Reglas para plantar grosellas negras en primavera

Incluso el jardinero más inexperto sabe que lo mejor es plantar las grosellas en otoño. Esto les da tiempo a las plántulas para echar raíces y crecer fuertes, preparándolas para un crecimiento vigoroso en primavera. Pero si has conseguido material de plantación más tarde, con gusto te explicaremos cómo plantar grosellas correctamente en primavera.

Beneficios de la siembra primaveral

Si por algún motivo no pudiste plantar grosellas negras a finales de verano u otoño, siempre puedes hacerlo en primavera y, en pocas temporadas, disfrutarás de una cosecha de deliciosas y aromáticas bayas. La siembra primaveral debe realizarse lo antes posible; el mejor momento es justo después del deshielo. Conocer todos los consejos necesarios sobre cómo plantar grosellas correctamente en primavera te permitirá disfrutar de tus bayas favoritas enseguida.

Trasplante de grosellas en primavera

Lo primero que debes considerar es la ubicación óptima para plantar tus futuros arbustos. Lo mejor es elegir un sitio protegido del viento, con suficiente luz solar y humedad, pero sin encharcar el suelo. Si el nivel freático en tu zona es alto, esto supone un grave riesgo para el sistema radicular de las plántulas: comenzarán a pudrirse y morirán pronto.

Una vez elegido el lugar, puede comenzar a plantar. Lo mejor es plantar las grosellas en hoyos preparados de unos 40 cm de profundidad y hasta 50 cm de ancho. Coloque en el fondo del hoyo una mezcla de nutrientes orgánicos mezclada con la tierra extraída. Riegue abundantemente (con al menos 10 litros de agua) y coloque la plántula. Asegúrese de que las raíces no se enreden y, a continuación, rellene el hoyo con tierra.

La mejor época para plantar grosellas es el otoño, pero los jardineros a menudo las plantan en primavera.

Una vez terminada la siembra, puede regar la plántula abundantemente de nuevo. Lo más importante a tener en cuenta al plantar es tratar con cuidado las raíces y evitar dañarlas bajo cualquier circunstancia.

Otro punto importante es la profundidad de plantación: es mejor plantar las grosellas de manera que el cuello de la raíz quede 5 cm por encima de la superficie del suelo.

Durante todo el verano, los arbustos jóvenes de grosella solo requerirán cuidados ligeros: riego según sea necesario, fertilización suave, remover la tierra de los canteros y eliminar las malas hierbas. Si se plantan y cuidan adecuadamente, los arbustos de grosella crecerán fuertes y le recompensarán con una abundante cosecha.

Después de plantarlas, las grosellas se riegan abundantemente.

Puntos clave del aterrizaje

Un arbusto de grosellas puede producir fruta eficazmente y prosperar en un mismo lugar durante diez años.

Plantar grosellas negras en primavera requiere cierta preparación, sobre todo en lo que respecta a la ubicación. Elija un lugar resguardado del viento pero soleado, y cave una zanja. Coloque compost preparado mezclado con un poco de tierra en el fondo (nunca use estiércol fresco, ya que puede quemar los brotes tiernos de las raíces). Coloque con cuidado el arbusto en el hoyo y riéguelo abundantemente. Rellene el hoyo con tierra, procurando no compactarla.

El lugar de plantación debe ser soleado.

Requisitos del suelo

Como ya se mencionó, las grosellas negras son plantas que requieren humedad, pero no toleran el encharcamiento; este es un punto crucial a considerar al plantarlas en primavera. En cuanto a la composición del suelo, las grosellas no toleran suelos demasiado ácidos. Los arbustos de grosella prosperan en suelos francos y bien fertilizados. Otro punto importante: verifique que el suelo esté lo suficientemente caliente; debe descongelarse hasta una profundidad de unos 20 cm para el momento del trasplante.

Las grosellas prefieren suelos francos y bien fertilizados.

Riego

La plantación de grosellas en primavera requiere especial atención al riego. Al plantar, el hoyo preparado debe regarse abundantemente, con al menos 10 litros de agua por planta. Esto asegura que el fertilizante orgánico colocado en el fondo del hoyo se distribuya uniformemente por las capas más profundas del suelo, nutriendo eficazmente el sistema radicular de la futura planta.

Si has investigado a fondo cómo plantar grosellas y has seguido todas las instrucciones, puedes dejar la plántula tranquila por un tiempo. Solo necesitará riego durante el período en que la planta suele empezar a formar los brotes frutales. Es especialmente importante regar los arbustos durante este tiempo si esta etapa de la vida de la grosella coincide con un período seco. En otoño, puedes regar los arbustos jóvenes de nuevo; esto se llama riego previo al invierno.

El riego es de aproximadamente 10 litros por arbusto.

Fertilizante

Las grosellas se reproducen bien y prosperan en nuevos lugares, siempre que el suelo de su jardín sea fértil. Si planta grosellas negras en primavera, lo mejor es preparar y fertilizar los bancales en otoño. Pero incluso si esto no sucede por algún motivo, puede añadir mezclas de nutrientes directamente al hoyo de plantación, utilizando unos 8 kg de humus, 100 g de superfosfato y 60 g de sal potásica por plántula. La siguiente fertilización se programa aproximadamente 20 días después, cuando deberá aplicar unos 15 g de fertilizante nitrogenado debajo de cada planta.

Aplicación de fertilizantes minerales al suelo

Posteriormente, cuando la planta de grosella comience a dar fruto, necesitará ser fertilizada anualmente con fertilizantes minerales y orgánicos. Una mezcla de 20 g de sulfato de potasio, 100 g de superfosfato y 30 g de urea ha demostrado ser eficaz. De estos últimos, el estiércol y el gallinaza son los más óptimos: simplemente remoje 1 kg de estiércol en 10 litros de agua durante 3 días, añada otros 10 litros de agua a la mezcla resultante y riegue los bancales de grosella con esta solución, asegurándose de que el agua llegue directamente debajo de la planta. Si decide usar gallinaza en lugar de estiércol, simplemente duplique la cantidad de agua; por lo demás, el procedimiento para preparar la mezcla de nutrientes sigue siendo el mismo.

Después de plantar las grosellas, se abonan.

Nota para el jardinero

La propagación de grosellas negras en primavera implica una serie de aspectos que nos gustaría analizar con más detalle:

  • Preparación del material de plantación. Es importante que la planta madre de la que se tomarán esquejes para la propagación de grosellas en primavera esté completamente sana; plantar plántulas debilitadas inevitablemente resultará en un árbol enfermo. Si bien la mejor época para plantar es marzo, los esquejes deben prepararse un poco antes, cuando las yemas comienzan a hincharse. Para los esquejes, elija ramas de al menos 5 mm de grosor en la base y unos 20 cm de largo. Es fundamental realizar el corte correctamente: utilice un cuchillo afilado, con cuidado y rapidez; las tijeras de podar son la mejor opción.
  • Patrón de plantación. Si va a plantar más de un plantón de grosella, procure que la disposición de las plantas sea escalonada. De esta forma, cada planta recibirá la cantidad óptima de luz solar, lo que garantizará una cosecha abundante.
  • La poda de formación es esencial. No basta con saber cómo propagar las grosellas negras; también es necesario cuidarlas adecuadamente. La poda regular es fundamental. Las grosellas negras requieren poda anual, ya que las vides más viejas son reacias a dar fruto. Además, podar las vides viejas distribuye uniformemente la carga sobre el arbusto, aumentando así la producción. Otro punto importante es la eliminación de los brotes dañados o congelados. La poda debe realizarse a principios de primavera, antes de que la savia comience a fluir y las yemas se abran. La siguiente vez que necesitará usar las tijeras de podar será en otoño, para eliminar las ramas jóvenes no deseadas: las que se encuentran sobre el suelo son un foco de plagas.

Las grosellas requieren una poda formativa obligatoria.

  • Preparándonos para el invierno. Ya en octubre, es hora de empezar a pensar en cómo proteger los arbustos de grosella del frío que se avecina. Primero, realice la poda sanitaria descrita anteriormente. A continuación, cave la tierra alrededor de cada arbusto, pero con cuidado para que las raíces no se congelen. Ahora, comience a acolchar la tierra con hojas caídas, serrín, heno o incluso cáscaras de semillas de girasol. Con la llegada de las primeras heladas, envuelva cada arbusto con cuerda: esto es necesario para evitar que las ramas se rocen entre sí, ya que la mayoría de los daños en los brotes se deben a la rotura de ramas congeladas por las ráfagas de viento. Cuando nieve, esparza nieve sobre cada arbusto de grosella, repitiendo este proceso varias veces. Lo ideal es que la capa de nieve sobre el arbusto alcance los 15 cm. Gracias a esta capa de nieve, la planta podrá resistir incluso las heladas más intensas. Puede intentar improvisar un refugio protector; cualquier material que tenga a mano servirá para este fin: mantas viejas o cajas de cartón;
  • Protección contra las heladas primaverales. Otro periodo delicado en el que los arbustos de grosella pueden necesitar protección es en primavera, cuando se forman los capullos de las futuras flores. En esta época existe un alto riesgo de heladas nocturnas, que pueden destruir todos los capullos en desarrollo. Por lo tanto, es mejor prevenir y cubrir las plantas después de regarlas bien.

Estas son todas las reglas sencillas que debes seguir para asegurar cosechas abundantes y constantes de tus bayas favoritas. A pesar de su aparente complejidad, el proceso es bastante simple; ¡pruébalo una vez y verás que es pan comido!

Vídeo: "Guía para la plantación de grosellas"

Este vídeo te mostrará cómo plantar correctamente arbustos de grosella negra.

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