Cómo cultivar una buena cosecha de tomates al aire libre
Contenido
Preparación del suelo
Si piensas plantar variedades de frutos medianos, asegúrate de que la tierra esté caliente; esto no es un capricho, es imprescindible. No plantes tomates donde antes se cultivaron patatas, ya que casi con seguridad aparecerá tizón tardío. Tampoco los plantes donde antes se cultivaron berenjenas y pimientos. Esto arruinará la cosecha. Es mejor plantar zanahorias, pepinos y cebollas antes que los tomates. Y si decides plantar plantones de tomate y fresa juntos, los frutos de ambas plantas crecerán más grandes y la producción se duplicará.
Los tomates tampoco toleran bien los suelos ácidos, así que elige parcelas al aire libre que hayan sido previamente abonadas con compost, ceniza y cal. Para determinar la acidez de tu suelo, compra una prueba de pH sencilla. Cuanto menor sea el pH, mayor será la acidez. Evalúa los niveles de nutrientes. El análisis de micronutrientes se puede realizar en un laboratorio. Es económico pero fundamental, ya que determina la cosecha del año.
El nitrógeno influye significativamente en las hojas. Si no hay suficiente, las tomateras desarrollarán hojas marchitas y amarillentas. Para asegurar un aporte adecuado de nitrógeno, agregue harina, compost o nitratos inorgánicos al suelo.
El potasio fortalece los tomates y los hace resistentes a las enfermedades. Si no hay suficiente potasio, las plántulas crecerán mal y tendrán un tamaño muy reducido. Para añadir potasio al suelo, agregue arena, polvo de granito o ceniza de madera.
Fósforo. Fortalece las raíces y regula la formación de semillas. Si hay deficiencia de fósforo, los tomates producirán frutos de mala calidad, poco apetecibles e inmaduros. Para aumentar los niveles de fósforo, agregue superfosfatos, compost y harina de huesos al suelo.
El compost es una excelente herramienta para preparar el suelo. Atrae lombrices, que aflojan la tierra y crean las condiciones para que prosperen las bacterias beneficiosas. Prepare el terreno para el cultivo de plántulas de tomate en otoño, después de limpiar la zona. También debe cavar y rastrillar la tierra varias veces. Las plántulas de tomate adoran el humus, pero detestan el estiércol, ya que les provoca el crecimiento de hojas. Doce días antes de la siembra, forme los bancales en dirección norte-sur.
Vídeo: Preparación del suelo para la siembra de tomates
Este vídeo te mostrará cómo preparar adecuadamente la tierra para plantar tomates.
Tecnología de siembra
A finales de la primavera, comenzamos a plantar tomates jóvenes. Lo mejor es hacerlo en un día nublado. Si hace sol y necesitas hacerlo hoy mismo, espera hasta la tarde.
Si has optado por la plantación clásica, planta los tomates en 2 filas con la siguiente distancia entre ellas:
- para tomates de porte bajo - 40 cm
- Para las personas de estatura media, son unos 50 cm.
El cultivo en nidos cuadrados nos facilitará el cuidado de los tomates y creará condiciones de vida favorables para ellos mismos.
Variedades determinadas. 70x70 cm, con un promedio de 3 tomates por nido.
Variedades de maduración temprana con un arbusto grande – 70x70 cm, dos plantas por hoyo.
Tomates de media y tardía temporada. 70x70, con un tomate por hoyo. O 95x95 (en cuyo caso se permiten dos tomates por hoyo).
La plantación con tiras y clavos permite concentrar el máximo número de arbustos en el mínimo espacio, facilitando así su supervivencia a las inclemencias del tiempo. En ocasiones, es necesario eliminar las plántulas más débiles. Los surcos se suelen espaciar a 1,5 metros, distancia suficiente para el desarrollo del arbusto.
Para una parcela de 200 metros cuadrados, bastarán unos 600-650 tomates.
Siembra. Humedezca la tierra de la bandeja de semillero para poder extraer los tomates fácilmente sin dañarlos. Los agujeros deben tener unos 15 cm de profundidad, según la variedad de tomate.
Instrucciones de plantación: Voltee las plántulas. Sujete el tallo de la planta de tomate con dos dedos y sáquela del contenedor. Retire las hojas, dejando solo 2 o 3 en la parte superior para favorecer el crecimiento de las raíces. Coloque la planta en posición vertical y cúbrala con compost, asegurándose de que el tallo quede al descubierto. Presione firmemente la tierra alrededor de la planta y cúbrala con tierra seca, luego añada mantillo.
Tras la siembra, deje los tomates sin tocar durante 15 días. No es necesario regarlos durante este tiempo, pero puede cubrirlos con film transparente, ya que aún pueden producirse heladas nocturnas ligeras en primavera. Este cuidado determina la cosecha de tomates.
Reglas de la liga
Coloca estacas de hasta un metro de altura sobre las hileras, a una distancia de entre 7 y 13 cm de las tomateras. Luego ataremos los tomates a ellas.
El entutorado debe hacerse únicamente debajo de los racimos de fruta. Esto permitirá que la fruta reciba más sol, lo que acelerará su crecimiento y aumentará la producción. La fruta que no toca el suelo es menos susceptible a las enfermedades.
Como alternativa, puedes usar espalderas en lugar de tutores. Este método facilita el mantenimiento y prolonga la fructificación. Además, las plantas serán menos susceptibles a enfermedades fúngicas. Instala tutores de aproximadamente 1,5 metros de altura y clava clavos cada 35 cm. Sujeta listones horizontales a los tutores. Una vez que las plántulas comiencen a crecer, ve atando gradualmente las tomateras. Para tomateras altas, usa tutores más altos.
Cuidado
Antes incluso de pensar en cómo cultivar una buena cosecha de tomates, es necesario despuntar los brotes laterales. Esto implica eliminar los brotes laterales de las plántulas desde el momento de la siembra. Elimínalos antes de que alcancen los 7 cm de longitud. Hazlo por la mañana. Al podar, no arranques los tomates; rompe con cuidado las ramas no deseadas. Si han crecido demasiado, córtalas con un cuchillo. No te preocupes, esto beneficiará la salud de la planta. Elimina los brotes laterales que se encuentren debajo de los racimos y las inflorescencias donde aún no se hayan formado frutos; esto no es solo por estética, sino para obtener una cosecha abundante.
Se recomienda fertilizar cada pocas semanas. Comenzaremos a fertilizar las plántulas de tomate dos semanas después de la siembra. La primera fertilización debe realizarse con una solución de gordolobo o excremento de pájaro. Posteriormente, se pueden utilizar fertilizantes minerales. Antes de la floración, aplicar 1 litro por planta; después de la floración, aplicar un promedio de 3 a 4 litros por planta.
Necesitan bastante agua, pero no con demasiada frecuencia. En primavera y principios de junio, riégalas cada semana y media. En clima cálido, riégalas cada pocos días. Rocíalas con agua semanalmente; de lo contrario, su cuidado será incompleto. Cambia la solución de riego con regularidad.
La primera pulverización debe realizarse inmediatamente después de la siembra en exterior. Puede utilizar infusión de cebolla o caldo bordelés. También puede regar ocasionalmente las tomateras con fertilizante de plátano. Si sigue los métodos descritos en nuestro artículo, ¡cultivará los tomates más grandes y sabrosos!
Vídeo: "Cuidado del tomate"
Este vídeo explica cómo cuidar adecuadamente los tomates.



