¿Por qué se ponen amarillas las hojas de las grosellas? Principales razones
Plagas
Las hojas de las grosellas pueden amarillear a principios de verano debido a la presencia de pulgones de las agallas, que se alimentan de su savia. Esta plaga, muy común, se instala en el envés de las hojas, perforando los vasos sanguíneos con su probóscide y provocando pequeñas hinchazones rojas o amarillas. La hoja entera se torna amarilla y cae prematuramente. Lo peor es que pueden aparecer hasta siete generaciones de pulgones de las agallas en una sola temporada. Con una población tan numerosa, la plaga puede destruir varios arbustos de grosellas y propagarse a otras plantas. Una vez que la plaga se ha propagado, es imposible controlarla; el primer signo de su aparición debe iniciarse.
Los pulgones se controlan con insecticidas, que solo pueden usarse antes de la floración o después de la cosecha. En otros momentos, solo se pueden tratar las zonas afectadas del arbusto. Tras la cosecha, se debe tratar cada hoja por ambas caras y repetir el tratamiento en otoño, cuando los pulgones ponen sus huevos. Es recomendable realizar un tratamiento preventivo de los arbustos y el suelo circundante en primavera, antes de la brotación.
Las arañas rojas son muy pequeñas y solo se detectan cuando aparecen hojas amarillas, seguidas de telarañas. Si se detectan a tiempo, basta con lavar la planta con agua limpia y rociarla con agua durante los días siguientes. Se recomienda rociar con una infusión de ajo, tabaco o cebolla mezclada con jabón para ropa. La infusión de diente de león también es eficaz. Si estos métodos no funcionan, utilice acaricidas o insecticidas específicos.
El amarilleamiento de las hojas y la muerte de los brotes pueden ser causados por las orugas del gusano de cristal de la grosella, que se alimentan de su savia e incluso roen los brotes jóvenes y tiernos. Lo terrible es que esta plaga no teme a ningún producto químico; no se la puede envenenar fácilmente. Para prevenirla, afloje bien la tierra alrededor de los arbustos en primavera y principios de verano, y corte y destruya sin piedad cualquier brote afectado.
Estas no son las únicas plagas que atacan las grosellas. Otras plagas incluyen los ácaros de los brotes y la polilla de los brotes de la grosella, que puede impedir que las hojas se abran. El barrenador de la grosella es un escarabajo que se alimenta de las hojas y deja sus larvas para que pasen el invierno dentro de los brotes. Las moscas sierra de las hojas infestan con mayor frecuencia las grosellas rojas y blancas, alimentándose de sus hojas.
Vídeo "Plagas de la grosella"
Este vídeo te informará sobre las plagas de la grosella y cómo controlarlas.
Factores externos
Los arbustos de grosella sanos y fuertes son menos susceptibles a las plagas y enfermedades. Y si las contraen, sufren mucho menos que los debilitados. Sin embargo, las plagas no son la única causa del amarilleo repentino de las hojas de grosella. Para comprender por qué se produce este amarilleo, es necesario analizar las condiciones de cultivo y la calidad de los cuidados recibidos.
La causa más simple y fácil de remediar es la falta de humedad. En climas secos y calurosos, los arbustos necesitan riego; sin él, las hojas se volverán amarillas y se secarán, y la fruta crecerá pequeña e incluso puede secarse antes de madurar.
Curiosamente, las hojas también pueden amarillear por exceso de humedad. Esto indica marchitamiento debido a la falta de nutrientes esenciales, en particular nitrógeno. Las grosellas prosperan en ambientes húmedos, pero sobre todo en suelos ligeros y fértiles. Si el suelo no es muy fértil, requieren fertilización más frecuente. Por la misma razón, se recomienda plantar las grosellas lejos de otros arbustos o árboles, dejando al menos un metro de separación entre ellas; así se asegurará que reciban tanto tierra como luz solar.
Si se plantan arbustos mal formados, las hojas pueden amarillear y marchitarse debido a un sistema radicular poco desarrollado. Por lo general, un arbusto joven debe tener de 4 a 6 brotes desarrollados y un sistema radicular fuerte y bien desarrollado. Las raíces jóvenes no podrán nutrir los brotes en crecimiento.
Otra posible causa es plantar el arbusto en la época equivocada. Para que enraíce y crezca bien, la temperatura del suelo debe ser superior a 18 grados Celsius (64 grados Fahrenheit) al momento de la siembra, lo cual puede no ocurrir en primavera si se planta temprano. Por eso, los jardineros experimentados prefieren plantar las grosellas en otoño.
Este arbusto frutal debe cultivarse en un lugar soleado y protegido del viento, en suelo fértil. Debe podarse adecuadamente cada año, fertilizarse con abonos orgánicos y minerales, y proporcionarse suficiente humedad, especialmente durante la época de fructificación. Esto garantizará que el arbusto se mantenga sano y fuerte.
Video de control de plagas
Este vídeo te mostrará cómo proteger las grosellas de las plagas.




