Cómo abonar los plantones de tomate para que crezcan gorditos

Al cultivar plántulas de tomate, tarde o temprano surge la pregunta: ¿qué fertilizante debo usar para asegurar un crecimiento vigoroso? Existen varias opciones: fertilizantes químicos, naturales, culinarios y medicinales. Cada uno debe usarse con cuidado para evitar dañar la planta. Pero, si se usan correctamente, los resultados serán sorprendentes. En este artículo, analizaremos en detalle qué tipos de fertilizantes son beneficiosos para las plántulas de tomate.

Levadura

La levadura no solo es un valioso ingrediente culinario, indispensable para elaborar masa madre y masas esponjosas, sino también un excelente fertilizante que ayuda a potenciar el crecimiento de cualquier planta. En el caso de los plantones de tomate, la levadura crea un entorno propicio para el desarrollo, favoreciendo la formación de raíces, fortaleciendo los tallos y, por supuesto, mejorando la cosecha.

Para la primera preparación: mezcle 100 g de levadura viva con 125 g de azúcar en 2,5 litros de agua tibia. Cubra la mezcla con una gasa o un paño transpirable y déjela reposar en un lugar cálido durante 24 horas para que comience la fermentación. Remueva la mezcla cada pocas horas. Este fermento debe diluirse en una proporción de 1 taza de fermento por cada cubo de agua.

Primer abonado de los plantones de tomate

La segunda receta para abonar plántulas de tomate con levadura es la siguiente: diluir 10 g de levadura seca en 10 litros de agua tibia. Después de mezclar bien, regar los semilleros.

Para preparar un abono nutritivo para plántulas jóvenes, mezcle 10 g de levadura seca, 0,5 l de extracto de gallinaza, 0,5 kg de ceniza de madera, 10 l de agua y 5 cucharadas de azúcar. Tras dejar reposar la mezcla, dilúyala nuevamente en una proporción de 1:10.

La fertilización con levaduras no debe realizarse más de 3 veces por temporada, ya que un exceso de hongos de levadura tiene un efecto perjudicial para las plantas. La fertilización moderada con levadura tiene un excelente efecto en el crecimiento de las partes aéreas y subterráneas de la planta, en el rendimiento y en el sabor de los tomates.

Fertilizante de levadura para tomates

Gordolobo

El gordolobo, también conocido como estiércol de vaca, es un excelente fertilizante para plántulas de tomate en todas las etapas de su crecimiento al aire libre. Si bien no es el fertilizante orgánico más rico en micronutrientes, esto resulta ventajoso, ya que reduce el riesgo de sobrefertilización y daños a las plantas. El gordolobo puede utilizarse puro o mezclado con otros fertilizantes orgánicos e inorgánicos.

El método más eficaz consiste en mezclar 1 cucharada de sulfato de potasio, 0,5 litros de extracto de gordolobo y 10 litros de agua. No es necesario diluirlo más, pero no aplique más de 1 litro de fertilizante por arbusto.

El gordolobo solo debe usarse como fertilizante foliar para tomates jóvenes, ya que hará que las plantas se pongan verdes sin producir una buena cosecha. No se debe fertilizar más de 2 o 3 veces por temporada.

El estiércol de vaca para fertilizar tomates "madura" en un barril.

Estiércol

El estiércol es un excelente fertilizante tanto durante el trasplante como durante el enraizamiento. Se deben elegir diferentes tipos de estiércol según el tipo de suelo.

No se debe añadir estiércol fresco de caballo al suelo en primavera para evitar contaminar las plántulas con microorganismos no digeridos. Sin embargo, el estiércol bien descompuesto o el compost son adecuados como fertilizante, ya que contienen una gran cantidad de nitrógeno.

La infusión de excremento de pájaro funciona bien como fertilizante. Mezcle 1 kg de excremento en 10 litros de agua y deje reposar de 3 a 4 días, revolviendo con regularidad. El fertilizante estará listo por su color: debe ser marrón claro, como un té suave. Aplique no más de 1 litro del fertilizante líquido resultante a los arbustos.

Yodo

Te sorprenderá saber que el yodo no solo se usa como medicina, sino también como abono. Añade 5 o 6 gotas de yodo a 10 litros de agua, remueve y riega las plántulas inmediatamente. No riegues los tomates con solución de yodo más de una vez por semana y no viertas más de 2 litros de solución por planta. Gracias a sus propiedades antisépticas, la solución de yodo también ayuda a eliminar el mildiú velloso, la podredumbre y los microorganismos dañinos.

Riego de plántulas de tomate con solución de yodo

Otra opción para usar yodo: disolver 10 g de yodo, 10 g de fósforo y 20 g de potasio en 10 litros de agua. Regar las plántulas con la solución resultante a razón de 0,5 litros por planta.

Urea

La urea es un buen fertilizante para plántulas de tomate si se usa siguiendo estrictamente las instrucciones y no se mezcla en una solución demasiado concentrada. Generalmente se usa en combinación con nitrato de potasio, fosfato monopotásico y ceniza de madera.

La primera fertilización se realiza cuando la planta desarrolla 2 o 3 hojas. Disuelva 15 g de urea y 6 g de nitrato de amonio en un cubo de 10 litros. Diluya la mezcla resultante 1:10 y riegue las plántulas recién brotadas. La urea también se puede usar al trasplantar las plántulas al suelo; simplemente agregue 15 g de urea a cada hoyo. Es importante tener en cuenta que la urea solo se puede usar una vez por temporada.

Vídeo: "Fertilización de plántulas de tomate después de la cosecha"

Observa cómo se abonan los plantones de tomate después de la cosecha y antes de plantarlos en el invernadero.

 

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