Un tesoro de recetas saludables: arándanos confitados caseros

Los arándanos rojos son un verdadero remedio, pero no mucha gente los usa para tratar o prevenir enfermedades debido a su sabor ácido. Sin embargo, se elaboran muchos postres interesantes con esta baya, suavizando su sabor y permitiendo disfrutar de un aporte extra de vitaminas. Los arándanos rojos azucarados, tan familiares desde la infancia, son la opción más sencilla y conocida. ¿Quizás deberíamos probar algo nuevo?

Los beneficios para la salud de los arándanos con azúcar

El azúcar no solo suaviza la acidez de la baya, sino que también le aporta nutrientes. La glucosa es especialmente importante para el funcionamiento mental. Este dulce no es apto para personas con diabetes, por lo que el azúcar se sustituye por miel.

Los arándanos aportan vitamina C al organismo, la cual se absorbe fácilmente gracias a su contenido de vitamina PP. Los problemas de la piel (sequedad, descamación, dermatitis) y la falta general de vitalidad son síntomas de una deficiencia de vitamina C y PP. Las personas con alergia a los cítricos pueden sustituir estas fuentes de ácido ascórbico por arándanos.

Gracias a las vitaminas del grupo B y al magnesio presentes en esta baya ácida, su consumo regular tiene un efecto beneficioso sobre el sistema nervioso: alivia la ansiedad y normaliza el sueño. Los arándanos son beneficiosos para las personas con miopía debido a su alto contenido en fósforo. También contienen potasio, yodo, hierro y manganeso, esenciales para el correcto funcionamiento de todos los sistemas del organismo.

Beneficios para la salud de los arándanos

Selección y preparación de bayas

Las pastillas de arándano se pueden comprar en tiendas, pero son fáciles de preparar en casa. Cualquier aficionado a la cocina tiene fácil acceso a todos los ingredientes necesarios. Para hacer caramelos de arándanos, lo mejor es usar arándanos frescos y firmes. Para bebidas o purés de frutas, use arándanos congelados del supermercado. Para preparar arándanos confitados, elige las bayas grandes y usa las más pequeñas para preparar una bebida de frutas.

Las bayas deben lavarse y secarse completamente sobre una toalla. Esto puede tardar hasta 8 horas, por lo que es mejor dejarlas secar toda la noche. La humedad residual en las bayas reduce su calidad y su vida útil. Los arándanos húmedos no podrán absorber bien el glaseado.

Vídeo: "Arándanos rojos con azúcar, receta clásica"

Este vídeo presenta una clase magistral detallada sobre cómo preparar un postre saludable.

Recetas de arándanos azucarados

Versión clásica

Ingredientes:

  • 0,5 kg de arándanos rojos;
  • 0,5 kg de azúcar (azúcar glas);
  • 2 claras de huevo.

Sin batir, incorpore las claras frescas con movimientos envolventes. El aire en las claras impedirá que las bayas formen una capa uniforme. Coloque las bayas lavadas y secas en las claras y mezcle. Retírelas con una espumadera y rebócelas en azúcar glas. Una vez que se haya formado una capa gruesa y uniforme, retire las bayas y guárdelas en un recipiente hermético.

Una receta de invierno sin cocción

El tratamiento térmico de frutas y verduras reduce su valor nutricional. Esta receta conservará todas las vitaminas presentes de forma natural en los arándanos. Necesitarás los siguientes ingredientes:

  • arándanos rojos – 1 kg;
  • azúcar – 4 tazas.

Espolvorea los arándanos preparados con 3 tazas de azúcar, tritúralos en un mortero y déjalos reposar hasta que suelten su jugo. Coloca la mezcla en frascos limpios y secos, dejando un espacio de 2 cm desde el borde. Cubre los arándanos con círculos de papel vegetal y espolvorea azúcar por encima. Cierra bien los frascos. Esto creará una especie de tapón de azúcar sobre la mezcla de arándanos.

Esta receta de invierno sin cocción es muy popular entre las amas de casa.

Molido con azúcar

Por cada kilo de bayas frescas, añadir un kilo de azúcar. Las bayas, preparadas, limpias y secas, se muelen en una picadora de carne, se mezclan bien con el azúcar y se colocan en tarros de cristal esterilizados con tapa.

Asegúrese de secar bien los arándanos, de lo contrario el agua restante provocará fermentación y la aparición de moho.
Consejos del autor

Con azúcar glas

Para preparar el postre necesitarás:

  • 1 taza de bayas;
  • 1 huevo de gallina;
  • 1 taza de azúcar glas;
  • 1 cucharada de fécula de patata.

Separa las yemas de las claras, bate ligeramente las claras hasta que estén espumosas y sumerge los arándanos en la mezcla hasta que queden completamente cubiertos. Retira los arándanos con una espumadera y rebózalos en una mezcla de azúcar glas y fécula de patata. Coloca los caramelos terminados sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y sécalos en el horno a una temperatura no superior a 50 °C.

Existen varias variantes de esta receta, incluyendo una que lleva limón. Para prepararla, necesitarás:

  • 300 g de arándanos rojos;
  • 1 huevo;
  • 1,5 cucharadas o 20 g de zumo de limón;
  • 150 g de azúcar glas.

Mezcla la clara de huevo con el zumo de limón y sumerge los arándanos en la mezcla. Reboza los arándanos húmedos en azúcar glas y colócalos en una bandeja de horno. Sécalos en el horno a 40 °C durante 20 minutos.

Con la adición de naranjas

El sabor a naranja complementa muy bien el arándano y elimina sus notas distintivas. Necesitarás 3 naranjas, 1 kg de arándanos y 1 kg de azúcar. Pela las naranjas, pero no tires la cáscara; rállala finamente. Exprime el zumo de naranja, añade el azúcar y calienta a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva por completo, pero sin que llegue a hervir.

Añade las bayas preparadas y la ralladura al almíbar y cocina a fuego lento durante 10 minutos, hasta que los arándanos empiecen a reventar. Es importante que el postre no hierva. Vierte en frascos esterilizados y ciérralos herméticamente.

Con glaseado de sirope

Necesitarás 1 taza de arándanos rojos, 1 taza de azúcar glas y ½ taza de azúcar y agua. Combina el azúcar y el agua en una cacerola y calienta hasta que el azúcar se disuelva por completo. Reboza los arándanos lavados en el azúcar glas y luego sumérgelos en el almíbar preparado. Retíralos con una espumadera y colócalos sobre una tabla o bandeja para hornear para que se sequen. Si lo deseas, puedes añadir vainilla o tus especias favoritas al azúcar glas.

Si preparas varias capas de glaseado y polvo, puedes remojar los arándanos en el almíbar durante la noche para asegurarte de que se impregnen bien. El almíbar restante absorberá el sabor de los arándanos, así que no lo tires; es un excelente ingrediente para cócteles.

Para conservar en el congelador

Si no tienes espacio para un frasco de arándanos, puedes congelarlos en bolsas de plástico selladas. Para esta preparación, usa 0,4 kg de azúcar por cada 1,5 kg de arándanos. Tritura los arándanos preparados en una licuadora o picadora de carne, añade el azúcar y mezcla bien. Coloca la mezcla en bolsas para congelar. Para facilitar el almacenamiento, marca las bolsas con una regla para crear porciones individuales. Para que las bolsas quepan mejor en el congelador, aplánalas y déjalas finas.

Los arándanos preparados se trituran en una licuadora.

Preparación con batidora

Licuar frutos rojos es más fácil y rápido que usar una picadora de carne. Los frutos rojos preparados se mezclan con azúcar a partes iguales y luego se trituran en un bol o con una batidora de mano. Se pueden añadir especias, vainilla o ralladura fina al gusto. Vierta la mezcla en tarros esterilizados con tapa. Los recipientes de plástico son prácticos para guardar la mezcla en el frigorífico o el congelador.

Reglas de almacenamiento y recomendaciones de uso

Al rebozar los arándanos en azúcar glas y almíbar, las bayas se pegan a las manos, por lo que, para mayor comodidad, es mejor usar guantes o una brocha de silicona.

Los arándanos azucarados son un dulce único que tiene una larga vida útil si se almacena correctamente. Normalmente se guardan en cajas de cartón o latas, o en frascos con tapa.

Es importante que la zona de almacenamiento no esté húmeda, de lo contrario el glaseado se correrá y los caramelos se pegarán entre sí.

Puedes guardar el postre en una caja de cartón.

Los arándanos confitados, presentados en un bonito empaque, son un regalo de Año Nuevo encantador. Para darles un toque festivo, añade tus especias favoritas y ata la caja con un lazo. Sirve los arándanos confitados como postre con té caliente, añadiendo variedad a tu menú casero. También puedes usarlos para decorar pasteles o sándwiches.

Los arándanos rojos se recomiendan para el tratamiento y la prevención de muchas dolencias, y son especialmente beneficiosos para los riñones, a pesar de su acidez. Se utilizan para elaborar diversos postres que son tan buenos como los dulces comprados en la tienda, e incluso mejores debido a la ausencia de aditivos químicos.

Pera

Uva

Frambuesa