Beneficios y usos de la urea para los tomates

Utilizar fertilizantes para obtener una buena cosecha de tomates es fundamental. Durante la etapa de plántula, el trasplante al suelo y el crecimiento en tierra, la planta necesita urgentemente nutrientes y microelementos. Los tomates recibirán este aporte si se fertilizan con urea.

La urea, o carbamida, es un fertilizante granulado de fácil digestión. Su componente principal es el nitrógeno, que, por acción de las bacterias del suelo, se transforma en carbonato de amonio en muy poco tiempo.

¿Para qué?

Al igual que otros fertilizantes, la urea activa los procesos vegetativos latentes en las plántulas de tomate, ayudándolas a fortalecerse y convertirse en plantas fuertes y sanas. Su uso está muy extendido durante la etapa de plántula, ya que el nitrógeno optimiza el desarrollo de la raíz y la parte aérea de la planta.

Rociar los tomates con una solución de urea como medida preventiva

Al trasplantar las plántulas al suelo, los fertilizantes nitrogenados en realidad dificultan el crecimiento del tomate en lugar de promoverlo. Esto se debe a que la planta se centra más en el crecimiento del follaje que en la floración y la formación de frutos.

Por lo tanto, durante los primeros meses de vida en el jardín, es mejor no aplicar fertilizante nitrogenado.

¿Cuáles son los síntomas del crecimiento del tomate que indican que la planta necesita fertilización? En primer lugar, el crecimiento es demasiado lento. La falta de micro y macronutrientes en el suelo provoca una deficiencia de nutrientes, lo que afecta la velocidad y la calidad del crecimiento. En segundo lugar, los brotes débiles, delgados y quebradizos son señal de un crecimiento deficiente. Otro signo es la deformación, el amarilleamiento y la caída prematura de las hojas. Además, durante la floración, una planta con deficiencia de nutrientes producirá inflorescencias poco desarrolladas que se caen prematuramente, lo que afectará la cosecha al final de la temporada.

La urea puede usarse para nutrir los tomates o sus plántulas y darles una ventaja inicial, pero su uso demasiado frecuente puede arruinar incluso los cultivos más productivos. La principal ventaja de la urea sobre otros productos de esta línea es que no quema las hojas tan agresivamente como, por ejemplo, el nitrato de amonio, lo que facilita su cuidado.

Agregar una solución de urea para favorecer el crecimiento de los tomates

Dimensiones

Antes de aplicar fertilizante a sus canteros, debe diluirlo para el riego o mezclarlo con otros tipos de fertilizante para lograr los resultados más eficaces y beneficiosos. Necesitará 25 gramos de polvo o gránulos por metro cuadrado de siembra. Dilúyalos en 10 litros de agua. Use 1 litro de la solución preparada por planta. Al trasplantar las plántulas de tomate de las bandejas de cultivo a los bancales, añada 3-4 gramos de la solución a la tierra en los hoyos y mézclelos.

Se sabe que la urea acidifica el suelo, por lo que es necesario neutralizarla. Para ello, se puede utilizar caliza, a razón de 150 gramos de urea mezclados con 80 gramos de caliza por cada 10 metros de parterre.

Durante el crecimiento del tomate, la fertilización radicular se realiza con una solución de urea: 100 gramos de la solución se diluyen en 10 litros de agua. También se puede utilizar una mezcla de urea y monofosfato neutralizado.

Preparación de una solución de urea para el riego de tomates

Como ya hemos mencionado, el fertilizante nitrogenado es ideal para fertilizar tomateras o favorecer el crecimiento de plántulas. Siguiendo las proporciones indicadas anteriormente, podrá fertilizar fácilmente sus canteros durante el riego. Ahora veamos cuál es el mejor momento para aplicarlo.

Cómo fertilizar

La primera fertilización se realiza durante la etapa de plántula. Añada 1-2 gramos a las bandejas de semillero para acelerar el reverdecimiento y el crecimiento de las plantas.

La segunda fertilización se realiza cuando los tomates están creciendo en la tierra. Para ello, prepare una mezcla de urea, superfosfato neutralizado, estiércol de pájaro y ceniza de madera. Este fertilizante se aplica mejor antes de la floración, ya que estimula las funciones vegetativas de la planta, favoreciendo la floración y el cuajado de frutos.

Siembra y primer abonado de plántulas de tomate

El tercer abonado debe realizarse entre 15 y 20 días después del primero para evitar la saturación del suelo y un enverdecimiento excesivo de las plantas. Se puede utilizar una solución de gordolobo mezclada con urea. Esta solución es ideal para regar al atardecer, cuando los rayos del sol ya no son tan intensos.

La cuarta fertilización depende de la situación. Fertilice el suelo si las inflorescencias comienzan a caerse prematuramente o no se desarrollan con suficiente vigor. En este caso, utilice una mezcla de urea y micronutrientes para el riego.

También se puede utilizar una mezcla de urea y permanganato de potasio para el riego, pero hay que recordar que la mayoría de las variedades de tomate no toleran el exceso de riego, ya que las raíces pierden el libre acceso al aire y comienzan a pudrirse.

La quinta y última fertilización también depende de la situación y tiene un único propósito: favorecer el desarrollo de la planta durante la maduración del fruto. Para el riego, utilice de 2 a 3 gramos de los siguientes fertilizantes minerales disueltos en 10 litros de agua: sulfato de magnesio y potasio, sulfato de potasio y urea. Además, mezcle la tierra de los bancales con ceniza de madera.

Vídeo: Uso de la urea en el jardín

Este vídeo te mostrará cómo usar la urea como fertilizante para el crecimiento de las plantas y en qué dosis.

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