Cómo abonar los plantones de pimiento en casa: qué fertilizantes usar
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¿Cómo alimentar las plántulas para su crecimiento?
Hoy en día, existen opiniones muy diversas sobre si es necesario fertilizar los pimientos durante su crecimiento. Algunos jardineros creen que la fertilización frecuente alarga las plántulas y las vuelve inadecuadas para el trasplante. Otros están convencidos de que basta con aplicar una pequeña dosis de fertilizante con cada riego; solo así las plántulas crecerán fuertes y sanas.
La frecuencia y el tipo de abono para las plántulas de pimiento en casa dependen de la calidad y composición del sustrato. Generalmente, se realizan dos abonos durante todo el periodo, desde la germinación hasta el trasplante, y en algunos casos tres, según el contenido de nutrientes del sustrato. Si se utilizó una mezcla de tierra especial para plántulas de solanáceas, no es necesario un primer abono, ya que la tierra contiene todos los nutrientes necesarios para nutrir las plántulas durante la etapa inicial.
Si las semillas se sembraron en tierra de jardín común, entonces es aconsejable realizar el primer abonado tan pronto como las plántulas tengan un par de hojas verdaderas. Este periodo se considera el más adecuado para el trasplante de plántulas, y si se realiza, conviene posponer la fertilización dos semanas. Al inicio del desarrollo de las plántulas, es mejor utilizar fertilizantes minerales: urea (5 g) y superfosfato (30 g) por cada 10 l de agua, o nitrato de amonio (20 g), superfosfato (30 g) y sal de potasio (10 g) por cada 10 l de agua. En esta etapa, también se puede utilizar humato de potasio, ceniza y compost. No se recomienda el estiércol líquido, ya que provoca un crecimiento excesivo de biomasa.
La segunda fertilización se realiza entre 10 y 14 días después de la primera. La composición de la solución nutritiva es la misma, pero la concentración debe duplicarse aproximadamente, ya que los pimientos han crecido y requieren más nutrientes. Ahora se pueden usar 50 g de superfosfato y 20 g de potasio. Si las plántulas se desarrollan bien, se puede prescindir de esta fertilización; evite la sobrefertilización del suelo.
La fertilización final debe realizarse preferiblemente unos 4-5 días antes del trasplante. En esta etapa, se debe aumentar la dosis de potasio (30-50 g/10 l de agua), lo que mejorará la tasa de supervivencia de las plantas después del trasplante e influirá positivamente en la fructificación futura. La ceniza de madera es una buena fuente de potasio. Además de la mezcla de potasio, se debe añadir superfosfato (40-50 g/10 l de agua). Esta fertilización es muy importante para los pimientos, ya que ayudará a las plantas a recuperarse más rápidamente después del trasplante.
Vídeo: "Alimentación de plántulas de pimiento"
Este vídeo te mostrará cómo alimentar las plántulas de pimiento.
fertilizantes naturales
La fertilización de los plantones de pimiento no se limita a mezclas minerales a base de productos químicos. La mayoría de los jardineros utilizan remedios caseros igualmente eficaces y más seguros:
Infusión de hierbas con ceniza. Para prepararla, primero hay que hacer la infusión. Picar 1 kg de ortigas frescas, añadir un cubo de agua y dejar reposar de 1 a 2 semanas hasta que se complete la fermentación. Después, colar la mezcla y diluirla con agua y ceniza en una proporción de 100 ml de infusión y 20 g de ceniza por cada litro de agua.
Té negro. Vierta 3 litros de agua sobre un vaso de hojas de té usadas, deje reposar durante 5 días y luego utilice para regar las plántulas.
Cáscaras de plátano. Las cáscaras de 2 o 3 plátanos se remojan en agua (2 o 3 litros) durante 3 días. Luego, se cuela el agua y se utiliza para regar 2 o 3 veces. Esta solución contiene mucho potasio, además de otras sales y microelementos.
Cáscaras de huevo. Se pueden usar en infusión o trituradas y añadidas al sustrato. Para preparar la infusión, llene un frasco hasta un tercio con cáscaras de huevo, complete con agua y deje reposar de 3 a 4 días. El olor característico a sulfuro de hidrógeno indica que la infusión está lista. Esta infusión fortalece las plantas y estimula su crecimiento.
Cáscaras de cebolla. Una excelente manera de proteger las plantas de plagas, incluyendo bacterias y hongos. Las cáscaras de cebolla secas se pueden añadir a la tierra o usar en infusión para el riego. La infusión se prepara mezclando 10 g de cáscaras por cada litro de agua y dejando reposar de 4 a 5 días.
Yodo y levadura
Estos dos componentes fertilizantes son adecuados para prácticamente todos los cultivos hortícolas, incluidos los pimientos. La levadura contiene hongos beneficiosos, aminoácidos, proteínas y diversos micro y macronutrientes que aceleran el crecimiento de las plantas en todas sus etapas. El yodo es un excelente antiséptico que aumenta la resistencia a las enfermedades y los daños.
La fertilización con levadura tiene el efecto más beneficioso sobre el desarrollo de las plántulas:
- promover una formación más activa de masa verde;
- fortalecer y acelerar el desarrollo del sistema radicular;
- ayudan a las plantas a enraizar más rápido y a sobrevivir al trasplante con mayor facilidad;
- aumentar la resistencia a las enfermedades, las sequías y el exceso de humedad;
- Inhibe la actividad fúngica y mejora la microflora del suelo.
El tratamiento de las plántulas con una solución de yodo previene infecciones, aumenta la fructificación y mejora el sabor de la fruta. Además, preparar una solución antiséptica es muy sencillo: basta con disolver 2 gotas de yodo en 1 litro de agua y utilizarla para el riego. El yodo puede usarse junto con fertilizantes minerales. Antes de la floración, las plántulas se fertilizan con la siguiente mezcla: potasio (20 g), fósforo (10 g) y yodo (10 g) por cada 10 litros de agua. Muchos jardineros utilizan suero de leche o ácido bórico con unas gotas de yodo para fertilizar las solanáceas.
Para preparar la solución de levadura, disuelva 200 g de levadura (fresca o seca) en 1 litro de agua tibia y déjela reposar durante varias horas. Para una fermentación más activa, puede añadir 100 g de azúcar. Antes de regar, diluya el fertilizante con agua en una proporción de 1:10. Para enriquecer la mezcla con nutrientes, añada 0,5 litros de ceniza por cada 10 litros de la solución diluida.
Mezclas preparadas
Puedes hacerlo aún más fácil: utiliza mezclas de fertilizantes preparadas que se diluyen con agua hasta alcanzar la concentración requerida antes de su uso, o que ya vienen diluidas:
- "Kemira-Lux" es una composición lista para usar para plantas de interior y plántulas, que se utiliza a una concentración de 1 g/1 l de agua para el primer riego y de 2-3 g/1 l de agua para el segundo y los riegos posteriores;
- "GUMI Kuznetsova" es una potente mezcla estimulante que contiene un complejo de nutrientes (fósforo, nitrógeno, potasio, sodio), utilizada para plántulas de pimiento a una concentración de 1 g / 1 l de agua;
- "Kristalon" es una solución estimulante para el crecimiento y la formación de raíces, contiene un complejo de microelementos en forma quelada, para fertilizar plántulas diluido 2 g / 1 l de agua;
- «Ideal» es un fertilizante complejo universal a base de vermicompost. Acelera el desarrollo de las plantas y aumenta su resistencia a enfermedades y al estrés. Para el primer riego, diluir 0,5 ml/1 l de agua; para el segundo y los siguientes riegos, 1 ml/1 l de agua.

Cuando utilice este tipo de mezclas para plántulas, respete estrictamente la concentración recomendada: debe ser dos veces menor que para plantas adultas.
Reglas para la fertilización
Para garantizar que los fertilizantes aporten el máximo beneficio, se deben seguir una serie de reglas al aplicarlos:
- La primera y más importante regla es que es mejor regar las plantas menos de lo necesario que regarlas en exceso. Esto significa evitar exceder la concentración de fertilizante recomendada, ya que una deficiencia se puede corregir fácilmente, mientras que un exceso es mucho más difícil de solucionar.
- Para las plántulas, solo se utilizan fertilizantes líquidos, que se aplican al suelo o debajo de las raíces; si la solución entra en contacto accidentalmente con las hojas, deben lavarse con agua.
- Es mejor abonar por la mañana para que la tierra se seque durante el día; el enfriamiento de la tierra húmeda por la noche provoca el desarrollo de enfermedades fúngicas;
- Las soluciones nutritivas deben estar ligeramente tibias (un poco más tibias que la temperatura ambiente);
- Los fertilizantes deben aplicarse sobre suelo bien regado y suelto;
- No se pueden alimentar las plántulas de pimiento con estiércol fresco (solución);
- No se debe fertilizar inmediatamente después de la cosecha o el trasplante.
Signos de deficiencia nutricional en las plantas
La fertilización programada no siempre es suficiente para el desarrollo normal de las plántulas. Si el sustrato en el que crecen no es muy fértil o si los fertilizantes no se eligieron correctamente, las plantas pueden carecer de ciertos nutrientes, lo que afectará rápidamente su aspecto.
Puedes determinar qué minerales o microelementos te faltan mediante los siguientes signos:
- Las hojas inferiores se han vuelto más claras y delgadas, un signo de deficiencia de nitrógeno;
- Si la capa superior se vuelve más clara y seca, no hay suficiente hierro;
- Las hojas marchitas son un signo de deficiencia de cobre;
- Las venas azuladas o el envés púrpura de la hoja indican una deficiencia de fósforo;
- Enrollamiento de las hojas en los bordes – falta de magnesio;
- El oscurecimiento del tallo indica una falta de boro;
- La pudrición apical es un signo de deficiencia de calcio;
- Los bordes amarillos o secos de las hojas son un signo de deficiencia de potasio.
Cualquiera de estos signos indica la necesidad de suplementar el elemento faltante. Esto permite monitorear y ajustar rápidamente el desarrollo de las plántulas, lo que ayudará a asegurar material de siembra sano y, por consiguiente, una excelente cosecha en el futuro.
Vídeo: "Cuidado de las plántulas"
En este vídeo aprenderás cómo cuidar adecuadamente las plántulas.



