Todo lo que necesitas saber sobre el cultivo de tomates
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Peculiaridades del cultivo de tomates
Los tomates necesitan cultivarse teniendo en cuenta su preferencia por el calor y la luz solar. Lo mejor es plantarlos en un terreno que cumpla con estos requisitos. Cultivarlos de esta manera elimina por completo la posibilidad de regarlos en exceso. Estas hortalizas no toleran la humedad alta.
Este fenómeno puede contribuir al desarrollo de enfermedades fúngicas y retrasar la polinización de las flores. Sin embargo, los tomates solo pueden cultivarse si se proporciona a las raíces de la planta la humedad adecuada. De lo contrario, las flores y los ovarios pueden caerse.
El suelo más adecuado para el cultivo de tomates en interiores es cálido y rico en nutrientes y microelementos. Los suelos franco-arenosos y francos son especialmente idóneos para los tomates.
Tipos de tomates
Los tomates se dividen en tres grandes grupos:
- Indeterminadas, que se caracterizan por un crecimiento continuo;
- Determinante – tienen un crecimiento limitado;
- Superdeterminado – un tipo de determinado.
Las variedades indeterminadas (de enredadera) maduran lentamente y de forma irregular. Las inflorescencias, y posteriormente los ovarios, aparecen después de un par de hojas. Estas tomateras se cultivan guiándolas para que formen un solo tallo y se atan. También se pueden cultivar en interiores, pero el proceso es largo.
Las hortalizas de crecimiento determinado se caracterizan por la formación de flores u ovarios en cada primera o segunda hoja. El tallo principal se elimina después de 5 o 6 racimos. La planta desarrolla dos o tres tallos y también requiere entutorado.
La formación de matas en cultivos de tipo arbustivo se produce a través de la hoja y tiene la apariencia de una pequeña ramificación, que puede formar cuatro tallos y ser sostenida por un soporte.
Los tomates superindeterminados maduran con bastante rapidez y, lo que es más importante, al mismo tiempo. En tan solo tres semanas, el 90 % de la cosecha está madura. El cultivo de tomates de esta variedad es ideal para zonas con veranos cortos y frescos.
Vídeo: Cultivo, poda, fertilización y cosecha de tomates
El vídeo explica en detalle cómo cultivar correctamente tomates altos al aire libre.
Secretos de una gran cosecha
Para obtener una buena cosecha en casa, es fundamental elegir cuidadosamente la tierra. Es importante considerar la acidez del suelo, ya que las hortalizas solo prosperan en suelos ligeramente ácidos o neutros. Además, lo ideal para el cultivo de hortalizas es un suelo rico en minerales y, sobre todo, con buen drenaje.
Si el suelo del terreno es muy ácido, es necesario reducir su acidez añadiendo cal.
El cultivo del tomate implica preparar los bancales para la siembra. Esto debe hacerse en otoño, cavando y añadiendo fertilizantes (fosfatos, potasio o compost).
Es recomendable añadir arena de río, estiércol y turba a los suelos arcillosos. Estas sustancias aumentarán su fertilidad. También se puede añadir paja y hierba recién cortada.
Lo mejor es preparar los bancales interiores en primavera. Parámetros como la longitud y la anchura no son especialmente importantes, pero la distancia entre bancales adyacentes debe ser de al menos medio metro. De lo contrario, las plantas absorberán la humedad y los nutrientes. Cava agujeros de 15-20 cm de profundidad, añade una cucharada de superfosfato y ceniza a cada uno y riégalos abundantemente.
Cuidado de las plántulas
Para cultivar tomates en casa, primero hay que plantar los plantones. Lo mejor es empezar a preparar los brotes jóvenes seis semanas antes de plantarlos. Primero, prepara la tierra para sembrar las semillas.
Se puede comprar tierra preparada para semilleros en cualquier tienda especializada. Sin embargo, a menudo los estantes están llenos de mezclas de turba ácidas y poco fiables. Este tipo de "tierra" no es apta para los tomates.
Los agrónomos y jardineros experimentados recomiendan mezclar la tierra comprada con la tierra habitual del jardín y preparar la mezcla correcta.
La receta para preparar una mezcla para el cultivo de plántulas en casa es sencilla: dos partes de tierra de jardín, una parte de compost, una parte de turba o tierra comercial y una parte de arena. Se debe añadir ceniza y un fertilizante complejo a la turba para reducir su acidez.
Además, la preparación de las semillas es esencial para el cultivo de las plántulas. Uno de los secretos para una siembra exitosa es plantar las semillas húmedas. El cultivo de las plántulas a partir de ellas es rápido y sencillo. Este procedimiento también aumenta significativamente el número de plántulas.
El endurecimiento de la semilla aumentará el rendimiento en un 0,1%.
Las semillas se remojan en agua durante 24 horas y luego se refrigeran a 3-5 °C durante 2,5 días. Posteriormente, se dejan a temperatura ambiente durante 24 horas. Tras la refrigeración, es recomendable sumergirlas en una solución nutritiva. Este procedimiento puede aumentar el rendimiento en un 35 %, ya que este suplemento nutricional modifica la estructura de la semilla, lo que produce frutos de mayor tamaño.
Tras seguir todos estos pasos, las semillas se pueden sembrar en casa. El cultivo de tomates consiste en colocar las semillas en tierra húmeda a una profundidad de 2 cm.
Es fundamental crear las condiciones óptimas para el crecimiento de las plantas, algo que no es fácil de lograr en casa. Al proporcionarles a los brotes suficiente luz, una humedad adecuada en el aire y el suelo, espacio suficiente y fertilización regular, se pueden obtener plántulas sanas y de alta calidad.
Cuando aparezcan dos hojas, se deben recolectar las verduras, humedecerlas abundantemente con agua y transferirlas a recipientes separados con un terrón de tierra.
Diez días antes de plantar en la tierra, las plántulas deben aclimatarse sacándolas al aire fresco durante varias horas.
Comience a cultivar tomates al aire libre solo cuando la temperatura alcance los 14 °C. Las plantas con raíces bien desarrolladas no necesitan plantarse a gran profundidad. Después de plantar, riegue bien la tierra.
Maduración y cosecha
El momento de maduración de los frutos depende directamente de la variedad y la región de cultivo. Las variedades tempranas cultivadas en climas templados producen su primera cosecha en los primeros diez días de julio.
Las variedades de maduración intermedia dan su primera cosecha a principios de agosto. Las hortalizas que tardan más en madurar no lo hacen completamente al aire libre. En agosto se cosechan los frutos verdes, que pueden madurarse en interiores.
Para prevenir el tizón tardío, coseche el cultivo rápidamente. Si se esperan grandes fluctuaciones de temperatura y alta humedad, lo mejor es cosechar toda la fruta de la parcela.
Características del cultivo en campo abierto
Muchas personas, especialmente los jardineros principiantes, se preocupan por la pregunta: "¿Cómo cultivar tomates al aire libre correctamente?" Cultivar hortalizas es fácil; lo principal es seguir todas las recomendaciones.
La forma correcta de cultivar tomates es espaciándolos lo suficiente. Los tomates de maduración temprana y porte bajo deben plantarse en bancales separados por 60 cm. Las plantas individuales deben estar separadas entre 20 y 30 cm. Las variedades de tomate altas deben plantarse con una separación de 70 cm x 30 cm o 70 cm x 50 cm. La siembra debe realizarse en un día sin sol o al atardecer.
Humedezca los hoyos antes y después de plantar. Evite cubrir los tallos con tierra para prevenir la formación de muchas raíces, ya que esto retrasará la floración. No demore en atar los arbustos; lo mejor es hacerlo cuanto antes. Cubra la tierra alrededor de cada planta con mantillo.
Las plántulas necesitan protección del sol. Para ello se puede utilizar papel o ramas de árboles.
El cultivo de hortalizas en interior, en tierra al aire libre, requiere seguir un programa de riego. Riegue las hortalizas semanalmente, aflojando bien la tierra entre las hileras. Diecinueve meses después de la siembra, abone las plantas con gordolobo diluido en un cubo de agua. La fertilización posterior dependerá de las observaciones del cultivo.
Recibimos nuevas semillas
Puedes preparar las semillas tú mismo en casa. Para ello, lo mejor es usar tomates maduros, pero no demasiado maduros.
Para preparar frutas para la recolección de semillas en casa, las verduras deben mantenerse en un ambiente cálido durante una semana. Después, se cortan y se exprime el jugo que contiene las semillas en un recipiente de vidrio, como un frasco.
Deja el frasco a la sombra un par de días. Esto eliminará la microflora de las semillas, facilitando su separación de la cáscara. Evita diluir el jugo con agua para impedir que las semillas germinen.
Cuando el jugo se aclare y las semillas floten en la superficie, agite bien el frasco después de sellarlo. Todas las semillas se depositarán en el fondo. Escurra el líquido, agite el frasco de nuevo y luego deseche el agua. Este procedimiento se puede repetir varias veces en casa. Después de seguir estos pasos, tendrá semillas limpias e intactas listas para sembrar.
A continuación, las semillas se extienden sobre una hoja de papel limpia y se dejan secar. Primero, durante un par de días a la sombra, y luego en el alféizar de una ventana. Este método de desinfección se considera, con razón, uno de los más eficaces.
Las semillas con manchas oscuras deben desecharse, ya que pueden contener virus y hongos. Empaco el material seco en bolsas de papel, etiquetándolas según la variedad.
Así pues, cualquiera puede cultivar tomates en casa. Aunque se considera una hortaliza delicada, con los cuidados adecuados produce una cosecha abundante y sus frutos se utilizan ampliamente en diversas industrias.
Vídeo "10 errores al cultivar tomates"
Un vídeo educativo sobre los 10 errores más comunes al cultivar tomates. Evitarlos te ayudará a conseguir una gran cosecha de deliciosos tomates.











