Cómo y cuándo plantar remolachas en tierra abierta

La remolacha, o simplemente remolacha, es una hortaliza tan esencial en la cocina como las patatas o las zanahorias, por lo que todo horticultor la cultiva en su propio huerto. Además de ser increíblemente saludable, la remolacha es fácil de cuidar, lo que permite obtener una gran cosecha con mínimo esfuerzo. Para cultivar una buena remolacha, basta con prepararla con antelación y sembrar las semillas siguiendo las recomendaciones agrícolas. En este artículo explicaremos cómo sembrar remolacha correctamente.

¿Qué tipo de remolacha debo plantar?

Existen tres variedades de remolacha: la azucarera, la de mesa y la forrajera. Solo la remolacha de mesa es apta para el consumo humano, por lo que se cultiva con mayor frecuencia en huertos y jardines. La remolacha de mesa se presenta en diversas especies y cultivares, cuya elección depende del uso que se le vaya a dar.

  • Para obtener una cosecha rápida de remolachas jóvenes, se deben elegir variedades tempranas y de maduración rápida: First Harvest, Red Ball, Libero;
  • Las variedades de media estación son adecuadas para el consumo en verano: Mulatka, Larka, Pablo, Smuglyanka, Bohemia, Matrona;
  • Para su almacenamiento y consumo durante la temporada de invierno, se recomienda cultivar variedades tardías que puedan conservarse durante mucho tiempo: Borshchevaya, Detroit, Rocket;
  • Si prefiere remolachas con raíces planas, puede elegir las siguientes variedades: Bordeaux, Bettina, egipcia plana;
  • El color burdeos más intenso se encuentra en las hortalizas de raíz cilíndricas: Opole, Cylindra, Mona.

La remolacha de mesa es apta para el consumo humano.

Seleccionar un lugar y preparar las semillas

En nuestro clima, las remolachas se suelen plantar directamente en el suelo, por lo que primero hay que seleccionar un lugar adecuado. Debe tener buen drenaje y ser suficientemente fértil. Los mejores suelos son francos, franco-arenosos o suelos negros sueltos con acidez neutra (pH hasta 7). En cuanto a los cultivos que los preceden, las remolachas crecen bien después de las patatas, los pepinos, las calabazas y las cebollas. Es mejor evitar plantarlas después del ajo y todo tipo de repollo, y especialmente no se recomienda plantarlas después de cultivos que comparten enfermedades comunes, como las zanahorias, el apio, las chirivías y las espinacas.

Es importante saber que la calidad del suelo es fundamental para todos los cultivos hortícolas. Para asegurar una cosecha abundante de remolacha, el suelo debe contener una capa orgánica fértil, lo que requiere fertilización con humus. En suelos muy pobres, se pueden añadir fertilizantes minerales complejos. También es importante recordar que las hortalizas de raíz, de color rojo brillante y sabor dulce, se desarrollan exclusivamente a pleno sol, por lo que se debe evitar plantar remolacha de mesa en zonas sombreadas.

La zona destinada al cultivo de remolacha debe ser suficientemente fértil.

Antes de sembrar remolachas en el jardín, es necesario preparar las semillas. Primero, remójelas en una solución estimulante durante 24 horas. Puede usar una solución ya preparada o un remedio casero tradicional: una solución de bicarbonato de sodio o ceniza (1 cucharadita por litro de agua). Luego, enjuague las semillas, envuélvalas en un paño húmedo y déjelas en un lugar cálido (al menos a 25 °C) durante otros dos días. Las semillas preparadas de esta manera germinarán en aproximadamente una semana.

¿Cuándo sembrar?

La remolacha se puede sembrar dos veces al año: en primavera y a finales de otoño (siembra de invierno).

Dado que la remolacha necesita bastante calor, no es necesario apresurar la siembra de primavera. Lo mejor es esperar a que la tierra alcance una profundidad de 10 cm, generalmente entre principios y mediados de mayo. Si las semillas se siembran en tierra aún fría, las raíces se endurecerán y la planta se espigará prematuramente. Sin embargo, incluso sembrando en mayo, a veces pueden producirse heladas nocturnas o olas de frío. En estos casos, cubrir el terreno con una capa gruesa puede ayudar a salvar la cosecha.

La remolacha se puede sembrar dos veces al año.

La siembra de remolacha de invierno se realiza a principios de noviembre, poco antes de las primeras heladas, aunque en las regiones del norte este periodo puede extenderse hasta mediados o finales de octubre. La ventaja de la siembra invernal reside en que produce una cosecha más temprana y de mayor calidad; por lo general, la remolacha de invierno está lista para el consumo a finales de junio. Sin embargo, también presenta una desventaja: las semillas suelen congelarse durante el invierno, y la cosecha se considera perdida.

Cómo plantar

Antes de sembrar remolachas, hay que preparar el terreno: si se labró en otoño, simplemente hay que aflojarlo un poco, deshacer todos los terrones y nivelarlo. Se puede añadir materia orgánica (estiércol descompuesto, cenizas de estufa) al suelo justo antes de la siembra. No es necesario utilizar fertilizantes nitrogenados, ya que afectan negativamente la calidad de las hortalizas de raíz y, en grandes cantidades, contribuyen a la acumulación de nitratos.

Antes de plantar, es necesario preparar el terreno.

Una vez preparado el bancal, puede comenzar a marcar el terreno para asegurar que las hileras queden uniformes y con un aspecto atractivo. La siembra de remolacha suele seguir uno de estos patrones:

  • hilera simple, cuando la distancia entre hileras es de 30 a 40 cm;
  • doble fila: las filas están dispuestas en pares a una distancia de 15 a 20 cm entre sí y 40 cm entre pares.

Una vez que haya decidido la distribución, use un palo para marcar las líneas que servirán de guía para los surcos. Cada surco debe tener entre 4 y 5 cm de profundidad. Riegue bien el fondo del surco y, una vez que la humedad se haya absorbido por completo, puede plantar las semillas. Como son bastante grandes, es mejor colocarlas individualmente, con una separación de 8 a 10 cm, dentro del surco. Luego, cubra los surcos con tierra y deje de regar.

Las remolachas toleran bien el trasplante y enraízan con facilidad.

La remolacha se trasplanta bien y enraíza con facilidad, por lo que a veces se cultiva a partir de plántulas. Este método elimina la necesidad de aclareo y permite una cosecha mucho más temprana. Las semillas para plántulas deben sembrarse aproximadamente un mes antes de la fecha prevista para el trasplante. El principio de siembra es el mismo, excepto que la distancia entre surcos se reduce a 5-6 cm y las semillas se siembran a 3-4 cm de distancia. Una vez que las plántulas tengan cuatro hojas, se pueden trasplantar al huerto.

Cuidado de la cosecha

El cuidado de la remolacha consiste en lo siguiente: deshierbar, aflojar la tierra, aclarar las plántulas, regar y fertilizar. Si la tierra se fertilizó con humus y ceniza antes de la siembra, se puede omitir el último paso (fertilización), ya que las plántulas no sufrirán deficiencia de potasio ni nitrógeno.

Las remolachas necesitan ser regadas regularmente.

En cuanto empiecen a brotar las plántulas, es importante controlar el suelo y regar cuando la capa superior se seque. Una vez que las plantas se hayan establecido y empiecen a desarrollar raíces, regar solo cuando sea necesario. El último riego debe realizarse como máximo tres semanas antes de la cosecha. Aflojar la separación entre surcos y eliminar las malas hierbas después de cada riego.

Dado que las semillas de remolacha producen múltiples frutos, es necesario aclarar las plántulas al menos dos veces durante su crecimiento. Esto se realiza una vez cuando tienen dos hojas verdaderas y otra vez cuando tienen de cuatro a cinco hojas. La distancia entre plantas debe ser de 7 a 10 cm. El momento de la cosecha depende de la variedad, pero en cualquier caso, las raíces no deben permanecer en la tierra más allá de mediados de octubre.

Vídeo: Siembra de remolachas en campo abierto

Este vídeo te mostrará cómo plantar remolachas correctamente en campo abierto.

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