Cómo abonar los pimientos: fertilizantes minerales y orgánicos
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Fertilización de pimientos en un invernadero
Para cultivar pimientos buenos y jugosos, los expertos agrícolas recomiendan encarecidamente el uso de fertilizante. Además, es necesario seguir ciertas pautas de cuidado para asegurar un crecimiento más rápido y frutos perfectos.
En primer lugar, deberá preparar la tierra antes de plantar los plantones. Incluso si usa tierra comprada, es recomendable añadir fertilizante antes de la siembra. Lo ideal es fertilizar dos semanas antes de plantar los pimientos. Para un crecimiento adecuado, es fundamental que la tierra contenga todos los micronutrientes y minerales necesarios desde el principio.
Los aditivos minerales, el nitrato de amonio, los superfosfatos y el sulfato de potasio son los más utilizados para nutrir el suelo en invernaderos. Estos componentes se aplican mejor durante la preparación del suelo y después de que los pimientos hayan comenzado a dar fruto.
Para asegurar un crecimiento vigoroso de los pimientos y frutos grandes y jugosos, es fundamental aplicar fertilizantes de alta calidad de forma oportuna y en la cantidad adecuada. Con los cuidados apropiados, las hojas tendrán un color verde oscuro intenso (salvo, claro está, que la variedad en cuestión presente características particulares). Siguiendo algunas reglas básicas, se puede obtener una buena cosecha.
Fertilizar después de plantar
¿Por qué es necesario fertilizar las plántulas después de plantarlas? Esta pregunta es bastante común hoy en día.
Al plantar plántulas jóvenes que aún no se han establecido ni adaptado a las nuevas condiciones, no se debe usar fertilizante. Después de dos o tres semanas, es mejor aplicar fertilizante orgánico que no contenga químicos concentrados. Se pueden usar cáscaras de huevo, cenizas o cenizas de madera, excrementos de aves y estiércol de herbívoros.
Después de plantar, si el suelo es lo suficientemente fértil (sin arcilla ni piedras), se pueden aplicar dos fertilizantes ligeros. El primero debe aplicarse entre dos y tres semanas después de plantar las plántulas, y el segundo cuando empiecen a formarse los brotes. Es mejor no abusar de los fertilizantes químicos, ya que esto puede afectar negativamente a las hojas y los frutos. Tendrán un sabor aguado y carecerán del aroma de una verdura madura, lo que también puede perjudicar la salud de quienes consuman los pimientos.
Algunos jardineros utilizan amoníaco como fertilizante para pimientos. Contiene compuestos nitrogenados, esenciales para los cultivos hortícolas. El amoníaco se añade al agua y luego se riegan las plántulas directamente en la raíz. Además de fertilizar el suelo, el amoníaco repele los insectos con su fuerte y penetrante olor.
El amoníaco también puede eliminar rápidamente los tonos verde pálido. Tras regar la tierra con la solución, notará que las hojas adquieren un color más intenso y brillante en pocos días. Esto indica que la planta está recibiendo nitrógeno y oxígeno, lo que mejora la fotosíntesis y la nutrición del pimiento. La aceleración del proceso causada por la solución de amoníaco se explica por su absorción más rápida en comparación con otras formas de nitrógeno.
Cuidado
La ubicación de la futura siembra no influye significativamente en los cuidados ni en las técnicas de preparación del suelo. Un invernadero facilita la protección de las plántulas frente a los cambios climáticos, las fluctuaciones de temperatura, el viento y la lluvia. Además, permite mantener un nivel de humedad estable, lo que garantiza un crecimiento uniforme de los pimientos.
Los jardineros principiantes a menudo se enfrentan a un crecimiento deficiente de los pimientos debido a las frecuentes y prematuras heladas, que pueden arruinar parte de la cosecha. Esto provoca que las hojas se marchiten, que la planta se doble gradualmente y que el tallo se debilite. El clima es un factor crucial para el crecimiento de este cultivo. Estos problemas se pueden evitar cultivando los pimientos en un invernadero. Esto es especialmente importante para los jardineros que viven en regiones del norte.
Cuando se cultivan pimientos al aire libre, es necesario controlar su estado más de cerca y rociar periódicamente las plántulas contra diversas plagas y microflora patógena.
El color de las hojas indica que las plántulas no crecen bien o tienen problemas nutricionales. Si las hojas se ponen pálidas o empiezan a marchitarse, necesitan más cuidados. Una vez que determines por qué se marchitan tus pimientos, debes solucionar el problema cuanto antes.
Este problema suele deberse a la falta de agua en el suelo de las plántulas. Esta hortaliza no es tan exigente como los pepinos, pero aun así requiere riego y fertilización regulares.
Para asegurar un buen crecimiento, los pimientos necesitan riego en la raíz. Lo ideal es hacerlo cada 3 o 4 días, aflojando la capa superior de tierra cuando se forme una costra seca.
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Protección contra plagas y enfermedades
Dado que la mayoría de los cultivos hortícolas son muy susceptibles a enfermedades peligrosas que pueden reducir significativamente o destruir por completo la cosecha antes de que termine la temporada, es necesario tomar ciertas precauciones. Algunas variedades son más resistentes a plagas y enfermedades, pero si los pimientos se cultivan en condiciones adversas, incluso una mayor resistencia no protegerá a las plántulas de la muerte.
El tizón tardío representa una amenaza particular para los pimientos. Esta enfermedad fúngica se desarrolla si no se siguen los cuidados adecuados para las plántulas. Puede desencadenarse por bajas temperaturas y humedad. Si quedan esporas en el suelo de la temporada anterior (por ejemplo, después de la cosecha de patatas), el cultivo de pimientos correrá mayor riesgo.
Por lo tanto, es recomendable utilizar agentes antifúngicos especializados. Esto puede hacerse rociando las plántulas, ya sea de forma preventiva para evitar el desarrollo de la enfermedad o cuando se detecten los primeros signos característicos.
También puedes preparar algunos tratamientos a partir de recetas populares. Los ingredientes principales de estos tratamientos pueden ser leche agria o yogur y manganeso. Cada uno de ellos se puede preparar por separado.
Para usar leche agria, simplemente diluya un litro de la mezcla en un cubo de agua tibia. Después de mezclar bien, deje reposar durante varias horas y luego aplique a las hojas y tallos de pimiento.
Además de las enfermedades peligrosas, existen numerosas plagas que pueden reducir significativamente la producción de pimiento. Estas plagas comienzan a alimentarse de las hojas y dañan los tallos de las plántulas. En las zonas rurales donde se cultivan hortalizas en grandes cantidades, es fundamental tratar las plantas de pimiento a tiempo para prevenir este problema.
El amoníaco es un insecticida muy eficaz. Añádalo al agua y, para potenciar su efecto, agregue un poco de yodo. Mezcle bien y aplique la solución a todas las plántulas. El amoníaco combate eficazmente pulgones, grillos topo, hormigas y mosquitos.
El amoníaco tiene un olor muy penetrante que repele a los insectos, y el yodo también tiene un efecto antibacteriano. Recuerda que es mejor usar una mascarilla o respirador mientras trabajas, ya que inhalar el olor penetrante puede causar mareos.
Si sigues todas las medidas de cuidado para asegurar un rápido crecimiento de los pimientos, podrás obtener una cosecha abundante y deliciosa al final de la temporada. En invernaderos, podrás plantar hierbas frescas.
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