se recomienda su uso frecuente. Es suficiente con aplicarla no más de tres veces por temporada. La primera aplicación debe realizarse cuando aparezcan los brotes, y la siguiente, después de 20 días de crecimiento del tomate en tierra.

Levadura para alimentar tomates

La levadura tiene un efecto muy positivo en el cultivo. Mejora el crecimiento del tomate y lo fortalece engrosando los tallos y las raíces.

Para aprovechar al máximo el fertilizante, es necesario preparar correctamente la solución de levadura. Simplemente disuelva un sobre de levadura en un cubo de agua tibia. Una vez que la mezcla haya reposado, puede regar las hortalizas.

Gordolobo

Se puede abonar los tomates con gordolobo. Este fertilizante también se usa en pequeñas cantidades al plantar plántulas. Se puede añadir una pequeña cantidad de manganeso a la solución para potenciar su eficacia. Cada planta requiere un par de litros de la mezcla.

ceniza de madera

Ceniza de madera como fertilizante

La ceniza de madera se usa frecuentemente para abonar los tomates en casa. Sin embargo, es mejor usarla como complemento que como fertilizante principal. La ceniza es más efectiva en el cultivo de tomates en invernadero.

Yodo

Solución de yodo para fertilizante

Se recomienda regar la planta con yodo cada dos semanas. Esta solución fortalece los tallos. Para prepararla, disuelva 10 gotas de yodo en un cubo de agua y añada potasio y fósforo. Vierta hasta medio litro de la mezcla sobre cada planta, evitando el contacto con los frutos y las hojas, ya que estos órganos no toleran bien el yodo y la planta podría morir.

Estiércol

El estiércol sigue siendo el fertilizante más popular, con múltiples usos. Se puede adquirir tanto en variedades químicas como naturales. El estiércol natural, que se puede preparar en casa, es preferible. Para preparar la solución, diluya un cubo de estiércol en 30 litros de agua y deje reposar la mezcla. Después de dos días, la solución preparada se puede utilizar, sin importar el olor característico. Se requiere medio cubo de fertilizante por cada arbusto.

Para asegurar que tus tomates reciban la nutrición adecuada, puedes instalar un sistema de riego por goteo. Esto tiene varias ventajas:

  1. Los tomates no toleran la falta de humedad, por lo que este sistema garantizará un riego adecuado.
  2. El fertilizante se suministrará a las plantas en dosis medidas y en la misma cantidad para cada arbusto.

Para crear un sistema de riego por goteo, simplemente coloque una manguera con agujeros perforados a distancias iguales entre sí entre los arbustos.

Urea

Durante las primeras etapas del cultivo de tomates, se puede usar urea como fertilizante. Mézclala con superfosfato y riega las plantas con esta solución directamente en la raíz al trasplantarlas al exterior. Esto ayudará a que las plántulas se adapten más rápidamente a las nuevas condiciones de cultivo y comiencen a producir sus primeros frutos antes.

Al fertilizar con urea, tenga en cuenta que no interactúa bien con otros fertilizantes. Por lo tanto, no utilice otros fertilizantes mientras use urea.

Una abundante cosecha de tomates no depende solo de excelentes semillas. El cuidado de las plantas también es crucial. Un abono nutritivo para las plántulas y el suelo es fundamental. Al fin y al cabo, una buena cosecha en poco tiempo solo es posible cultivando en un suelo rico en minerales.

Mantener la proporción correcta de fertilizante para los tomates es crucial. Solo así los frutos serán fragantes, jugosos y dulces.

Vídeo: "Aumento del rendimiento de tomates y pepinos en un 20-30%. Fertilización con ácido bórico."

El vídeo explica y muestra cómo abonar tomates y pepinos con ácido bórico.

 

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