Cuidados adecuados para las frambuesas en otoño: consejos de agrónomos expertos.
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poda de arbustos
Para saber cómo cuidar las frambuesas en otoño, es necesario conocer las características de cada variedad. La poda es una de las tareas más importantes de esta estación. Es fundamental darles la forma adecuada, eliminando los brotes innecesarios. Esto no solo les dará la forma correcta, sino que también determinará su densidad. Dado que la planta consume mucha energía durante las heladas para sobrevivir, es recomendable eliminar los brotes y tallos sobrantes para facilitar su supervivencia durante el invierno y conservar energía. Cuidar las frambuesas en otoño tiene muchas ventajas.
En primer lugar, es importante señalar que la poda es esencial porque facilita el control de diversos insectos dañinos. Las plagas y los hongos se acumulan principalmente en las partes superiores de las copas, las puntas de los tallos y las hojas.
Cuando las hojas caen en noviembre, los microorganismos patógenos se depositan en el suelo y penetran en el sistema radicular. Algunos organismos pueden permanecer en la planta hasta el deshielo primaveral. Por lo tanto, es necesario tratar las frambuesas en otoño, eliminando todo aquello que pueda dañarlas.
La poda permite eliminar los brotes sobrantes del arbusto, facilitando así su fertilización. Se pueden dejar hasta nueve brotes, que siempre producirán bayas grandes y jugosas. Si la planta tiene demasiados brotes, las bayas no madurarán de forma uniforme, ya que el arbusto no tendrá la fuerza suficiente para distribuir equitativamente los minerales y los nutrientes. En consecuencia, la cosecha será escasa. Además, las bayas serán ácidas en lugar de dulces, y no se podrá apreciar el sabor de ninguna variedad de frambuesa.
La poda de las frambuesas puede aumentar la producción futura. Si bien esto depende principalmente de la variedad, la eficacia de este método es innegable. Las frambuesas pueden desarrollarse en brotes de un año que surgieron en primavera de ramas de dos años. A veces, aparecen inmediatamente en brotes de un año. Esto es común en las variedades de frambuesa remontantes. Por lo tanto, se recomienda podar las frambuesas a finales de octubre para aumentar la producción la próxima temporada.
Al podar, los agricultores pueden dejar 30-35 centímetros del tallo principal para la ramificación del arbusto o cortarlo completamente a nivel del suelo.
Los jardineros utilizan varios tipos de poda de plantas. Tres métodos principales son: la poda doble, la poda regular y el acortamiento.
La poda es muy sencilla. Se corta toda la parte aérea del arbusto de frambuesa. Este método es más adecuado para variedades comunes de frambuesa que no producen grandes cosechas, así como para aquellas con un crecimiento débil. La poda elimina las plagas al erradicarlas por completo. Este método también aumenta la producción al estimular el desarrollo de brotes bienales.
Al realizar la poda estándar, se elimina aproximadamente el 70 % de los brotes y, en raras ocasiones, el tallo completo. La técnica empleada dependerá de la variedad de frambuesa. En las variedades de crecimiento vigoroso, suele ser necesario podar el tallo completo. A principios del verano siguiente, el brote puede alcanzar casi un metro de longitud. Si una variedad en particular presenta un crecimiento lento, los brotes pueden acortarse entre un 50 % y un 70 % en otoño.
La poda doble es adecuada para todas las variedades de frambuesa. Se utiliza con mayor frecuencia en las variedades remontantes. Lo más importante es tener siempre en cuenta el ritmo de crecimiento de la planta. Debe desarrollar una copa frondosa y libre para mantener un buen potencial de fructificación. Para asegurar una fructificación constante, se recomienda podar el arbusto tanto en otoño como en primavera. Esto permitirá que la planta crezca en todas direcciones. Si la poda se realiza a tiempo en otoño, las nuevas ramas y brotes aumentarán la producción al año siguiente.
Vídeo: "¿Por qué es necesaria la poda en otoño?"
En este vídeo aprenderás por qué debes podar tus arbustos en otoño.
Fertilizantes y abono
El cultivo de frambuesas en otoño requiere no solo una poda oportuna, sino también la fertilización del suelo. Para asegurar una cosecha abundante, es importante permitir que la planta acumule la mayor cantidad posible de nutrientes y minerales. Con una fertilización adecuada, se observarán resultados positivos al año siguiente. La fertilización oportuna también garantiza que los tallos se endurezcan, aumenten su diámetro y acumulen los nutrientes necesarios para proteger la planta de las heladas invernales.
La fertilización es esencial para las variedades que se podarán y se someterán a podas regulares. Por lo tanto, es recomendable comenzar la preparación de las plantas ya en agosto o septiembre, según la variedad de frambuesa que se cultive.
Lo mejor es aplicar el primer fertilizante al suelo después de cosechar las últimas bayas maduras o durante la segunda floración de las frambuesas en septiembre (en el caso de variedades remontantes). Normalmente se añade urea al suelo.
Es recomendable usar una dosis pequeña, pero aplicar el fertilizante con mayor frecuencia. Para cada 100 metros cuadrados, son suficientes 50 gramos de urea. Se diluye en agua en una proporción de 1:10.
Puedes sustituir el fertilizante químico por uno natural. El extracto líquido de gordolobo o los excrementos de pájaro diluidos en agua son adecuados. Aplicar fertilizantes orgánicos es igual de efectivo que los químicos, e incluso algunos pueden ser más efectivos. En pocos días, notarás los efectos de los fertilizantes orgánicos: los tallos crecerán más rápido y el follaje adquirirá un color más intenso y oscuro. Las hojas pálidas suelen indicar una deficiencia de micronutrientes.
Si le proporcionas a la planta los cuidados adecuados en otoño, podrá sobrevivir bien al invierno y comenzará a crecer más rápido en primavera.
En primavera, se pueden utilizar mezclas de nitrógeno para fertilizar las frambuesas. Los componentes nitrogenados liberados en el suelo pueden aumentar el metabolismo de la planta, acelerando el crecimiento e incrementando el volumen de los brotes jóvenes.
Si piensa podar las frambuesas desde la base antes del invierno, puede aplicar fertilizante en la segunda quincena de octubre y luego dejarlas reposar durante unas semanas. Puede comenzar la poda después de un mes.
Doblar los arbustos para el invierno
Si cultivas frambuesas en tu jardín, recuerda prepararlas para el invierno. Lo más importante es mantener su resistencia a las heladas. Independientemente de la variedad, necesitará protección contra las heladas. Esto se aplica incluso a las variedades más resistentes, que pueden soportar temperaturas muy bajas.
El método principal para preparar las frambuesas para el invierno consiste en doblarlas y atarlas. Si se planea cosechar las frambuesas de la próxima temporada a partir de brotes de un año, es necesario colocarlos lo más cerca posible del suelo durante el invierno. Esto protegerá los brotes del viento (que es muy peligroso para estas plántulas) y también les proporcionará una capa de nieve que las protegerá de las heladas, reteniendo así más calor.
Para empezar, se cortan todas las copas y los brotes laterales, dejando solo los troncos de hasta 85-90 centímetros de largo. Luego, se juntan todos los tallos y se atan con cuerda. Será necesario atar un pequeño peso a la cuerda para sujetar los tallos al suelo. Es importante doblar los tallos hacia abajo a principios de otoño, ya que a finales de otoño y principios de invierno, el flujo de savia a través de las ramas disminuye considerablemente.
En consecuencia, pierden flexibilidad y elasticidad, y doblar las ramas conlleva el riesgo de romperlas. Por lo tanto, el proceso se realiza mejor a mediados de otoño, cuando las ramas aún son fáciles de doblar.
También se puede utilizar el método de enterramiento. Está demostrado que la tierra es el mejor aislante natural para las plantas. Por lo tanto, se pueden enterrar a una profundidad suficiente. Para ello, se cavan pequeños agujeros del largo de los tallos, se atan y se entierran. Si sobra tierra, se puede tomar de la parcela, aumentando así la altura del montículo (la capa óptima de tierra es de hasta 20 centímetros). Es muy importante desenterrar los tallos a tiempo en primavera para evitar que la planta se asfixie por falta de oxígeno.
Si lo haces todo correctamente, podrás salvar las plantas y obtener una nueva cosecha.
Vídeo: "Cuidado de un arbusto en otoño"
Este vídeo te mostrará cómo cuidar tu arbusto antes del invierno.



