Consejos para fertilizar pepinos en un invernadero
Contenido
Signos de deficiencia y exceso de minerales
Tanto la deficiencia como el exceso de minerales afectan negativamente a los cultivos de invernadero. Afortunadamente, con la ayuda de jardineros experimentados, este proceso puede identificarse.
Los síntomas de deficiencia de potasio incluyen pepinos bulbosos o con forma de gancho, una franja clara en los bordes de las hojas y marchitamiento. Para restablecer el equilibrio de este macronutriente, se recomienda regar regularmente con ceniza. Esta solución debe aplicarse a las raíces de las plantas, utilizando al menos un litro de fertilizante por aplicación. También se puede usar una solución de fosfato de potasio a razón de una cucharadita por litro de agua.
La deficiencia de nitrógeno se manifiesta con un estrechamiento de las puntas de los frutos y un ensanchamiento del tallo. Los pepinos también pueden necesitar nitrógeno si sus guías se debilitan y sus hojas se vuelven pequeñas.
Los tallos delgados del pepino son un signo de deficiencia de fósforo. Además, pueden aparecer tonalidades multicolores en el envés de las hojas. Las plantas que requieren fósforo suelen tener un período de floración prolongado y una baja producción de frutos. Los pepinos no tienen exceso de fósforo.
Muchos cultivadores de pepinos en invernadero observan hojas amarillentas. Esto se debe, con mayor frecuencia, a la falta de nitrógeno o fósforo. Las altas temperaturas también pueden provocar el amarilleamiento de las hojas.
Las puntas de los arbustos dañadas y las puntas secas de las hojas inferiores son signos de deficiencia de calcio.
Los pepinos con hojas moteadas requieren fertilización con micronutrientes.
Si resulta difícil determinar la causa del escaso crecimiento de los pepinos y el mineral que está provocando el problema, se puede aplicar un fertilizante complejo que contenga diversos nutrientes.
Horario de alimentación
Existen programas y principios de fertilización específicos según la especie. Lo principal es seguirlos y evitar la sobrefertilización.
La fertilización de los pepinos en un invernadero de policarbonato se realiza en la raíz cuando la planta tiene pocas hojas en el tallo. El nitrato es el fertilizante ideal para los pepinos durante este período. Tres semanas después de la primera fertilización, se aplica la siguiente. En este momento, los pepinos comienzan a florecer y se forman los primeros ovarios. Por lo tanto, es necesario enriquecer el suelo con ceniza y potasio utilizando una mezcla de gallinaza y estiércol de vaca.
Los fertilizantes minerales son una excelente alternativa a los orgánicos. Fertilizar correctamente el suelo implica reducir el contenido de nitrógeno y aumentar el de potasio.
Tras un par de semanas, conviene volver a abonar los pepinos de invernadero con una solución de gordolobo (2,5 cucharadas por cada 10 litros de agua). El último abonado se realizará dos semanas después con la misma solución. La eficacia de estos fertilizantes aumentará si se combina con el riego.
La fertilización foliar se realiza de forma diferente, pero no por ello es menos importante. Puede aumentar la producción. En este caso, se pueden utilizar tanto fertilizantes complejos como fertilizantes de elementos individuales. Las soluciones nutritivas para las plantas pueden ser químicas (disponibles comercialmente) o más naturales y caseras (por ejemplo, urea diluida en agua).
La alimentación foliar debe realizarse en cuatro etapas:
- dos semanas después de plantar los pepinos en la tierra;
- cuando aparecen las inflorescencias;
- con el inicio de la fructificación estable de la planta y durante el período de maduración de los pepinos;
- para prolongar el período de cosecha y aumentar su volumen.
Tipos de fertilizantes
Existen dos tipos principales de fertilización de pepinos en invernadero, utilizando fertilizantes orgánicos o minerales:
- foliar;
- raíz.
Para asegurar un buen desarrollo de la fruta, bastan de tres a cuatro aplicaciones foliares durante el verano. Estos fertilizantes comparten algunas características comunes, pero también difieren en ciertos aspectos.
La eficacia de cada tipo de fertilizante depende de las condiciones climáticas del verano. Por ejemplo, la fertilización foliar es ideal para veranos nublados y lluviosos, mientras que la fertilización radicular es ideal para veranos calurosos y secos.A bajas temperaturas, la planta no puede absorber los nutrientes a través de las raíces, por lo que es mejor fertilizar los pepinos mediante pulverización.
La fertilización foliar se realiza mejor por la noche o durante periodos de cielo nublado. Es recomendable rociar los pepinos con un buen pulverizador, ya que las gotas finas se absorben más fácilmente a través de las hojas.
Los pepinos se fertilizan por la raíz cuando el sistema radicular de la planta está bien desarrollado. Lo mejor es fertilizar las hortalizas de esta manera inmediatamente después de regarlas.
Un tipo específico de fertilizante para raíces es la infusión de levadura. Este nutriente es ideal para los pepinos. La fertilización con levadura promueve el crecimiento de la planta y el fruto. Enriquece los pepinos y el suelo con nitrógeno, potasio y fósforo. Por lo tanto, muchos jardineros utilizan la infusión de levadura y la recomiendan. Es importante recordar aplicarla con cuidado, ya que de lo contrario podría dañar la planta. Lo mejor es aplicarla por la noche o en un día fresco.
Los pepinos de invernadero son fragantes, sanos y frescos. Siguiendo todas las reglas para el abonado con materia orgánica, fertilizantes minerales y levadura, podrás nutrir las plantas y obtener una cosecha abundante.
Vídeo: "Abonos de potasio para pepinos"
Este vídeo explica en detalle las consecuencias de una deficiencia o un exceso de potasio en el suelo. Aprenderás a proporcionar a los pepinos la cantidad suficiente de este mineral.




