Control de enfermedades y plagas de la grosella
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Enfermedades
Las enfermedades de la grosella son causadas principalmente por hongos. Estos provocan pudrición de la raíz y la base, manchas en las hojas y pudrición del fruto, así como el debilitamiento y la desecación del arbusto. Además, los pulgones, las larvas de la polilla de la fruta y los ácaros de las yemas también dañan las grosellas. Aunado al daño mecánico a la planta, los insectos también transmiten ciertas enfermedades virales y bacterianas. Por lo tanto, se debe adoptar un enfoque integral para el manejo de las enfermedades de la grosella, que incluya medidas de control adecuadas y la prevención de enfermedades.
Placa blanca
El síntoma más común de esta enfermedad de la planta es una capa blanca en las hojas, así como en las grosellas. A veces parece una telaraña y, al intentar quitarla, se desprende fácilmente con los dedos. A medida que la enfermedad avanza, la capa se extiende al ovario, engrosándose y oscureciéndose. Las plantas afectadas se retuercen y marchitan, las hojas se agrupan, se vuelven quebradizas y se caen rápidamente. Todos estos síntomas son señales de una enfermedad peligrosa: el oídio.
Oídio
El oídio, también conocido como esferoteca, es una enfermedad fúngica causada por el hongo Sphaerotheca morsuvae. Este patógeno es perjudicial porque impide que las plantas intercambien agua y calor correctamente, lo que provoca los síntomas característicos.
El hongo Spheroteka sobrevive al invierno en las hojas caídas e infecta las plantas en primavera. En nuestras latitudes, son comunes dos variedades de este hongo: la americana y la europea. Sin embargo, dado que los tratamientos para las grosellas en estos casos son muy similares, no profundizaremos en las particularidades de estos hongos.
¿Cómo curar las grosellas? Ya en el siglo XVIII, la mezcla bordelesa se convirtió en un remedio eficaz contra el oídio. Se trata de una mezcla de sulfato de cobre y carbonato de sodio. Se puede aplicar a los brotes y las hojas.
Un buen medio de protección es también el tratamiento con una infusión de ceniza de madera, que se añade al suelo alrededor del propio tronco.
En la lucha contra esta enfermedad, es importante eliminar por completo las hojas caídas, así como todas las partes afectadas de la planta.
antracnosis
Si aparecen pequeñas manchas marrones en las grosellas, revise inmediatamente si hay lesiones necróticas; podría tratarse de antracnosis. La antracnosis es otra enfermedad fúngica difícil de controlar para los jardineros. Tras la infección, aparecen manchas oscuras con bordes difusos en las hojas, pero a medida que la enfermedad avanza, crecen y terminan por unirse, provocando que las hojas se sequen prematuramente. El crecimiento de los brotes y el contenido de azúcar de las bayas se reducen notablemente, lo que exige un esfuerzo considerable para evitar la pérdida de la planta.
El hongo sobrevive al invierno en las hojas caídas y en los frutos momificados. Por lo tanto, la clave para controlar la enfermedad es eliminar por completo la fuente de nuevas esporas. Ante los primeros síntomas, se recomienda tratar las partes verdes de la planta con una solución de sulfato de cobre o caldo bordelés. Se recomiendan medidas preventivas antes y después de la floración.
Óxido
Los hongos del género Puccinia causan roya en las plantas. Las grosellas son susceptibles a la roya cáliz y a la roya columnar. Esta enfermedad se reconoce fácilmente por las manchas de color óxido, las esporas y el envés de las hojas. La enfermedad se propaga desde otras plantas infectadas, afectando principalmente las hojas y, ocasionalmente, los tallos. Las infecciones graves de roya pueden causar deformación de los órganos vegetativos y las bayas, o incluso la caída de las hojas.
Costra
La sarna verdadera, causada por hongos del género Venturia, se confunde a menudo con el oídio en las grosellas. Esta enfermedad es más común en manzanas, peras y patatas. No afecta a las bayas.
Plagas
Además de las enfermedades fúngicas comunes, diversos insectos también causan problemas a las grosellas. Estos insectos consumen hojas, tallos y frutos, afectando la calidad nutricional y el aspecto general de la planta. Entre los insectos más dañinos, los gusanos de cristal de la grosella, los pulgones y los ácaros de los brotes son parásitos de las grosellas.
Invernadero de grosellas
El pulgón de la grosella es una pequeña mariposa. Su daño radica en que, al depositar gran cantidad de huevos en las grietas de la corteza, obstruye el flujo ascendente y descendente de nutrientes y savia. Las orugas que nacen de estos huevos se alimentan de la savia de la grosella, royendo las ramas desde la copa hasta la base. Esto provoca que las ramas se marchiten y que las hojas se sequen y caigan.
Áfido
Este insecto se alimenta de hojas y brotes que aún no se han lignificado, succionando su savia. Los pulgones de los brotes de grosella se reproducen rápidamente y son pequeños, amarillentos y casi invisibles a simple vista. Las hojas enfermas se enrollan y se secan, y los brotes dejan de crecer. Es crucial detectar los pulgones a tiempo, ya que de lo contrario podría perder toda la cosecha. Cabe destacar que los pulgones y las hormigas forman una simbiosis beneficiosa, por lo que se recomienda evitar plantar grosellas cerca de hormigueros.
Ácaro del riñón
El ácaro de las yemas es un pequeño artrópodo que se alimenta de la savia de las hojas jóvenes. Como su nombre indica, vive en las yemas foliares, dañando así las aberturas. Pero el daño que causa el ácaro no se limita a impedir la brotación de las hojas: transmite el virus de la hoja rizada, que es peligroso no solo para las grosellas espinosas, sino también para las grosellas negras.
Tratamiento
La lista de enfermedades de la grosella es bastante larga. ¿Qué se puede hacer para prevenirlas? Es muy sencillo: podemos salvar una planta enferma tratándola con diversos productos. Es fundamental no solo tratarla, sino también tomar medidas preventivas para mantenerla sana.
De enfermedades
Los tratamientos para las enfermedades se dirigen principalmente a los hongos. Se utilizan fungicidas de diversas clases de compuestos químicos. El más sencillo y accesible es la caldo bordelés, inventada para combatir el mildiú de la vid. Consiste en una solución de sulfato de cobre y carbonato de sodio. La lejía y la mostaza en polvo son remedios caseros para combatir las enfermedades fúngicas. El tratamiento con fitosporina también beneficia a las plantas afectadas.
Las grosellas deben tratarse al menos cuatro veces: antes de la floración, inmediatamente después, unas semanas más tarde y al final de la temporada de crecimiento. Se deben eliminar las hojas caídas para prevenir enfermedades. Se recomienda usar mantillo para proteger el tronco y las raíces.
De las plagas
En el mercado actual de plaguicidas existen numerosos insecticidas. Para combatir los ácaros y pulgones que hibernan, los expertos recomiendan Profilaktin, que se aplica mediante pulverización a las plantas a principios de primavera. Para los ácaros, las polillas geométricas y los enrolladores de hojas, se recomienda Aliot, Kleschevit y Fitoverm. Biotlin y Tanrek han demostrado su eficacia contra los pulgones.
Como medida preventiva, se recomienda eliminar de raíz cualquier arbusto infectado con artrópodos para eliminar una posible fuente de recurrencia de la enfermedad.
Para la prevención
Más vale prevenir que curar. Para prevenir cualquier enfermedad, se recomienda eliminar periódicamente los brotes enfermos o debilitados y quitar las hojas que crecen debajo del arbusto. También se recomienda fumigar el suelo para asegurar que el material de siembra sea sano.
El tratamiento con preparados que contienen cobre (como sulfato de cobre o caldo bordelés) siempre es recomendable; el efecto fitotóxico, comparado con el efecto preventivo positivo sobre las grosellas, es mínimo. Además, no olvide los tratamientos estacionales y vegetativos: al inicio de la brotación, antes de la floración y después de la misma.
En verano, se recomienda tratar las grosellas varias veces con carbonato de sodio y jabón; esto ayudará a prevenir la aparición de oídio y antracnosis.
Para prevenir plagas, recomendamos usar Karbofos o Rovikur. Una solución de azufre es eficaz contra los ácaros de los brotes.
En otoño, el suelo, desprovisto de hojas, se trata con nitrofen y se abonan las grosellas, preparándolas para el invierno.
Vídeo: "Control de enfermedades y plagas de la grosella"
Este vídeo te enseñará cómo controlar las plagas y enfermedades de la grosella.







