Cómo cultivar un ciruelo a partir de una semilla en casa

La mayoría de los jardineros prefieren cultivar nuevas variedades de frutales comprando plantones. Pero para quienes no tienen la oportunidad o el deseo de comprar material de siembra, existe una solución: cultivar un ciruelo a partir de una semilla. Este artículo le enseñará cómo cultivar un ciruelo a partir de una semilla en casa.

Selección de material de plantación

Las ciruelas son una fruta de hueso muy popular en nuestro país: son deliciosas frescas, secas y en conserva, y además son bastante fáciles de cultivar. Por lo tanto, quienes se inician en el desafiante mundo de la jardinería pronto se preguntarán si es posible cultivar una ciruela a partir de una semilla. Por supuesto que sí. Sin embargo, es importante seguir los consejos de jardineros experimentados y elegir variedades autóctonas de la región y adaptadas al clima local.

El ciruelo es un árbol frutal de hueso muy popular.

El primer paso es seleccionar el material de siembra adecuado. Este se elige únicamente entre ciruelas completamente maduras, ya que solo en ellas se desarrolla un embrión fuerte y completo, apto para la germinación. Es importante tener en cuenta que es poco probable que se pueda cultivar un árbol idéntico al árbol madre. Esto depende de muchos factores, principalmente del método de polinización y de la genética de la planta. El resultado podría ser un ejemplar con frutos inadecuados o que no dé fruto en absoluto.

Para minimizar el riesgo, se recomienda seleccionar variedades con rasgos genéticos estables para la siembra, que pueden suprimir los rasgos parentales de otras variedades. Los híbridos son ideales para este fin. Si se desea cultivar injertos con resistencia a las heladas u otras características, es mejor elegir variedades probadas y cultivadas localmente.

Vídeo "Ciruela de un pozo"

Este vídeo te mostrará cómo cultivar un ciruelo a partir de una semilla.

maceta y tierra

Cultivar una ciruela a partir de una semilla es un proceso laborioso y prolongado. Tampoco está claro si una ciruela que crezca a partir de una semilla dará fruto. Antes de germinar la semilla, prepare el recipiente y la tierra necesarios. La maceta debe ser grande (de al menos 20 cm de diámetro). Es recomendable desinfectarla, sobre todo si no es la primera vez que la usa. Para la desinfección se puede utilizar una solución de formalina.

Es fundamental colocar una capa de drenaje en el fondo para evitar la retención de humedad y asegurar que las raíces tengan buena ventilación. Puedes comprar una ya hecha o fabricarla tú mismo. Necesitarás piedrecitas o ladrillos rotos, carbón vegetal y arena gruesa.

A continuación, es necesario preparar un sustrato que proporcione las condiciones óptimas para la plántula (ventilación, humedad y nutrientes) y que prevenga la aparición de moho y hongos. Diversos estudios han demostrado que un sustrato que contenga humus, mantillo de hojas, turba, vermiculita y perlita posee estas propiedades. Esta última puede sustituirse por arena de río calcinada.

Cultivar ciruelas a partir de semillas es un proceso que requiere mucha mano de obra.

Cómo germinar una semilla

El proceso de germinación comienza con la estratificación, que consiste en colocar la semilla en condiciones específicas de frío y humedad. La estratificación favorece la germinación, el desarrollo del embrión y la ruptura de la cubierta seminal, lo que permite que el brote reciba luz. Primero, la semilla se coloca en agua durante varios días. Es importante no cubrirla por completo, sino solo hasta la mitad. El agua debe cambiarse a diario y la semilla debe voltearse varias veces al día.

La semilla se coloca en un sustrato previamente preparado y desinfectado, compuesto de musgo, serrín, arena de río, perlita y turba. El sustrato se puede desinfectar y humedecer con una solución de permanganato de potasio. El sustrato debe estar lo suficientemente húmedo como para mantener su forma. Se deben hacer orificios de ventilación en el recipiente de estratificación para prevenir la formación de moho y hongos.

La germinación consta de tres etapas principales: calentamiento, enfriamiento y presiembra. Durante la primera etapa, se requiere una temperatura de alrededor de 20 °C y el recipiente se coloca en un lugar cálido. En la segunda etapa, las temperaturas se reducen a entre 2 y 5 °C durante un periodo de poco más de dos meses. Durante la presiembra, la temperatura no debe superar los 0 °C y puede llegar a ser de hasta -1 °C. Una vez que la cubierta de la semilla se ha agrietado, se puede plantar en un recipiente provisional.

Cuidado de plántulas

Solo se puede cultivar una plántula sana proporcionándole los cuidados adecuados.

Cultivar un ciruelo a partir de una semilla en casa es mucho más fácil, ya que se puede vigilar constantemente el brote. Requerirá cuidados básicos de jardinería, como riego, abono y recolección de la fruta. Los ciruelos deben regarse con poca frecuencia, no más de dos veces por semana, pero a fondo. Dado que la maceta debe tener orificios de drenaje, se debe colocar una bandeja debajo para que la tierra absorba la humedad según sea necesario.

Utilice agua tibia y reposada. Aplique fertilizantes nitrogenados tres veces desde los primeros brotes hasta el final de la temporada de crecimiento. El nitrato de amonio funciona bien.

Los ciruelos necesitan ser regados con poca frecuencia.

Durante la etapa de cotiledones, se deben podar las raíces un tercio antes de que aparezcan las dos hojas verdaderas. Esto asegurará un desarrollo radicular fuerte y sano. Tras la poda, la plántula se trasplanta a una nueva mezcla de nutrientes, se riega y se coloca en semisombra. Luego, se trasplanta a una maceta más grande cada tres meses. Al cabo de un año, se puede plantar en el exterior.

Condiciones de cultivo

Para que un ciruelo crezca fuerte a partir de una semilla, necesita condiciones óptimas. Ante todo, es fundamental mantener el microclima adecuado: crear la temperatura y la humedad correctas para su crecimiento y desarrollo. La temperatura debe oscilar entre 21 y 24 °C. Si el aire de la habitación es seco, conviene colocar recipientes con agua o un humidificador cerca.

La plántula también requiere buena luz constante, pero evite la luz solar directa. Una orientación suroeste es ideal. Se puede proporcionar iluminación adicional con lámparas fluorescentes. La habitación debe estar bien ventilada, evitando el frío excesivo y las corrientes de aire.

Traslado a una nueva ubicación

El último paso es encontrar un lugar donde el plantón pueda crecer a salvo y dar fruto. Si lo cultivas en tu jardín, lo ideal es una zona bien iluminada cerca de una casa o una valla, ya que lo protegerá de las ráfagas de viento y las corrientes de aire. El terreno debe tener una pendiente suave, con buena temperatura del suelo y ventilación. Si no dispones de un lugar así, ¡no hay problema! Puedes plantar el plantón sobre un pequeño montículo.

El nivel freático debe ser profundo, de al menos 3 metros, ya que las raíces del ciruelo son sensibles al encharcamiento. El hoyo de plantación se prepara con unos seis meses de antelación. Se humedece y se fertiliza con abonos minerales y orgánicos complejos. Antes de plantar el árbol, se eliminan las malas hierbas cercanas que podrían propagar esporas de hongos. Se coloca con cuidado el plantón en el hoyo y se rellena con tierra, sin compactarla pero sin dejar bolsas de aire.

El hoyo para plantar el ciruelo se prepara con antelación.

El cuello de la raíz debe quedar al menos 5 cm por encima del suelo. Luego, compacta la tierra, riega y cubre con mantillo. Estos son los pasos básicos para plantar un ciruelo a partir de una semilla. Propagar ciruelos de esta manera no es rápido, ¡pero es divertido!

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