Conceptos básicos para el cultivo de rábanos en invernadero
Contenido
- 1 Características del rábano
- 2 Preparar el suelo del invernadero para la siembra
- 3 Preparar las semillas para la siembra
- 4 Aterrizaje
- 5 Cuidado de las plántulas
- 6 Los matices de la siembra temprana de rábanos
- 7 Las mejores variedades de rábano para invernaderos
- 8 Vídeo: "Siembra de rábanos en un invernadero"
Características del rábano
Cultivar rábanos no requiere conocimientos agronómicos avanzados. Basta con prestar atención a la biología de esta hortaliza de raíz, sus características fisiológicas y ecológicas.
El rábano es una planta anual, amante de la luz, perteneciente a la clase de la col. Como es bien sabido, casi todas las brasicáceas son plantas que requieren calor. Por lo tanto, para obtener una buena cosecha, simplemente necesitan suficiente calor y luz. Curiosamente, a pesar de su afición al calor, los rábanos pueden soportar fácilmente temperaturas de hasta -3 grados Celsius.
Para cuidar adecuadamente los rábanos, es importante asegurarse de que la temperatura se mantenga entre dieciocho y veinte grados Celsius; de lo contrario, pueden aparecer diversas anomalías.
Cultivar rábanos en invernadero requiere prestar especial atención al suelo. Hoy en día existen sustratos selectivos diseñados para inhibir el crecimiento de hongos o bacterias patógenas. Si no puede permitirse este tipo de sustrato, recuerde: los rábanos cultivados en suelo ácido son propensos a la hernia de la col. Los rábanos con deficiencia de potasio en invernadero crecen muy lentamente y prácticamente no desarrollan raíces. Lo mismo ocurre con la deficiencia de nitrógeno.
En general, con los cuidados adecuados, esta hortaliza puede cultivarse hasta febrero, incluso con heladas. En estas condiciones, los rábanos crecen y producen mejor en un invernadero de policarbonato.
Preparar el suelo del invernadero para la siembra
Para asegurar un crecimiento rápido y una buena cosecha de rábanos, es fundamental cuidar adecuadamente las plántulas. Para garantizar una cosecha de alta calidad, se debe prestar especial atención al suelo. Es importante recordar que, a diferencia del suelo natural, en un invernadero no se dan muchos procesos biológicos y físicos, los cuales deberán compensarse. El cultivo de rábanos en invernadero requiere un suelo neutro. Para lixiviar suelos ácidos, se recomienda añadir estiércol de caballo a razón de un cubo y medio por metro cuadrado de suelo.
Para prevenir la proliferación de microorganismos dañinos antes de colocar las plantas en invernaderos, el suelo debe esterilizarse mediante altas temperaturas o presión. En raras ocasiones, se puede utilizar un autoclave. Sin embargo, el método más común es la fumigación del suelo y la inoculación con compuestos tóxicos para las plagas, o bien, el tostado del suelo.
La fertilización es esencial. Se ha observado que el fósforo y el potasio son deficiencias importantes en la nutrición mineral del rábano. Para prevenir pérdidas en la cosecha, aplique superfosfato a razón de 40 gramos por metro cuadrado de suelo, así como cloruro de potasio a razón de 15 gramos por metro cuadrado. La adición de estos fertilizantes mejorará el crecimiento y la productividad del cultivo de raíz. Es importante controlar los niveles de nitrógeno y potasio, ya que son esenciales para un correcto desarrollo del cultivo.
Se recomienda preparar los bancales con seriedad y antelación. Lo mejor es empezar a prepararlos en otoño. Los bancales deben tener más de medio metro de ancho.
Preparar las semillas para la siembra
Elegir la semilla adecuada es fundamental para el éxito en la agricultura. Para la siembra, es mejor usar semillas grandes (de hasta tres milímetros y medio de longitud). En casa, seleccionar semillas es fácil: basta con pasarlas por un tamiz de malla gruesa.
Existen variedades de semillas de rábano especialmente cultivadas para el cultivo en invernadero. Esto se debe a que el cultivo de rábano en invernadero presenta características fisiológicas propias, que pueden resultar beneficiosas para los horticultores.
Justo antes de sembrar las semillas, remójelas en agua durante unos días a temperatura ambiente. Lo ideal es hacerlo en un recipiente con control de temperatura, cubierto con varias capas de tela de quesero. Después, se recomienda tratar las semillas con una solución fungicida o una solución diluida de permanganato de potasio. Solo entonces se podrán sembrar las semillas secas.
Aterrizaje
Los rábanos se cultivan mejor en invernaderos de policarbonato. La siembra suele hacerse a mano. La distancia entre semillas suele ser de uno a dos centímetros, y entre hileras, de seis a ocho centímetros. Evite sembrar las semillas demasiado profundo en los brotes; un centímetro es más que suficiente. Se recomienda instalar un sistema de riego por goteo antes de la siembra.
El cumplimiento de al menos estos requisitos mínimos responderá de forma exhaustiva a la pregunta: ¿cómo cultivar rábanos en un invernadero?
Cuidado de las plántulas
Para cultivar rábanos con éxito en un invernadero, este debe estar debidamente equipado. El cuidado adecuado de las plántulas ayudará a proteger las plantas jóvenes de enfermedades y plagas, y también garantizará una cosecha abundante.
En general, es necesario controlar varios parámetros: temperatura del aire, iluminación, humedad, contaminación por plagas y nutrición mineral de las plántulas.
Gracias a las técnicas de cultivo en invernadero, podemos variar la temperatura a lo largo del ciclo de crecimiento de la planta. Durante la germinación, la temperatura debe ser baja, entre dos y cuatro grados Celsius (24 y 16 grados Fahrenheit). Una vez que las plántulas comienzan a brotar en masa, la temperatura se reduce ligeramente a seis grados Celsius (6 grados Fahrenheit). Tras cuatro días a esta temperatura, se vuelve a elevar al nivel inicial.
Por supuesto, existen dificultades si el invernadero no tiene calefacción. En este caso, es posible bajar la temperatura mecánicamente sin necesidad de un sistema de calefacción. El uso de materiales especiales en la construcción del invernadero puede ayudar a compensar la falta de calefacción. Por ejemplo, los rábanos cultivados en un invernadero de policarbonato no experimentan fluctuaciones extremas de temperatura y, por lo general, producen una cosecha abundante.
¿Cuánta agua necesitan las plántulas? Esta es una pregunta que muchos jardineros se hacen. Si no hay suficiente humedad, las raíces estarán secas y débiles; si hay demasiada, las plantas pueden desarrollar pudrición de la raíz o pierna negra.
Por lo tanto, al regar rábanos cultivados en invernadero, es importante mantener un riego equilibrado. No deje que la tierra se seque por completo. Lo mejor es regar desde abajo, a una profundidad de diez a quince centímetros.
Se recomienda añadir nutrientes únicamente en suelos insuficientemente enriquecidos. El superfosfato y la ceniza de madera se consideran los fertilizantes más adecuados.
Para una mayor protección contra los parásitos, así como para ayudar al suelo a retener la humedad, es recomendable tratar los bancales con mantillo.
Los matices de la siembra temprana de rábanos
Plantar rábanos temprano en un invernadero puede presentar ciertas dificultades. En invernaderos sin calefacción o construidos con materiales que no retienen bien el calor, como los que carecen de cimientos, conviene esperar a que la tierra se caliente; de lo contrario, se corre el riesgo de perder toda la cosecha. En invernaderos de policarbonato, las plántulas pueden plantarse ya en febrero.
Quizás te preguntes cómo cultivar rábanos en febrero, cuando todavía hace mucho frío. Para ello, es necesario humedecer la tierra con agua tibia, aporcar los bancales rápidamente y fertilizar en esta etapa temprana. Un suelo suelto, un entorno libre de plagas y los cuidados adecuados te permitirán disfrutar de rábanos cultivados en casa durante todo el año.
Las mejores variedades de rábano para invernaderos
Las mejores variedades de rábanos para invernadero incluyen: "Rábano de Invernadero", "Dieciocho Días", "Rojo Temprano" y "Desayuno Francés". Estas variedades se caracterizan por su resistencia, alto rendimiento, alta tasa de germinación y un corto período de maduración. Por lo tanto, al elegir entre las innumerables variedades de rábanos para cultivar en invernadero, tenga en cuenta lo siguiente.
desayuno francés
Esta es una variedad de rábano de aspecto inusual. Destaca por su forma cilíndrica y su sabor picante e intenso. El fruto madura en apenas tres semanas, lo que permite una cosecha rápida y abundante.
rojo temprano
Esta variedad se considera precoz, pero no madura tan rápido como la 'French Breakfast'. Sin embargo, la 'Early Red' suele producir una cosecha mucho más abundante. Además, es resistente a la vitrificación. Se reconoce por sus característicos tubérculos redondos de color rojo oscuro.
18 días
La variedad «18 Days» se destaca con razón por su rapidez de germinación y maduración. Sus frutos no son redondos como los de la variedad «Early Red», sino ligeramente alargados y de color rojizo.
Vídeo: "Siembra de rábanos en un invernadero"
Este vídeo te mostrará cómo sembrar rábanos correctamente en un invernadero.











