¿Cuándo debo quitar las hojas a los tomates y es necesario?
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¿Por qué y con qué motivo?
Independientemente de si los tomates se cultivan en invernadero o al aire libre, los jardineros siempre piensan en la necesidad y las consecuencias de quitar las hojas de los tomates.
Es sabido que las partes inferiores de la planta que tocan el suelo deben eliminarse cuanto antes. Estas hojas favorecen la propagación del tizón tardío y otras enfermedades. Además, muchos microorganismos patógenos viven en el suelo y pueden migrar fácilmente a la planta. Se pueden usar sustancias que contienen cobre para combatir la enfermedad. Sin embargo, este tratamiento no beneficia a quienes consumen la fruta, ya que las verduras procesadas contienen iones de cobre, que son perjudiciales para la salud humana.
Por lo tanto, es mejor utilizar métodos agrícolas: eliminar las hojas inferiores de la hortaliza.
También deben eliminarse las demás hojas, no solo las de la base. Por ejemplo, las inflorescencias inferiores deben eliminarse por etapas. Sin embargo, este procedimiento no debe realizarse más de dos veces. La primera vez que se eliminan los órganos es cuando el ovario alcanza el tamaño típico de la variedad.
Las hojas que crecen por encima de la primera inflorescencia también deben podarse por etapas, según el tamaño del ovario. Evite eliminar demasiadas partes a la vez, ya que esto estresará a los tomates y podría afectar la calidad de la cosecha.
Vídeo: "Por qué debes quitar las hojas del tomate"
Un vídeo educativo sobre si se deben extraer los órganos del tomate.
técnica de eliminación de hojas
La eliminación de hojas del tomate debe realizarse correctamente. Lo mejor es podar las partes sobrantes por la mañana y en un día soleado. De esta forma, las heridas producidas por la poda cicatrizarán más rápido y se evitará que se conviertan en foco de enfermedades.
Las hojas de tomate se arrancan fácilmente presionando el pecíolo hacia arriba, paralelo al tallo. Sin embargo, si se tira hacia abajo, se puede arrancar una tira larga de la corteza de la planta.
Cuando se observan signos de enfermedad en las hojas o incluso en los frutos de las tomateras en invernadero, estas partes de la planta deben eliminarse inmediatamente. Si la enfermedad solo ha afectado a un lóbulo, entonces se puede recortar únicamente esa parte, dejando la hoja entera en la planta. Las hojas son esenciales para la nutrición y el crecimiento de la planta. Por lo tanto, eliminarlas todas, dejando solo las puntas, solo es posible una vez que se hayan formado 7 u 8 racimos de frutos.
Para la mayoría de los jardineros, la cuestión de la técnica de recolección sigue siendo importante: ¿se pueden podar o simplemente arrancar? En principio, no hay una diferencia significativa. La clave está en la desinfección después de cada planta. Por lo tanto, es mejor usar guantes al arrancar las hojas, y después de podar, las tijeras deben desinfectarse con alcohol o una solución saturada de permanganato de potasio. Es recomendable tener siempre a mano una botella de desinfectante listo para usar, ya sea en el huerto o en el invernadero. Al fin y al cabo, desinfectar las herramientas evitará la contaminación generalizada de los tomates.
¿Qué hojas debo recoger?
La hoja del tomate es el órgano responsable de la respiración. Por ello, los jardineros, sobre todo los principiantes, suelen preguntarse qué hojas deben eliminar. En efecto, si la hoja es joven y sana, no es necesario quitarla. Verde y bien iluminada, aporta muchos beneficios a la planta. Pero con el tiempo, esta hoja se seca, se mancha, se debilita e incluso puede convertirse en un foco de enfermedades y hongos. Por lo tanto, estas hojas deben eliminarse inmediatamente.
Otro aspecto importante para el cuidado adecuado de los tomates es el aclareo de las matas. Es fundamental eliminar todas las hojas que crecen hacia el norte, a la sombra de otros cultivos o enterradas profundamente. Estas hojas están constantemente a la sombra y prácticamente no aportan ningún beneficio a la planta. El aclareo también mejora significativamente la ventilación entre las matas, lo cual es especialmente importante al cultivar hortalizas en invernadero.
Los órganos que crecen de los racimos florales también se eliminan. A veces, después de la floración, el arbusto continúa creciendo y formando nuevos brotes y órganos. Si todos los ovarios ya se han convertido en frutos completamente desarrollados, entonces es mejor eliminar esos “crecimientos”. Sin embargo, si el tallo principal resulta estéril, se pueden dejar varios ovarios en este adicional.
Al trasplantar la planta a la tierra, conviene quitar algunas hojas. Sin embargo, no se debe hacer inmediatamente, ya que puede provocar enfermedades en las plántulas. Lo mejor es podar las hojas gradualmente, pero entre 7 y 10 días después del trasplante, se deben eliminar todas las partes de la planta antes de que aparezca el primer ovario o florezca. Esto permitirá que la planta concentre su energía en la formación del fruto.
En un invernadero, puedes saber cuándo podar las hojas de los tomates simplemente observando la planta. Si se ramifica demasiado, es hora de recortar el exceso. Primero, a veces las hojas impiden alcanzar el tallo para atarlo. Segundo, una planta sin hojas recibirá más sol y humedad.
¿Cuánto y cuándo?
Se recomienda podar de dos a tres hojas de tomate dos veces por semana. Sin embargo, la frecuencia de la poda depende de las características de crecimiento de cada planta. En ocasiones, se pueden eliminar hasta seis hojas a la vez sin dañar la planta.
Para realizar correctamente el procedimiento de extracción en invernadero, siga esta regla: mientras el fruto no haya cuajado, todas las hojas deben permanecer por encima de él. Una vez que los ovarios se hayan formado, se pueden eliminar todos los órganos que se encuentren debajo.
A principios de agosto, pode las puntas de los arbustos, ya que los que queden no tendrán tiempo de dar fruto. Tras esta poda, se podrá cosechar casi toda la planta, salvo las partes más elevadas. Esta es una excelente medida preventiva contra muchas enfermedades.
Para asegurar el flujo natural de la savia, se deben dejar un par de hojas por encima de la inflorescencia más alta.
Por lo tanto, deshojar los tomates es un procedimiento necesario que tiene un efecto positivo en la planta. Ayuda a eliminar las plagas de forma mecánica, no química. Lo principal es realizar el procedimiento siguiendo todas las normas y recomendaciones de jardineros experimentados.
Vídeo: "Poda de hojas de tomate"
Videotutorial sobre cómo podar las hojas de tomate.








