Cultivo de tomates en invernadero
Contenido
Preparación del suelo en el invernadero
Antes de plantar tomates en un invernadero, es necesario preparar la tierra. De lo contrario, las plantas crecerán mal. Todo el proceso debe completarse antes de principios de marzo, cuando la tierra empieza a descongelarse rápidamente. Un invernadero acumula calor debido a la exposición al sol, por lo que es importante elegir un lugar con la máxima exposición solar. Incluso la más mínima sombra reducirá la cosecha.
El invernadero debe tener rejillas de ventilación en las paredes laterales para asegurar una circulación de aire fresco suficiente. Sin una ventilación adecuada, es imposible una floración óptima.
El tipo de suelo determina el éxito del cultivo de tomates en invernadero, pero cualquier suelo de invernadero requiere fertilización. Si el suelo es predominantemente franco, se debe añadir un cubo de compost, turba y virutas de madera por metro cuadrado.
Para aprovechar eficazmente la turba, basta con un cubo de humus, serrín y tierra de césped por metro cuadrado. Añada también medio cubo de arena, una cucharada de sulfato de potasio y dos cucharadas de superfosfato. Tras aplicar la mezcla, labre la zona. Es importante recordar que el tizón tardío puede atacar un invernadero a través del suelo contaminado. Por lo tanto, tenga cuidado al usar tierra donde anteriormente se cultivaron patatas o tomates.
Los bancales también deben prepararse con antelación, siguiendo el esquema. Este trabajo debe completarse al menos 7 días antes de plantar los plantones de tomate. Los bancales no deben ser demasiado anchos; 90 cm son suficientes. La altura de la planta no debe superar los 40 cm.
Lo mejor es dejar una separación de 60 cm entre los bancales. Justo antes de plantar las plántulas, deben regarse abundantemente con permanganato de potasio tibio (1 g por cubo de agua). También se debe añadir un litro de la solución a cada hoyo.
Cubrir el suelo con mantillo protegerá eficazmente los tomates de las condiciones adversas de cultivo y de los ataques de plagas. Las plagas como las hormigas, aunque perjudiciales, también benefician al suelo al aflojarlo.
Vídeo: "Tecnología de cultivo de tomates en invernadero"
El autor del vídeo explica en detalle cómo cultivar tomates en invernaderos y en interiores.
Preparando las semillas para la siembra
Para obtener buenos resultados al cultivar plántulas de tomate, es necesario preparar las semillas. El tratamiento de las semillas puede ayudar a prevenir diversas enfermedades. Para ello, simplemente coloque las semillas en una bolsa de tela y sumérjalas en una solución de permanganato de potasio (1 g por vaso de agua).
¿Cuánto tiempo? Con 20 minutos basta. Después, enjuaga las semillas con agua limpia y colócalas en una solución fertilizante especial. Tras 12 horas, retíralas y colócalas en un lugar cálido.
Al sembrar, mantenga una distancia de 2 cm entre semillas. Coloque una bolsa de semillas en una solución de nitrofosca (1 cucharadita por litro de agua) y luego en agua limpia sin enjuagar. Deje las semillas en remojo durante 24 horas. A continuación, refrigere las semillas durante 48 horas. Es importante que se mantengan húmedas, ya que no toleran bien la sequedad. Tras este proceso, puede sembrar las semillas en la tierra.
Las semillas híbridas no requieren preparación previa para la siembra. Sin embargo, deben sembrarse únicamente en suelo preparado.
El recipiente para las plántulas debe tener al menos 5 cm de altura. Riega la tierra abundantemente y compactala ligeramente. Cava hoyos de 1,5 cm de profundidad y separados 7 cm para plantar.
Coloca el recipiente con las semillas en un lugar luminoso y cálido. Después de 5 días, cúbrelo con plástico. Las plántulas se pueden trasplantar y cultivar en invernadero a partir de febrero.
Siembra y cuidados
Las hortalizas de invernadero se plantan verticalmente a partir de plántulas. Para las plántulas de tallo alto, existen métodos de trasplante específicos:
- Haz un doble agujero (uno debajo del otro) del mismo tamaño que la maceta. Coloca la planta en este agujero y cúbrela con tierra. Las plántulas echarán raíces en menos de dos semanas.
- Plante los tomates en un invernadero de forma escalonada, dejando una separación de 60 cm entre cada planta. Riegue las plántulas solo después de dos semanas.
El acolchado ayudará a proteger las plántulas de plagas y parásitos. Este procedimiento es esencial, ya que incluso las hormigas no molestarán a tus tomates después de su aplicación.
Un componente importante del cultivo de hortalizas es el cuidado adecuado de las plantas.
Reglas para el cuidado de los tomates en un invernadero
- Se debe evitar el riego una vez que el cultivo esté expuesto al suelo. Humedezca la tierra solo después de 10-14 días. El agua debe prepararse bien compactada y a una temperatura de 20 °C (88 °F). El agua fría es muy perjudicial para la planta. Hasta la floración, riegue la hortaliza cada cuatro días. ¿Cuánta agua se requiere por metro cuadrado? Los tomates necesitan suficiente humedad, hasta 5 litros por metro cuadrado. Una vez que comience la floración, aumente la cantidad de agua a 13 litros por metro cuadrado. Regar por la mañana evitará la condensación.
- El entutorado es necesario independientemente del tipo y la variedad de hortaliza. Si los tomates permanecen en el mismo sitio durante más de 12 días, se pueden entutorar. Durante este tiempo, un soporte de 2 metros es suficiente para cada planta. Normalmente, la planta se guía para que tenga un solo tallo, dejando hasta siete racimos de flores.
- La ventilación garantizará un microclima adecuado en el invernadero, lo cual beneficia a las plantas. La planta tolera una ventana abierta; incluso se pueden levantar los extremos y el plástico. Asegúrese de ventilar el invernadero cada dos horas, especialmente durante la floración. En un día caluroso, la temperatura en el invernadero debe ser de 26 °C (79 °F), y en un día fresco, de 20 °C (68 °F). Por la noche, la temperatura debe mantenerse a 16 °C (61 °F).
Expulsando a los hijastros
Generalmente se recomienda dejar solo el tallo inferior y eliminar los brotes laterales. Este procedimiento se realiza mejor cuando hace fresco, preferiblemente por la mañana. Los brotes laterales se pueden recortar o arrancar. Es fundamental desinfectar la zona.
Fertilizante superficial
Las plantas requieren de 3 a 4 aplicaciones de fertilizante durante su desarrollo. La primera aplicación se realiza preferiblemente 20 días después de la siembra. Se utilizan fertilizantes como el fertilizante ideal, el gordolobo y la nitrofosfa como insumos iniciales.
Después de 10 días, aplique otro fertilizante con sulfato de potasio y "Plodorodiye". Fertilice los tomates por tercera vez 13 días después de la aplicación anterior. Utilice ceniza y superfosfato como abono inicial.
La fertilización final es opcional y se utiliza para fortalecer el cultivo. El momento adecuado entre las aplicaciones de nutrientes es clave para una excelente cosecha.
Prevención y tratamiento
Los tomates son un cultivo predilecto para diversos hongos, pulgones, hormigas y gusanos. Es necesario controlar estas plagas. Para evitar que plagas como las hormigas dañen el cultivo, es fundamental tomar medidas preventivas. Existen muchos remedios caseros para la prevención de plagas, como el uso de mantillo.
Las hormigas en un invernadero no solo son perjudiciales, sino que, paradójicamente, también son beneficiosas. Aflojan la tierra y la enriquecen con humus, nitrógeno y potasio. Además, eliminan otras plagas que infestan las tomateras.
Al mismo tiempo, las hormigas consumen semillas y brotes tiernos de los cultivos y facilitan la propagación de pulgones. Como resultado, las hortalizas crecen mal e incluso pueden morir. Al picar, las hormigas inyectan un veneno que provoca alergias.
Si no se toman medidas preventivas, las plantas tendrán que someterse a un tratamiento contra parásitos. Las hormigas, por ejemplo, son reacias tanto a la eliminación física como al control químico de plagas. También se pueden eliminar las plagas del jardín con remedios caseros.
Cosecha
Los tomates sembrados temprano y sus variedades de maduración precoz permiten cosecharlos ya en junio. Incluso se pueden cosechar a diario, pero asegúrese de quitarles los tallos.
Si llega el frío, las frutas se pueden recoger verdes: madurarán perfectamente en el alféizar de una ventana o en una caja de madera.
La eficiencia del cultivo de tomate estará garantizada por:
- Eliminación correcta y oportuna de los brotes laterales;
- Regar las plantas con agua tibia;
- Fertilización sistemática con nutrientes;
- Condiciones correctas de temperatura del suelo y del invernadero;
- Espacio suficiente entre las camas.
Cultivar hortalizas en invernadero es una actividad interesante tanto para principiantes como para jardineros experimentados. Obtener buenos resultados es fácil, pero todo depende del esfuerzo que se le dedique. Se puede determinar por qué las hortalizas no crecen bien observando su aspecto. Tal vez los tomates necesiten abono, o estén siendo atacados por hormigas.
Construyendo un invernadero en tu propiedad, podrás cosechar tu primera cosecha ya en junio. Con los cuidados adecuados, una sola planta puede producir hasta 10 kg de tomates jugosos. No importa cuántos años lleves cultivando tomates, puedes obtener excelentes resultados desde el primer intento.
Vídeo: Cultivo conjunto de tomates y pepinos en un invernadero
Este vídeo te mostrará cómo cultivar correctamente tomates y pepinos juntos en un invernadero.










