¿Por qué los tomates no dan fruto en un invernadero y cómo solucionarlo?
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Condiciones necesarias para la formación del fruto del tomate
Los tomates adoran el calor, pero solo prosperan dentro de un rango de temperatura específico. La temperatura óptima para la floración y el cuajado del fruto se sitúa entre los 20 y los 25 grados Celsius. Sin embargo, una gran diferencia entre las temperaturas diurnas y nocturnas afecta negativamente a la producción de polen y al proceso de polinización.
Los tomates necesitan humedad y un suelo rico en nutrientes para un buen crecimiento, floración y fructificación, pero regarlos no es suficiente; también es importante mantener la humedad ambiental. El riego regular es fundamental durante la floración y el cuajado del fruto. Se recomienda fertilizar al inicio de la floración.
Para la formación de ovarios y el correcto desarrollo del fruto, la planta necesita ser permeable al aire y recibir luz solar en todas sus partes. Por eso se podan las tomateras y la formación de la corona no se deja al azar. Podría parecer que todas estas condiciones se crean en un invernadero cuando no se pueden replicar en un huerto, pero a veces se dan todas las condiciones y, sin embargo, no aparecen ovarios. ¿Por qué ocurre esto?
Vídeo "Método 100% efectivo para preparar tomates"
El vídeo muestra el método correcto para polinizar los tomates.
Lo que les falta a los tomates
Si tus tomates de invernadero crecen con normalidad, incluso florecen, pero no dan fruto, primero debes determinar la causa antes de tomar cualquier medida. Lo primero que debes considerar es, por supuesto, la temperatura, la humedad, la polinización y la salud de la planta.
Temperatura
Lo ideal es que la temperatura no baje de 20 °C ni suba de 25 °C. Las temperaturas diurnas cercanas a los 30 °C no son perjudiciales para la planta, pero sí dificultan la formación de frutos. Incluso un breve aumento a 35 °C esteriliza el polen, lo que significa que las flores no producirán frutos.
Con temperaturas nocturnas inferiores a 15 grados Celsius, no se formará polen. Si estas bajas temperaturas persisten durante varios días, será demasiado tarde para hacer algo. Regar con agua fría por la noche puede bajar la temperatura del suelo (lo que producirá el mismo resultado).
Humedad
Si bien es fácil controlar la temperatura con un termómetro, monitorear la humedad no es tan sencillo. Las fluctuaciones de humedad pueden ser igual de perjudiciales para la cosecha. Durante la maduración, las plantas requieren menos agua que durante la etapa de plántula o floración. Los tomates incluso toleran periodos cortos de sequía y maduran. Sin embargo, durante periodos de crecimiento intenso o floración, la falta de humedad provoca la caída de las flores e incluso de los ovarios.
Las hojas rizadas y las puntas caídas indican que las plantas no reciben suficiente agua. En cuanto aparezcan estos signos, la planta necesita atención urgente y riego adicional.
Si no se observan estos signos, no significa que el problema no esté relacionado con el riego. El exceso de humedad a veces puede provocar enfermedades fúngicas, y las plantas afectadas no producirán cosecha. Además, si una enfermedad se presenta en una sola planta, puede propagarse rápidamente por todo el invernadero. Por lo tanto, se deben inspeccionar las plantas con frecuencia para detectar cualquier infección fúngica lo antes posible. Asimismo, la alta humedad hace que el polen se aglutine e impide su transferencia de las anteras al estigma.
Polinización
Si la polinización en un huerto depende de los insectos y el viento, el espacio cerrado de un invernadero suele convertirse en un obstáculo. Con buen tiempo, cuando las puertas y las rejillas de ventilación pueden permanecer abiertas, la circulación del aire es necesaria y los insectos pueden entrar fácilmente. Sin embargo, esto no siempre es posible; si el tiempo fuera siempre tan bueno, no habría necesidad de invernaderos. Los horticultores deben estar preparados para realizar la polinización artificial si fuera necesario.
Otros motivos
Si las flores florecen pero no dan fruto, es muy probable que la causa sea la sobrepoblación, ya que necesitan suficiente luz solar. A veces, la falta de luz solar puede provocar que las flores se caigan.
Otra causa de la falta de ovarios, y a veces incluso de flores, puede ser un exceso de fertilizante nitrogenado. Esto provoca que la planta crezca demasiado, es decir, que desarrolle un follaje excesivo sin favorecer la floración, o que produzca flores de forma anormal. La falta de fertilizantes minerales (generalmente potasio-fósforo) suele provocar la caída de los ovarios. Se debe fertilizar con regularidad, pero prestando atención a la proporción de los elementos aplicados.
Cuando se ven afectadas por una enfermedad, las plantas pierden las flores sin producir ovarios (o incluso los pierden). Si se utilizan pesticidas para controlar enfermedades o plagas, la producción de polen puede disminuir.
La producción suele disminuir cuando los tomates se cultivan a partir de semillas de una cosecha anterior; las semillas cultivadas en casa no siempre dan buenos resultados. Además, algunos híbridos son incapaces de reproducirse por semilla.
Si se cultivan en invernadero variedades de fruto grande o de alta fructificación, es posible que la planta no tenga la suficiente fuerza para desarrollar toda la fruta formada. Incluso plantas perfectamente sanas con condiciones óptimas pueden perder el exceso de fruta.
Cómo solucionar la situación
La corrección de la situación debe comenzar tan pronto como se identifiquen las causas. Para elevar la temperatura diurna en ausencia de sol, es necesario implementar algún método de calefacción: radiadores, lámparas UV, estufas de leña u otro. Si hay suficiente sol durante el día, se pueden usar recipientes oscuros con agua para elevar la temperatura por la noche. Estos recipientes se calientan durante el día y luego liberan su calor al aire por la noche. El riego nocturno también debe realizarse con agua que se haya calentado durante el día. Por la noche, el invernadero debe cubrirse con mantas adicionales, plástico u otro material de cobertura.
Para bajar la temperatura durante los días calurosos, ventile el invernadero con frecuencia, creando una corriente de aire que llegue a todas las plantas. Cuando los dueños no estén en el jardín, puede instalar un sistema automático de apertura de puertas y ventanas.
Ventilar los invernaderos ayuda a mantener los niveles de humedad y favorece la polinización. Algunos horticultores usan ventiladores para aumentar la circulación del aire. Para atraer insectos, se pueden cultivar flores melíferas entre los tomates o añadir flores en maceta durante esta época. Se dice que cultivar caléndulas cerca de los tomates mejora el sabor de la fruta, además de atraer insectos polinizadores.
Si no es posible atraer insectos, poliniza las plantas tú mismo con un cepillo. Algunos propietarios simplemente dan unos golpecitos al alambre al que están atados los tallos o sacuden las ramas con flores. Después de la polinización artificial, conviene aumentar la humedad regando o rociando las plantas.
Rociar las plantas con flores con ácido bórico aumenta la producción; para ello, disuelva 10 g del ácido en un cubo de agua.
Para que los tomates crezcan sanos, florezcan y den fruto, cada parte de la planta debe recibir suficiente luz solar, esencial para la fotosíntesis. Por lo tanto, es importante podar la copa adecuadamente y a tiempo, eliminar los brotes laterales, entutorar las plantas y recortar las hojas sobrantes. La luz solar y una buena ventilación ayudarán a que la tomatera crezca sana, resista las enfermedades fúngicas, florezca a tiempo y produzca frutos.
Si todas las medidas anteriores fallan, conviene podar los brotes florales y dejar que el arbusto forme nuevos. Corregir las condiciones puede dar mejores resultados la segunda vez.
Si inspeccionas cuidadosamente los arbustos, puedes detectar y prevenir la caída prematura de los frutos. Quizá te convenga comprar semillas de diferentes variedades y no depender demasiado del cultivo de tus propios tomates.
Vídeo: Cultivo de tomates en un invernadero
En el vídeo se muestran cinco reglas para cultivar tomates en un invernadero.



