Cultivo y cuidado de pepinos de la A a la Z
Contenido
Riego
Durante su fase de crecimiento activo y fructificación, a lo largo del verano, los pepinos requieren riego regular debido a la estructura de su sistema radicular. Como es bien sabido, los pepinos están compuestos en un 95 % de agua, por lo que la falta de humedad reduce significativamente la calidad de las plántulas y el sabor de los pepinos, volviéndolos amargos e incomibles. La falta de agua provoca el oscurecimiento y la fragilidad de las hojas, lo que debilita la planta.
El primer riego de las plántulas se realiza cuando la tierra está parcialmente seca, lo que permite que desarrollen tallos fuertes y un sistema radicular robusto. Para las plantas jóvenes, un cubo de agua por metro cuadrado es suficiente, mientras que para las plantas maduras, se vierte un cubo de agua debajo de cada planta, teniendo cuidado de no salpicar las hojas ni arrastrar las raíces.
El riego se realiza al atardecer o temprano por la mañana, cuando el sol no está activo. La temperatura del agua no debe bajar de +10 a +12 °C.ODe lo contrario, los pepinos dejan de crecer y aparece moho gris en las plantas. No se recomienda regar los pepinos con manguera; es mejor usar agua bien reposada de la casa.
Independientemente de la variedad, se recomienda regar las plantas al menos una vez cada 6 días antes de la floración y cada 3-4 días durante la fructificación. En climas cálidos, riegue con mayor frecuencia, casi a diario. La sequedad del suelo es el principal indicador.
Los jardineros suelen cubrir sus bancales de pepinos con recortes de césped o heno en descomposición. Esto evita que la tierra se seque y previene el crecimiento de malas hierbas. Si la tierra ha formado una costra debido al riego frecuente, conviene pincharla hasta una profundidad de 15 cm.
El cultivo de pepinos al aire libre depende de la lluvia, ya que el exceso de humedad provoca la pudrición de la raíz. Si el verano es lluvioso, se excavan zanjas de drenaje cerca de los bancales para evacuar el agua. El exceso de humedad reduce la cantidad de oxígeno en el suelo, lo que hace que las hojas se pongan de color verde pálido e impide que los pepinos se formen. La humedad óptima para cualquier variedad es del 80 %.
Deshierbe y aflojamiento
Debido al delicado sistema radicular de los pepinos, típico de todas las variedades, el deshierbe y la labranza deben realizarse con mucho cuidado. Se recomienda hacerlo después de cada riego o lluvia intensa, levantando con delicadeza las guías.
Durante las tres primeras semanas, las plántulas jóvenes se aflojan constantemente a una profundidad de 4 cm, y luego se aflojan al menos una vez por semana.
El aporcado debe realizarse correctamente varias veces por temporada, lo que ayudará a la planta a desarrollar nuevas raíces y será una excelente medida preventiva contra las enfermedades fúngicas.
Fertilizantes
Una buena cosecha, sea cual sea la variedad, depende de una fertilización oportuna y de calidad. De lo contrario, la planta empieza a sufrir y los frutos se vuelven pequeños y poco atractivos. En promedio, las plantas de invernadero reciben entre cinco y seis aplicaciones de fertilizante por temporada, mientras que las variedades cultivadas al aire libre cerca de la casa reciben al menos tres.
También es fundamental tener en cuenta la acidez del suelo, que debe estar dentro del rango de pH 7; de lo contrario, los pepinos producirán una cosecha escasa y dejarán de crecer. Los suelos ácidos deben encalarse previamente.
Tres semanas antes de sembrar las semillas, se recomienda aplicar fertilizantes minerales, incluyendo 10 g de nitrógeno, 12 g de fósforo y 12 g de potasio.
La primera aplicación de fertilizante debe realizarse después del aclareo de las plántulas, cuando aparezcan las primeras dos o tres hojas. Se puede usar gordolobo (un litro de solución espesa diluida en 10 litros de agua) o la misma cantidad de gallinaza con ceniza añadida (dos tazas por cada 10 litros de agua). Para fertilizante mineral, utilice una mezcla de 15 g de urea, 50 g de superfosfato y 15 g de sulfato de potasio, diluida en 10 litros de agua. Esta cantidad de fertilizante es suficiente para 10-15 plantas.
Cuando los pepinos empiezan a dar fruto, se incrementa la fertilización varias veces con nitrógeno y potasio. La fertilización se realiza, en promedio, hasta cuatro veces, y las variedades que crecen en suelos franco-arenosos y arenosos se fertilizan mejor mediante riego por goteo. La solución se prepara con una cucharada de nitrofosfato y una taza de estiércol de pollo, diluidas en 10 litros de agua.
Para la fertilización posterior, puede añadir 1 cucharadita de sulfato de potasio y 0,5 litros de gordolobo. Se utilizan aproximadamente de 4 a 6 litros de solución por metro cuadrado de plantación. Si lo desea, puede usar cualquier otro fertilizante húmico natural que tenga en casa, como Kormilets, Ideal, Plodorodie o simplemente humato de sodio.
Es importante no quemar las hojas de los arbustos al aplicar fertilizante a la tierra alrededor de las plantas. Este procedimiento debe realizarse en clima cálido, ya que las raíces tienen dificultad para absorber los nutrientes en días nublados y fríos.
Las hojas amarillentas y los frutos deformados indican una falta de nutrientes.
Si examinas con atención los pepinos recién cosechados en casa, podrás deducir por su forma las necesidades de la planta y cómo cuidarla. Cuando el suelo es pobre en potasio, los frutos se asemejan a peras, mientras que la falta de nitrógeno provoca la formación de puntas pálidas y curvadas. El riego con agua fría y las fluctuaciones de temperatura hacen que los pepinos desarrollen una característica forma de cintura, mientras que el riego irregular y la polinización cruzada de variedades híbridas dan lugar a frutos torcidos y arqueados.
Cuando se trata del cuidado de los pepinos, recuerde que no deben plantarse después de las calabazas, pero la col, las cebollas, el maíz, los guisantes, los tomates y el abono verde son excelentes predecesores.
Formación
Uno de los procedimientos más importantes que influyen en la cantidad y calidad de la fruta es la poda en formación, que consiste en el pinzamiento y el atado adecuados. Esto favorece el desarrollo de brotes laterales con flores femeninas y, en invernadero, evita que el follaje crezca en exceso.
Al podar una planta, se debe tener en cuenta la variedad de pepino, ya que los híbridos y las especies polinizadas por insectos presentan diferencias en sus cuidados.
El método más común de formación de arbustos incluye varias etapas:
- Unas semanas después de la siembra, la planta joven se ata al enrejado con hilo, envolviendo el tallo con un lazo suelto;
- La formación de cada planta se lleva a cabo en un tallo principal, conservando las ramas laterales, arrancando cuidadosamente las flores o brotes en las axilas de las primeras cuatro hojas verdaderas;
- Se dejan los siguientes 5-6 brotes laterales, pero se despunta la parte superior, manteniendo la longitud en unos 20 cm;
- Luego se dejan en el arbusto los brotes de hasta 30-40 cm de largo, pellizcándoles las puntas;
- Los brotes laterales superiores no deben tener más de 50 cm, y se fijan cuidadosamente con cuerda al soporte;
- El brote principal, una vez alcanzados los 60-70 cm, se coloca sobre el enrejado y se despunta.
No es necesario cultivar variedades de maduración temprana, pero para los pepinos de media temporada y de maduración tardía esta es una medida obligatoria.
Vídeo: "Cultivo de pepinos. Formación de matas"
El autor del vídeo explica y muestra cómo cultivar pepinos al aire libre. El proceso incluye el uso de mallas de sombra, enrejados, la eliminación de brotes laterales, la fertilización y la aplicación de insecticidas preventivos.
Recopilación
La recolección regular de fruta, al menos dos o tres veces por semana, favorece la formación activa de nuevos ovarios y una cosecha abundante en su hogar.
Según su finalidad, los pepinos se cosechan de la siguiente manera:
- El tamaño óptimo de los pepinos para enlatar es de 8 a 10 cm;
- Las frutas para encurtir no deben exceder los 8 – 18 cm;
- Es mejor cosechar las variedades de ensalada cuando alcancen un tamaño de 12 cm.
Si un pepino crece demasiado, comenzará a amarillear e interferirá con el crecimiento de otros frutos. Tampoco se recomienda dejar pepinos deformados, con manchas o arañazos, en la planta, ya que esto podría indicar una plaga o un virus.
Los jardineros han observado un hecho interesante sobre las especies más comunes: la cosecha frecuente da como resultado la formación de frutos para enlatar, mientras que la cosecha menos frecuente produce pepinos para encurtir o para ensalada.
Es importante separar bien los pepinos de los tallos, cortándolos con un cuchillo sin retorcer las guías. Este procedimiento se realiza mejor por la mañana o por la tarde.
En casa, la cosecha se almacena en un lugar fresco y oscuro.
Vídeo: Cultivo de pepinos en un enrejado
Un vídeo sobre los beneficios de cultivar pepinos en espaldera, así como sobre cómo darles la forma adecuada.










