Cómo y con qué alimentar las remolachas

La remolacha es una hortaliza de raíz muy popular que muchos jardineros disfrutan cultivando. Su cultivo es relativamente sencillo, incluso para quienes se inician en la jardinería. Hoy aprenderás a abonar la remolacha para asegurar una excelente cosecha.

Preparando las camas

Hoy en día, la remolacha se cultiva en muchos huertos y jardines. Si bien su cuidado es relativamente sencillo, existen algunas pautas específicas que se deben seguir para obtener una cosecha abundante y de alta calidad. La fertilización es fundamental para el cultivo de la remolacha. Esto requiere elegir el lugar adecuado y preparar los bancales. Solo así la fertilización garantizará los resultados deseados.La remolacha es una hortaliza de raíz muy popular.

Las remolachas deben cultivarse en zonas bien drenadas, con suelos ligeros y bien drenados. En estas zonas, con una fertilización oportuna, se pueden obtener tubérculos dulces.

La remolacha crece mejor en suelos arenosos y limosos con pH neutro. Sin embargo, es poco probable que los suelos arcillosos y pesados ​​produzcan tubérculos dulces, incluso con fertilizante. Asimismo, conviene evitar las zonas con agua estancada y suelos muy ácidos.

Las patatas, los pepinos y las cebollas son excelentes cultivos precursores de la remolacha. No se recomienda volver a cultivarlas en el mismo lugar hasta después de tres años.

Cabe destacar que este cultivo se desarrolla bien en campo abierto, cuando se siembra en los bordes de los bancales. Esta disposición permite ahorrar mucho espacio y facilita la siembra, ya que las remolachas recibirán toda el agua y los nutrientes que necesitan de las plantas vecinas.Remolacha en sección

Una vez elegido el lugar adecuado para sembrar este cultivo, es necesario preparar correctamente los bancales. Esto comienza en otoño, después de haber recogido toda la cosecha y haber retirado los restos vegetales del suelo.

La preparación de los bancales en otoño para la siembra de remolacha en primavera se realiza de la siguiente manera:

  • Es necesario excavar a fondo la zona de terreno;
  • La excavación se realiza hasta la profundidad de una pala;
  • Después de esto, se deben agregar fertilizantes al suelo.

Algunos jardineros recomiendan esparcir fertilizante sobre el terreno primero y luego cavar la tierra. Al cavar, conviene deshacer los terrones más grandes.

En otoño, se añaden fertilizantes orgánicos a los bancales. Estos pueden ser compost o humus. La dosis recomendada es de medio cubo de fertilizante por metro cuadrado. Además de los fertilizantes orgánicos, también se pueden añadir fertilizantes minerales en otoño, como nitrato de amonio o superfosfato (a razón de 20-30 g/m²), así como cloruro de potasio (10-15 g/m²).Remolachas jóvenes en el jardín

Si el suelo ha aumentado su acidez, entonces es necesario agregar ceniza, cal o harina de dolomita al suelo durante este período de tiempo.

Tenga en cuenta que al preparar los bancales para la remolacha, no debe añadir estiércol fresco al suelo. Esto afectará negativamente a la calidad de la cosecha. Cuando se añade estiércol fresco al suelo, los tubérculos tendrán una forma antiestética y además acumularán muchos nitratos.

Además de preparar los bancales y abonar el suelo en otoño, conviene abonarlo antes de la siembra en primavera. Durante este periodo, se recomienda abonar el suelo con ceniza de madera. Se cree que este abono, muy popular, enriquece el suelo con micronutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo óptimos de las plantas. Esto resulta muy beneficioso tanto para el cultivo al aire libre como en invernadero.Fertilizar el suelo con ceniza de madera

La ceniza añadida al suelo ayudará a neutralizar su acidez. Por lo tanto, tras la aplicación de este fertilizante, el terreno preparado será más apto para el cultivo de esta hortaliza de raíz. Esto, naturalmente, aumentará la producción de remolacha.

Vídeo: Cómo cultivar remolachas

En este vídeo, agricultores experimentados comparten los secretos del cultivo de la remolacha.

Fertilizante después de la germinación

Los fertilizantes para la remolacha varían. La primera aplicación se realiza después de que aparecen los primeros brotes. Al fertilizar este cultivo al aire libre, es importante recordar que esta planta tiene la capacidad de acumular cantidades significativas de nitratos en sus tubérculos. Por lo tanto, es fundamental tener mucho cuidado al aplicar fertilizantes minerales. También es importante recordar que el uso de fertilizantes a base de potasio, así como los que contienen cloro, reducirá los niveles de nitratos en los tubérculos.Abonar la tierra antes de plantar

Los fertilizantes fosfatados son muy beneficiosos para las remolachas jóvenes. Aceleran el crecimiento y desarrollo de las plantas en campo abierto. Esta activación de los procesos de crecimiento se observa no solo en las raíces, sino también en las partes verdes aéreas de las plantas. Por lo tanto, cuando aparecen los primeros brotes (con 3 o 4 hojas verdaderas), se recomienda añadir superfosfato y cloruro de potasio al suelo para estimular su crecimiento.

La primera fertilización después de la germinación se realiza de la siguiente manera:

  • Entre las hileras, a una distancia aproximada de 5-8 cm de los tallos, hay que formar surcos poco profundos;
  • Los fertilizantes deben aplicarse de forma alternada. Esto significa añadir potasio al primer surco y superfosfato al segundo. Así es como se realizará la alternancia;
  • Tras aplicar el fertilizante, los surcos se cubren con tierra;
  • entonces necesitan ser regadas.

Es importante respetar estrictamente la concentración. Se deben aplicar de 5 a 10 gramos de cloruro de potasio por metro cuadrado de superficie plantada. Sin embargo, de superfosfato solo se deben aplicar 5 gramos por metro cuadrado de superficie.

En primavera, también se puede utilizar el fertilizante complejo Kemira. Además, se debe añadir sal potásica (8 g por metro cuadrado) y nitrato de amonio (7-9 g por metro cuadrado). Con esto se completa la fertilización primaveral.

Fertilización de la remolacha en verano

Para asegurar una cosecha abundante y sabrosa de remolacha, los horticultores la fertilizan en verano. Para ello, pueden utilizarse tanto fertilizantes minerales como orgánicos.Remolachas jóvenes lavadas

Este procedimiento puede dividirse en tres períodos, que coinciden con los meses de verano:

  • En junio. Durante este mes, los expertos recomiendan usar gordolobo simple. Se diluye en una proporción de 1:10. Añadir cloruro de potasio al gordolobo también es una excelente opción. Para ello, diluya 20 g de la sustancia en 10 litros de agua.
  • En julio (a finales de mes). Durante este período, el cultivo de raíz está en pleno crecimiento. Por lo tanto, se debe aplicar superfosfato en este momento. Utilizar 5 g de la sustancia por metro cuadrado;
  • En agosto (a finales de mes), se aplica el último abonado de cobertura, 20 días antes de la cosecha. Este abonado también incluye superfosfato. La solución se prepara siguiendo el mismo principio que en julio.

La ausencia de incluso una sola fertilización estival puede afectar negativamente el volumen y la calidad de la cosecha.

Si el verano ha sido lluvioso, es importante reponer las reservas de nitrógeno del suelo, ya que este se lixiviará activamente. De lo contrario, las remolachas comenzarán a marchitarse. Se debe utilizar urea. Para preparar la solución, disuelva una cucharadita de urea en cinco litros de agua. Aplique la solución resultante como fertilizante foliar, pero solo ante los primeros signos de deficiencia de nitrógeno.Cosecha de remolacha en la mesa

Para asegurar que los tubérculos sean dulces, fertilice las plantas con sal. Se utiliza sal común como fertilizante. Para preparar una solución, disuelva 250 gramos de sal en 10 litros de agua. Riegue las plantas con esta solución salina de dos a tres veces durante el verano.

  • la primera vez - después de la formación de la sexta hoja;
  • la segunda vez - cuando aparecen los cultivos de raíz (deben elevarse por encima del suelo);
  • La tercera vez, 14 días después, tras la segunda toma.

La solución salina se aplica a las raíces. También es posible la aplicación foliar. Su propósito es repeler plagas. Por lo tanto, toda la parte verde de la planta debe tratarse con la solución salina. Es importante mantener la concentración correcta, ya que un exceso de sal afectará negativamente el crecimiento y desarrollo de la planta.

Al cultivar remolachas, seguir un programa de fertilización sencillo durante el otoño, la primavera y el verano puede brindar una excelente y deliciosa cosecha al final de la temporada. Recuerde, la clave del éxito reside en el momento adecuado y la correcta concentración de los fertilizantes.

Vídeo: "Secretos del cultivo de la remolacha"

El vídeo muestra todas las complejidades de la siembra y fertilización de la remolacha.

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