Cómo y cuándo fertilizar pepinos en invernadero: consejos comprobados

El rendimiento de los pepinos de invernadero depende de muchos factores: luz, temperatura, humedad, pero el más importante es la fertilización. Los fertilizantes esenciales para los pepinos de invernadero —nitrógeno, fósforo y potasio— deben estar siempre presentes en el suelo. Sin embargo, hay periodos en los que las plantas experimentan deficiencia de algún otro elemento, por lo que es necesaria una fertilización completa y regular. Este artículo le indicará con qué frecuencia y cuál es la mejor manera de fertilizar los pepinos de invernadero.

Preparación del suelo en el invernadero

Los pepinos se caracterizan por una tasa intensa de crecimiento de brotes y formación de frutos, mientras que las plantas tienen raíces poco desarrolladas y superficiales. Una cosecha de pepinos sobre la mesaDebido a esta característica, requieren nutrición adicional durante todo el ciclo de cultivo: desde la germinación hasta la cosecha. Los fertilizantes deben aplicarse al suelo mucho antes de plantar las plántulas, al preparar la tierra en el invernadero en otoño o primavera.

Preparativos de otoño

Inmediatamente después de la cosecha, es fundamental limpiar el invernadero y prepararlo para la próxima temporada: retirar todos los restos vegetales, remover la tierra y desinfectar todo. Es importante recordar que todo tipo de microbios y hongos de cultivos anteriores permanecen no solo en la tierra, sino también en las paredes, los cristales y otras partes del invernadero.

El primer paso consiste en desinfectar a fondo el invernadero con lejía u otro antiséptico. Para preparar la solución de trabajo, diluya la cal a una concentración de 300 g por cada 10 litros de agua y déjela reposar durante 3-4 horas. Aplique la solución líquida al invernadero y selle las grietas con el residuo.Fertilización del suelo con harina de dolomita

A continuación, cava la tierra profundamente, elimina las raíces y los terrones que queden y añade humus o compost a razón de un cubo por cada metro cuadrado de superficie. El cultivo de hortalizas en invernaderos suele aumentar la acidez del suelo. Para nivelar el suelo, se recomienda añadir harina de dolomita o cal apagada (300 g/m²) después de cavar. El lecho del invernadero debe mantenerse en estas condiciones hasta la primavera.

entrenamiento de primavera

Con la llegada de la primavera, e incluso antes en invernaderos fijos de policarbonato, se vuelve a remover la tierra, añadiendo fertilizantes minerales en una cantidad de 20-30 g/1 m² de bancal:

  • nitrato de amonio;
  • superfosfato;
  • sulfato de potasio.Fertilizantes potásicos para pepinos

Se recomienda aplicar fertilizante entre una y dos semanas antes de plantar las plántulas o semillas en el invernadero. En ese momento, la tierra fertilizada y labrada se riega abundantemente con una solución tibia de permanganato de potasio (2 g/1 litro de agua), se cubre con plástico y se deja reposar hasta la siembra para que la tierra se caliente y el fertilizante se integre con ella.

Vídeo "Alimentación"

En este vídeo aprenderás cómo abonar los pepinos.

Fertilización de pepinos de invernadero

Durante la temporada de crecimiento, los pepinos en invernadero se fertilizan de 4 a 5 veces. Al inicio de la temporada, las plantas necesitan especialmente nitrógeno. Se recomienda utilizar fertilizantes complejos nitrogenados, que contengan los componentes necesarios para su absorción. Durante la floración y el cuajado, los pepinos requieren fósforo, y durante la fructificación, potasio. En función de estas necesidades, se puede planificar la fertilización y aplicarla de la manera más adecuada.

Alimentación radicular

El riego de pepinos con soluciones nutritivas es el método clásico y más eficaz de fertilización. La fertilización radicular consiste en aplicar la solución directamente a las raíces, evitando el contacto con las hojas. Los pepinos de invernadero responden muy bien al riego, ya que los nutrientes líquidos están más disponibles para sus raíces. Sin embargo, este método solo es eficaz si el suelo está caliente; en suelos fríos, la absorción de nutrientes a través de las raíces se ve inhibida.Pepinos cultivados en un invernadero

El primer abonado radicular de los pepinos se realiza cuando aparecen de 3 a 4 hojas. Para el riego, disuelva en 10 litros de agua: superfosfato doble (25 g), sulfato de potasio (15 g) y nitrato de amonio (15 g). Aplique la solución a razón de 0,7 a 1 litro por planta.

La siguiente fertilización se realiza durante el periodo de floración. En esta ocasión, se recomienda combinar fertilizantes orgánicos y minerales. Los siguientes componentes se diluyen en 10 litros de agua:

  • Opción 1 – nitrofosca (1 cucharada) y gordolobo líquido (0,5 l);
  • Opción 2 – ceniza (1 vaso), ácido bórico (0,5 g) y sulfato de manganeso (0,3 g).

La dosis recomendada de la solución es de 3 litros por metro cuadrado de superficie ajardinada. Para los otros dos fertilizantes, la misma solución se aplica cada dos semanas.

Alimentación foliar

La fertilización foliar consiste en rociar las hojas con soluciones nutritivas. Cabe destacar que la fertilización foliar produce resultados más rápidos que la fertilización radicular y se utiliza cuando no se puede esperar. Para obtener resultados óptimos, el fertilizante debe rociarse uniformemente sobre el follaje, en lugar de regarlo o esparcirlo.Fertilizante superfosfato para el suelo

Puedes usar fertilizantes complejos ya preparados o preparar tu propia solución nutritiva para pepinos. Por ejemplo, puedes mejorar la salud de tus bancales con la siguiente solución mineral: 60 g de superfosfato, 30 g de nitrato de potasio, 1 g de ácido bórico, 0,4 g de sulfato de manganeso y 0,1 g de sulfato de zinc por cada 10 litros de agua. Esta misma solución se puede usar para fertilizar tomates en invernadero; los tomates crecen mejor con fertilizantes que contienen boro, zinc y manganeso.

La pulverización de las plantas debe realizarse únicamente en días nublados o al atardecer, ya que la solución se seca rápidamente al sol sin tener tiempo de ser absorbida, dejando manchas blancas en las hojas.

Signos de deficiencia o exceso de minerales

Cada elemento químico de un fertilizante es absorbido por las plantas en una cantidad específica, ni más ni menos. Un exceso o, por el contrario, una deficiencia de nutrientes afecta inmediatamente su salud. Si los pepinos se atrofian, los brotes frutales se forman mal o el follaje se ve opaco y caído, son señales de una nutrición inadecuada. Se puede determinar qué elemento falta o está en exceso observando el aspecto de las plantas.

Nitrógeno

Este elemento, aunque en cantidades variables, es necesario para las plantas durante todo el ciclo de crecimiento. Es especialmente importante en primavera, cuando comienza a formarse la parte verde de las hortalizas. La necesidad de nitrógeno de los pepinos disminuye gradualmente, pero una deficiencia al inicio del ciclo de crecimiento puede afectar incluso al fruto. Los siguientes signos indican una deficiencia de nitrógeno:

  • Cambio en el color de las hojas: las hojas del pepino se vuelven más claras y, si no se aplica fertilizante a tiempo, se tornan amarillas y se secan;
  • Los frutos pierden su color verde habitual, volviéndose claros e incluso grisáceos;
  • Las partes superiores de los frutos en el lado de la flor adquieren una forma puntiaguda;
  • El crecimiento posterior de los tallos se ralentiza;
  • Las plantas dejan de formar nuevos ovarios.Hojas de pepino amarillentas

Al mismo tiempo, la aplicación de ciertos fertilizantes nitrogenados, como el nitrato de amonio, puede provocar la acumulación de nitratos en el fruto. El exceso de nitrógeno hace que la piel del pepino se torne amarillenta, se cubra de pequeñas manchas y pierda su aroma característico.

Antes de aplicar fertilizante nitrogenado, compruebe si el huerto se ha regado con regularidad. Todos los fertilizantes minerales necesitan humedad para disolverse, por lo que, aunque haya aplicado suficiente nitrógeno en primavera, si el suelo estaba seco, las plantas no podrán absorberlo. Si se ha regado adecuadamente, los pepinos de invernadero pueden fertilizarse con nitrógeno mediante la aplicación foliar de sulfato de amonio o urea (10-15 g/10 L de agua).

Si se produce una deficiencia de nitrógeno durante la fructificación, lo mejor es utilizar una solución orgánica conocida como "té de hierbas". Para prepararla, añada 2 kg de hierba picada o cualquier otra maleza a 10 litros de agua tibia. Déjela reposar durante una semana, cuélela después de la fermentación y utilícela para regar los pepinos.

Potasio

La fertilización con potasio nunca es mala idea para los pepinos, pero las plantas tienen una necesidad particular de este elemento durante la fructificación.

La deficiencia de potasio durante este período afecta principalmente la calidad de los frutos, pero las partes verdes de las plantas también sufren cambios. La deficiencia se manifiesta con los siguientes síntomas:

  • Los frutos adquieren un sabor neutro (desaparecen el dulzor y el aroma);
  • La forma de los frutos cambia, se estrechan en la base, adquieren forma de pera y comienzan a curvarse;
  • Las hojas se secan por los bordes y se vuelven amarillas en la parte inferior de los arbustos.

Para empezar, simplemente riegue bien el lecho de cultivo. Si los pepinos no se han recuperado después de unos días, puede remediar la situación añadiendo una solución de sulfato de potasio o ceniza, preferiblemente a través del riego.

Fósforo

Los siguientes signos indican una deficiencia de fósforo:

  • ralentizar el crecimiento de los brotes;
  • Las hojas jóvenes, en comparación con las viejas, crecen hasta alcanzar un tamaño significativamente menor;
  • Las nervaduras de las láminas foliares adquieren un color púrpura;
  • Las hojas se oscurecen de forma inusual, adquieren un tono azulado y, en casos críticos, se vuelven negras y mueren.La nitroammofosca es un fertilizante universal.

Como último recurso, se pueden rociar las plantas de pepino con una solución de fosfato de amonio o superfosfato (1 cucharada por cada 10 litros de agua). Si la situación no es crítica, lo mejor es aplicar el fertilizante directamente a las raíces.

Como puedes ver, no existe una forma universal de prevenir las deficiencias nutricionales, por lo que lo mejor es usar fertilizantes completos y equilibrados. Al aplicar fertilizantes listos para usar, sigue las instrucciones y no excedas la concentración recomendada. Recuerda: todo con moderación.

Vídeo: Alimentación radicular en un invernadero

Este vídeo te mostrará cómo cultivar pepinos en un invernadero.

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