Todo sobre el cultivo de la ciruela negra Tula
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Historia del desarrollo de la variedad
Como su nombre indica, esta ciruela es originaria de la región de Tula. Se desconoce la historia exacta de su origen. Presumiblemente, la ciruela negra de Tula es un híbrido producto de la polinización accidental de la conocida variedad de ciruela doméstica húngara, dada su gran similitud.
Este cultivo fue descubierto y descrito por primera vez por un agrónomo llamado G. Ya. Serebro. Actualmente, esta ciruela se cultiva en toda la zona central del país, aunque se ha extendido ampliamente en las regiones de Tula y la vecina Kaluga.
Vídeo: Instrucciones para plantar un ciruelo
Este vídeo te mostrará cómo plantar ciruelos correctamente.
Características principales
Los ciruelos negros de Tula crecen pequeños, de 2,5 a 4 m. La densa copa ovalada consta de hojas lanceoladas de color verde oscuro con bordes serrados.
La fructificación es mixta: la cosecha se forma principalmente en las ramas principales y, en menor medida, en los brotes jóvenes de un año. Los primeros frutos aparecen en los árboles entre 5 y 6 años después de la plantación. Los árboles injertados producen la cosecha un año antes.
El ciruelo no necesita polinizadores, ya que es autofértil, pero la proximidad a cualquier ciruelo cultivado puede aumentar significativamente su productividad.
Como todas las variedades de fruta cultivadas en casa, la ciruela negra Tula tiene sus propias características. Si bien es excepcionalmente resistente al invierno (soporta fácilmente temperaturas de hasta -35 °C), esta ciruela puede ser susceptible a daños por heladas durante los deshielos o cambios bruscos de temperatura.
Los brotes florales tampoco son muy resistentes al invierno, menos que la madera. Dado que el árbol florece temprano, son frecuentes las pérdidas de cosecha por heladas recurrentes. En veranos secos, sin riego suplementario, los frutos pueden caerse antes de madurar. A pesar de todo, los árboles son muy resistentes y se consideran longevos entre los ciruelos domésticos.
La ciruela negra de Tula madura tardíamente, a mediados de septiembre. Sus frutos no son particularmente grandes; pesan entre 15 y 20 g, aunque algunos llegan a pesar hasta 30 g. El fruto es ovoide. La piel es fina y su color no es negro, como su nombre indica, sino azul oscuro con un matiz rojizo, que se aprecia al retirar la gruesa capa azulada. El hueso es pequeño y se separa fácilmente.
La pulpa de la ciruela es de color amarillo verdoso (que se torna ámbar con fibras rojizas al madurar demasiado), con un sabor agridulce, calificado con un 4,1 por los catadores. El sabor y la apariencia de la fruta dependen en gran medida del clima de la región: las ciruelas cultivadas en el sur tienen un mayor contenido de azúcar, mientras que las cultivadas en condiciones de poca luz solar (sombra, clima nublado) tienden a ser más ácidas.
El principal uso de esta fruta es la transformación. Con ella se elaboran excelentes bebidas alcohólicas, así como conservas, zumos y jaleas.
Características de cuidado
El cuidado de la ciruela negra Tula consta de procedimientos estándar, cada uno con sus propias particularidades. Se debe regar con regularidad, al menos seis veces por temporada, si no llueve. No seguir este régimen puede provocar la pérdida de la cosecha, ya que la sequía hace que la ciruela pierda flores, ovarios o frutos maduros.
El riego de un árbol adulto se realiza según el siguiente programa:
- Primera vez inmediatamente después de que finalice la floración;
- 2º – después de 2 semanas;
- 3.º – después de otras 2 semanas;
- 4º – durante el llenado de los frutos (este riego no se puede omitir, ya que es en este momento cuando se forman los brotes frutales para la futura cosecha);
- 5º – inmediatamente después de la cosecha;
- 6º – poco antes de la invernación (mediados-finales de octubre).
Para un mejor enraizamiento, las plántulas jóvenes se riegan con frecuencia, a medida que la tierra se seca.
Es fundamental mantener limpia la zona del tronco del árbol, eliminando las malas hierbas y removiendo la tierra con regularidad. Este sencillo procedimiento ayuda a prevenir enfermedades e infestaciones de plagas. También se puede cubrir la zona del tronco con mantillo.
Dado que la copa del ciruelo es bastante densa, es necesario podarlo anualmente hasta que alcance la madurez. Una luz uniforme permitirá que la fruta crezca más dulce y de mayor tamaño.
La fertilización de los árboles jóvenes comienza dos años después de la plantación; hasta entonces, el fertilizante colocado en el hoyo es suficiente. Se realizan dos o tres aplicaciones durante la temporada de crecimiento: antes de la floración, durante la fructificación y en otoño. Los ciruelos responden bien tanto a la materia orgánica (humus) como a los fertilizantes minerales.
En primavera, los ciruelos deben tratarse con preparados que contengan cobre: oxicloruro de cobre (0,2 %) o sulfato de cobre (1 %). Estos productos protegen al árbol de las enfermedades fúngicas y evitan que la fruta se estropee. Para el invierno, se debe pintar el tronco de blanco y envolverlo con un material protector (para evitar la entrada de roedores), y cubrir la zona alrededor del tronco con una gruesa capa de materia orgánica.
Ventajas y desventajas
Las ventajas de esta variedad incluyen:
- buen rendimiento (hasta 35 kg de un árbol adulto);
- Fructificación anual durante muchos años;
- autofertilidad;
- resistencia a las principales enfermedades;
- alta capacidad regenerativa de los árboles;
- Los frutos tienen muy buen sabor y son muy versátiles en su uso.
Las ciruelas también presentan algunas desventajas: tendencia a que la fruta se caiga durante los períodos de calor, baja resistencia de los brotes florales al invierno y dependencia del sabor de la fruta de las condiciones climáticas.


