Variedad universal de grosella negra temprana Nara
Contenido
Característica
La variedad de grosella Nara es de maduración temprana. Fue desarrollada por el obtentor A.I. Astakhov mediante el cruzamiento de la plántula Golubka con la variedad 32-77. A finales de la década de 1990, Nara se incorporó al registro de variedades. Se recomienda su cultivo en las regiones Noroccidental, del Volga Medio y Central.
La planta crece hasta convertirse en un arbusto compacto de altura media. Los brotes jóvenes son de color claro y textura mate. Suelen ser curvos en lugar de rectos.
Las hojas de la planta se describen de la siguiente manera: trilobuladas, grandes, verdes y ligeramente convexas. El ápice de los lóbulos es puntiagudo y la base de la lámina foliar presenta una pequeña muesca. Los dientes de los márgenes de las hojas son cortos y romos.
El arbusto produce flores de tamaño mediano, generalmente de color rojo pálido. Los sépalos también son de tamaño mediano. La inflorescencia es corta y consta de 6 a 10 flores.
Las bayas de esta variedad son bastante grandes, con un peso de entre 2 y 3,3 gramos cada una. Son negras, tienen un brillo característico y crecen en largos pedúnculos. Los frutos no se dañan durante la cosecha. Esta grosella tiene un sabor agridulce.
La variedad Nara tolera bien la sequía y las heladas primaverales. También es resistente a enfermedades fúngicas y ácaros de los brotes. Su rendimiento promedio es de 10 toneladas por hectárea, con un máximo de 14,6 toneladas. Cada planta puede producir entre 1,5 y 2,2 kg aproximadamente.
Cuidando la variedad
Además del riego regular, las grosellas negras requieren fertilización durante la floración. El fruto es muy atractivo para diversas plagas, por lo que conviene fumigarlo periódicamente como medida preventiva. El resto de las tareas son las habituales: deshierbe, remoción de la tierra y eliminación de malas hierbas cercanas. La grama rastrera es especialmente dañina para la planta.
Aterrizaje
Las grosellas se propagan con mayor frecuencia mediante esquejes o acodos, ya que la planta es capaz de formar raíces rápidamente a partir de los brotes que tocan el suelo. En ocasiones, se puede aumentar el número de grosellas en una parcela dividiendo el arbusto. Los esquejes verdes enraízan fácilmente en la tierra y comienzan a crecer vigorosamente en cualquier momento de la temporada de crecimiento. Plantarlas en otoño ofrece los mejores resultados. Esto permite que las bayas se establezcan en el suelo antes de la primavera y, con la llegada del clima cálido, comenzarán a crecer con vigor.
Antes de plantar, es importante preparar la tierra. El suelo debe ser ligeramente alcalino; por lo tanto, un suelo franco es ideal para el cultivo de grosellas. Lo mejor es plantarlas en zonas soleadas o con sombra parcial. Si hay demasiada sombra, las bayas perderán parte de su dulzor y la cosecha se reducirá considerablemente.
Una vez elegido el lugar de plantación, se debe remover la tierra y fertilizarla. Al plantar, mantenga una distancia de 1,5 metros entre plantas. Cave un hoyo de 0,4 metros de profundidad y 0,5 metros de diámetro. Vierta medio cubo de agua en el hoyo, coloque la plántula y luego añada otro medio cubo de agua.
A continuación, esparza la tierra, que luego se cubre con turba, estiércol o humus. Las raíces de la grosella se encuentran cerca de la superficie del suelo, por lo que son sensibles a la humedad de la capa superior. La planta prospera con la humedad, pero, a pesar de ello, no debe permitirse el encharcamiento en la superficie del suelo.
Guarnición
El cultivo de grosellas negras requiere una serie de podas. Tras plantarlas en su ubicación definitiva, es necesario eliminar regularmente las ramas. Se deben dejar de dos a cuatro yemas desarrolladas en cada brote. La altura de poda debe ser de 0,1 a 0,15 metros. Al cabo de un año, se eliminan por completo los brotes pequeños, débiles e inmaduros, así como las demás ramas. Solo se deben dejar unos pocos brotes (no más de cuatro) que formarán la estructura del arbusto.
En el tercer año de vida de la planta, cuando el arbusto haya desarrollado una gran cantidad de ramas primarias, se deben podar dejando aproximadamente cinco de las partes más vigorosas. Para el cuarto o quinto año, el arbusto debería tener hasta 20 ramas principales, las cuales se podan únicamente para rejuvenecer la planta y prevenir enfermedades.
La técnica de poda para los arbustos de grosella depende del grupo al que pertenece la variedad. Existen tres grupos:
- Cada año, estas plantas producen gran cantidad de brotes que crecen desde la raíz. Sin embargo, estos brotes se ramifican poco. Por lo tanto, al podar, se acortan los brotes lo máximo posible (dejando no más de un tercio de su longitud original), lo que favorece la ramificación. Las ramas de estas variedades envejecen rápidamente.
- Las variedades del segundo grupo se caracterizan por el escaso crecimiento de sus brotes jóvenes. Sin embargo, estas plantas tienden a presentar una ramificación activa de sus órganos estructurales. Por ello, el arbusto suele estar formado por numerosos brotes de distintas edades. Para corregir esto, prácticamente no es necesario podar los brotes jóvenes; no obstante, podar las ramas más viejas y eliminar las yemas favorecerá el aumento del número de brotes y estimulará su crecimiento. Las variedades de este grupo tienen una fertilidad prolongada, por lo que las ramas se podan completamente a los 5-6 años de edad.
- El tercer grupo posee características tanto del primero como del segundo. Las variedades de este grupo producen un número promedio de brotes estériles. Su nivel de ramificación es promedio. Los brotes de estas plantas dan fruto durante más de cinco años. La poda se realiza con la misma técnica que para las plantas del grupo 2, pero los brotes se acortan aún más.
Fertilizante superficial
Una descripción del cuidado de la grosella de Nara estaría incompleta sin mencionar la fertilización. En diferentes etapas de desarrollo, la planta requiere nutrientes orgánicos y minerales.
Por lo tanto, al inicio del crecimiento, se debe añadir nitrógeno para promover la formación de biomasa verde activa. También regula el crecimiento general de la planta y la fructificación. Sin embargo, es importante tener mucho cuidado con este elemento y respetar la dosis correcta. Un exceso de fertilización nitrogenada puede provocar la acumulación de nitratos, que son perjudiciales para los humanos, en los frutos de la planta.
El potasio y los fertilizantes que lo contienen se añaden para mejorar el equilibrio hídrico de la planta. También favorece el desarrollo de las raíces.
En cuanto al fósforo, debe aplicarse en dosis muy pequeñas, ya que las grosellas lo absorben en su mayor parte del suelo. El fósforo es una fuente de energía para las plantas y también tiene un efecto positivo en su resistencia a ciertas enfermedades.
De la materia orgánica, se suelen utilizar estiércol podrido (nunca fresco) y una solución de gordolobo.
Las principales ventajas de la variedad
Se considera que las principales ventajas de esta variedad son:
- alto nivel de adaptabilidad a las condiciones ambientales;
- autofertilidad;
- Resistencia a la mayoría de las enfermedades y a los ataques de plagas como los ácaros renales.
Por lo tanto, la variedad Nara es resistente a diversas enfermedades y plagas. Su cultivo es bastante sencillo, y la cantidad y el sabor de la fruta justifican plenamente el esfuerzo invertido.
Vídeo "Smorodina Nara"
Este vídeo te contará más sobre la variedad de grosella negra Nara.







