¿Por qué crecen torcidos los pepinos en un invernadero?
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Riego
Muchos problemas con el crecimiento y la fructificación de los pepinos se originan en el procedimiento más simple: el riego. Aunque parezca increíble, es cierto: a menudo, incluso los jardineros experimentados desconocen cómo regar correctamente las plantas de invernadero, lo que provoca diversas enfermedades e incluso la muerte de las plantas.
Existen varias causas posibles de un riego inadecuado:
- Riego con agua fría. Gracias a la relativa estabilidad de las temperaturas del aire y del suelo en el invernadero, se crea un microclima específico que favorece el crecimiento del pepino. Por lo tanto, es fundamental controlar la temperatura del agua. Si es mucho menor que la del suelo, se enfriarán las raíces de la planta. Esto, a su vez, las obligará a redistribuir sus recursos acumulados para compensar el daño.
- Riego insuficiente. Los pepinos necesitan mucha humedad para prosperar y se marchitan durante los períodos secos. Un suelo demasiado seco ralentiza los procesos vegetativos, lo que afecta al desarrollo del fruto. Básicamente, la planta entra en modo de ahorro de agua, dedicando los mínimos recursos a la formación del fruto, lo que provoca que estos se deformen y sean más pequeños.
- Riego excesivo. Al igual que la falta de agua, el riego excesivo provoca deformaciones en los frutos. Esto se debe a la pudrición de la raíz y a la incapacidad de absorber los micronutrientes beneficiosos del suelo, ya que el exceso de agua los arrastra.
Falta de luz y calor
Puede sonar extraño, pero los pepinos deformes que crecen en invernadero se deben a la falta de calor y luz. La temperatura ideal para el crecimiento del pepino es de 23 a 26 °C (73 a 80 °F). Si es más alta, los pepinos se marchitan, se ponen amarillos rápidamente y se secan; si es más baja, se enferman y producen frutos deformes. Incluso al cultivar pepinos en invernadero, es importante monitorear cuidadosamente el pronóstico del tiempo y aislar el área si se prevén heladas. Es fundamental controlar la temperatura durante la fase final de floración, justo antes de que comience la fructificación.
La falta de luz es otro problema grave para los pepinos. Esto puede deberse a diversas razones: cielo nublado, crecimiento excesivo o un invernadero mal construido. Independientemente de la causa, la falta de luz afecta negativamente el crecimiento y la fotosíntesis de la planta, lo que provoca que el fruto se deforme y adquiera forma de gancho.
Si se plantan demasiado juntas, las plantas de pepino se marchitan. Es fundamental eliminar los brotes laterales y despuntar las plantas para aclarar el follaje denso y facilitarles el desarrollo.
Fertilizantes
La fertilización del suelo en un invernadero siempre es un tema crucial. ¿Es suficiente lo que se aplica durante la preparación del suelo o se necesita más? La proporción de los distintos fertilizantes minerales y orgánicos influye significativamente en el crecimiento del pepino. Tanto la deficiencia como el exceso de estos nutrientes en el suelo pueden provocar deformaciones en los frutos. La deficiencia de fósforo, potasio, hierro, cobre y nitrógeno hace que las hojas de la planta se pongan amarillas y que los frutos pierdan sabor y sean pequeños. Sin embargo, el exceso de cualquiera de estos elementos produce un efecto similar: la planta se comporta de forma extraña y produce pocos o ningún fruto.
Los frutos con forma de gancho crecen debido a la falta de potasio. Es bien sabido que fertilizar con levadura, infusiones de hierbas, gallinaza o estiércol de vaca extrae potasio del suelo. Sin él, no se produce un desarrollo adecuado del fruto. Como resultado, se obtienen plantas de pepino desgarbadas que dan frutos pequeños y poco atractivos.
Si en este lugar se cultivaron pepinos antes que calabacines, eneldo o calabazas, el suelo se agotará de micro y macronutrientes, lo que provocará distonía en las plantas e inhibirá por completo su crecimiento y fructificación. Evite esta secuencia de cultivo y aplique fertilizantes complejos de manera oportuna, fertilizando el suelo. Esto eliminará el problema de los pepinos pequeños, deformes o con mal aspecto.
vecinos partenocárpicos
Las variedades de pepino partenocárpicas, es decir, aquellas que producen fruto sin polinización, no se desarrollan bien en invernadero junto con otras variedades, ya sean comunes o híbridas. Intente separarlas colocándolas en extremos opuestos del invernadero o incluso en habitaciones separadas. Si decide plantar pepinos partenocárpicos con variedades polinizadas por insectos, sepárelos con una tela gruesa para reducir el contacto por vía aérea. ¿Por qué es necesario esto? El polen de las variedades híbridas que cae sobre las variedades partenocárpicas poliniza las inflorescencias, interrumpiendo la formación y el desarrollo natural del fruto. Esto puede dar lugar a frutos deformes.
Cosecha intempestiva
Al cultivar cualquier planta en un invernadero, es importante cosechar los pepinos maduros a tiempo. Esto preservará la calidad y el sabor del fruto, evitando que se pudra o sea dañado por insectos. Además, ayudará a que los pepinos produzcan frutos posteriores sin problemas. Dejar los pepinos maduros en la planta demasiado tiempo impedirá que produzca más frutos.
Coseche la fruta fresca cada 2-3 días para asegurar la continua producción de pepinos en el invernadero.
Otra causa de frutos deformes es plantar pepinos en el mismo lugar durante varios años seguidos. En primer lugar, esto aumenta el riesgo de enfermedades fúngicas (pudrición de la raíz, moho gris, mildiú velloso, cabeza de cobre). En segundo lugar, durante el crecimiento se acumula en el suelo una toxina llamada colina. Su exceso afecta la forma y el tamaño del fruto.
Vídeo: Cómo cultivar pepinos perfectos
Este vídeo explica cómo cultivar pepinos perfectos desde la semilla hasta la cosecha.




