Instrucciones para el cuidado de los pimientos en un invernadero de policarbonato

Los pimientos se cultivaron por primera vez en las regiones del sur, por lo que este cultivo prospera en climas cálidos. A medida que la hortaliza ganó popularidad entre los horticultores, comenzó a cultivarse en casi todas las regiones centrales. Para evitar que la producción de pimientos disminuyera debido al cambio climático y las condiciones meteorológicas, se realizaron esfuerzos para estabilizarla y mantenerla mediante invernaderos de policarbonato y el desarrollo de nuevas variedades resistentes.

Cultivar pimientos en un invernadero

Para asegurar un cuidado adecuado al cultivar pimientos, preste atención a la temperatura del área de cultivo, la frecuencia de riego, la calidad y composición del suelo, y la presencia de plagas y patógenos. Siguiendo un programa correcto de cuidado de las plántulas, puede prevenir muchas consecuencias negativas y garantizar una alta cosecha de la variedad de pimiento deseada.

Plantar pimientos en tierra preparada

Antes de plantar pimientos, necesitarás preparar la tierra. Los jardineros principiantes pueden comprar tierra en tiendas especializadas. Esta tierra ya contiene micronutrientes beneficiosos y materia orgánica para un crecimiento saludable, pero si cultivas grandes cantidades, puede resultar bastante cara.

Es mejor preparar la tierra uno mismo; así se adquiere la experiencia necesaria y se ahorra dinero.

Dado que el cultivo en invernaderos de policarbonato impide que la mayoría de los nutrientes penetren naturalmente en el suelo, es responsabilidad del agricultor asegurar su disponibilidad para los pimientos. Un suelo preparado y de alta calidad es fundamental para una buena cosecha de pimientos dulces.

En primer lugar, debes prestar atención a la composición del suelo y a los fertilizantes adicionales que se deben agregar para que el suelo cumpla con todos los estándares.

Para empezar, hay que remover bien la tierra y preparar los bancales. Si anteriormente se cultivaron otros productos, es fundamental añadir fertilizantes minerales y materia orgánica. Se puede utilizar estiércol bien descompuesto de herbívoros, excrementos de aves, turba y fertilizantes complejos ya preparados.

Preparar el suelo para plantar pimientos

Los pimientos no toleran bien los suelos ácidos, así que tenga cuidado al añadir materia orgánica con las propiedades adecuadas. Si prefiere preparar la tierra usted mismo, utilice la siguiente mezcla: 30 % de césped o tierra de jardín limpia, aproximadamente un 40 % de humus y un 45 % de arena.

Asegúrese de que el suelo para futuras plantaciones no sea peligroso. No debería contener ninguna enfermedad. Se debe tener precaución si la tierra proviene de un huerto donde se cultivaron otras hortalizas. Para reducir el riesgo, desinfecte la tierra para eliminar cualquier patógeno u hongo que pudiera haber quedado de la temporada anterior.

El proceso de desinfección del suelo con Fitosporin

Tras preparar la tierra, deberá determinar la ubicación de la siembra y luego crear hileras ordenadas. Al cultivar pimientos dulces en un invernadero de policarbonato, se plantan directamente en la tierra los plantones, en lugar de las semillas.

Puedes comprarla en el mercado o germinar las semillas en casa, creando todas las condiciones necesarias. Esta última opción requiere bastante más tiempo, y lo mejor es empezar a preparar las semillas a finales de febrero o principios de marzo.

El proceso de cultivo de pimientos en un invernadero

Los jardineros tienen recomendaciones específicas para plantar plántulas. Lo mejor es plantarlas en dos filas, ya que esta planta necesita espacio para desarrollarse y absorberá muchos nutrientes del suelo. Por ello, conviene distribuirlas de forma uniforme en el terreno. Se recomienda mantener una distancia de unos 40 centímetros entre filas y de 20 a 30 centímetros entre cada planta.

Mantener la temperatura adecuada en la sala es fundamental. La tierra debe estar caliente, al menos a 15 grados Celsius, antes de plantar los pimientos. El nivel óptimo de humedad es del 70% al 80%. La ventaja de cultivar pimientos en un invernadero de policarbonato es que resulta más fácil mantener una temperatura y humedad estables.

Las temperaturas de entre 28 y 30 grados Celsius (82-86 grados Fahrenheit) son ideales para los pimientos dulces. Estas condiciones óptimas permitirán que la cosecha madure más rápido, resultando en pimientos jugosos y sabrosos.

Vídeo: Plantación de plántulas de pimiento en un invernadero

El autor del vídeo te explicará y mostrará cómo plantar correctamente pimientos en un invernadero y cómo cuidarlos.

Características de cuidado

Para asegurar una buena cosecha al final de la temporada, es fundamental cuidar adecuadamente las plántulas. Cultivar pimientos no es difícil; solo hay que hacerlo todo a tiempo.
Una vez que las plantas comiencen a crecer activamente, deben atarse y aporcarse. Esto se hace para asegurar que los pimientos no se doblen hacia el suelo, sino que crezcan hacia arriba.

Plántulas de pimiento atadas y aporcadas

Lo mejor es podar los arbustos siguiendo ciertas reglas. Primero, elimina los brotes laterales y las hojas sobrantes del brote principal en la base del tallo, hasta la primera rama. Deben quedar solo dos brotes, y se deben quitar todas las flores de la primera rama. El pimiento debe tener un brote fuerte y estable, y los más débiles deben eliminarse.

Un mes antes de la fecha prevista de fructificación, pode todas las puntas de crecimiento de los arbustos. Esto garantizará una cosecha de frutos grandes y jugosos.

Riego y fertilización

Al cultivar hortalizas en un invernadero de policarbonato, asegúrese de regarlas y fertilizar el suelo a tiempo. Los pimientos dulces prosperan en ambientes húmedos, por lo que el riego regular es esencial para garantizar el crecimiento continuo de los frutos después de su formación.

Si la tierra no está lo suficientemente húmeda, las hojas del pimiento comenzarán gradualmente a ponerse amarillas y luego se caerán, al igual que las inflorescencias.

El proceso de riego de las plántulas de pimiento

El cuidado de este cultivo también requiere mantener los niveles de humedad en el invernadero de policarbonato. Durante los meses de calor, riegue no solo las plántulas, sino también los espacios entre cada hilera. Esto aumentará la superficie de evaporación del agua, incrementando así la humedad del aire.

Sin embargo, evite regar en exceso. El exceso de humedad puede dañar la planta. El pimiento comenzará a pudrirse, lo que también puede provocar enfermedades y el crecimiento de hongos. En última instancia, un cuidado inadecuado provocará la muerte de la planta.

La frecuencia de riego suele depender de las condiciones del suelo. Si la capa superior ya se ha secado, se puede volver a regar. En promedio, los pimientos se riegan cada 2 o 3 días, según la variedad y las condiciones del invernadero de policarbonato.

El cuidado de las hortalizas también incluye la fertilización del suelo para mejorar sus propiedades y, por consiguiente, el rendimiento de la cosecha. La primera aplicación debe realizarse antes de plantar las plántulas. Esto ayuda a restablecer el equilibrio mineral perdido durante la temporada anterior. En este caso, el fertilizante se utiliza para preparar el suelo antes de plantar pimientos.

La fertilización posterior debe realizarse entre 2 y 3 semanas después de plantar las plántulas, cuando los arbustos ya se hayan aclimatado.

Fertilización de plantas de pimiento con fertilizantes

El fertilizante se puede preparar con ingredientes fáciles de conseguir. Mezcle unos 10 gramos de urea y 5 gramos de superfosfato en un cubo de agua (10-12 litros). Mezcle bien la solución y vierta un litro a la vez bajo las raíces de la planta. Puede añadir carbón vegetal y unas gotas de yodo al fertilizante.

Se debe volver a fertilizar cuando los pimientos hayan comenzado a florecer. Para ello, se puede usar una cucharada de superfosfato y una cucharada de sulfato de potasio. Diluir los ingredientes en un cubo de agua, mezclar y dejar reposar. Verter la solución resultante debajo de las plantas; un litro de fertilizante es suficiente.

La última fertilización se realiza cuando los pimientos están maduros, antes de la cosecha. La cosecha está lista una semana después de la última fertilización.

Lucha contra las enfermedades

También es fundamental proteger las plántulas de diversas enfermedades peligrosas que pueden afectar a las plantas. El cuidado consiste en prevenir su aparición.

Enfermedad del mosaico en las hojas de pimiento

Dado que las enfermedades son más comunes en los cultivos hortícolas al aire libre, el riesgo se reduce en los invernaderos de policarbonato. Para prevenirlo, es fundamental desinfectar el suelo si se detectan signos de alguna enfermedad, asegurando así su erradicación. Si fuera necesario, se puede retirar la capa superior del suelo para eliminar la mayor parte del patógeno.

El cultivo de plantas en invernadero requiere menos tiempo y esfuerzo para protegerlas de las enfermedades, pero se debe prestar más atención a su cuidado.

Entre las enfermedades más comunes que amenazan los cultivos hortícolas se encuentran la pierna negra, la mancha negra bacteriana, la podredumbre blanca y el tizón tardío. La detección temprana de estos síntomas y el cuidado adecuado de los pimientos pueden prevenir daños a las plantas y preservar la cosecha.

Para eliminar los signos de enfermedad, rocíe periódicamente la superficie de los arbustos con productos químicos e incorpórelos al suelo para eliminar patógenos y hongos. En invernaderos, es mejor usar productos químicos específicos para combatir las enfermedades, ya que no existen remedios universales para eliminar los síntomas.

Puedes prevenir la aparición de síntomas de enfermedades incluso antes de plantar las plántulas en la tierra. Antes de plantar pimientos, deberás desinfectar la tierra inmediatamente para evitar que las plantas jóvenes mueran.

Vídeo: "Cuidado de los pimientos en un invernadero"

Un estudiante de doctorado en ciencias agrícolas ofrece consejos sobre cómo cuidar los pimientos en un invernadero durante la floración.

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