Instrucciones para el cultivo y cuidado de la col en tierra al aire libre
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Variedades para terreno abierto
La mayoría conocemos la col blanca tradicional, pero existen muchas variedades de esta verdura: coliflor, brócoli, colinabo, coles de Bruselas, col china, col rizada, etc. Sin embargo, las variedades más comunes en los huertos rusos son la col blanca y la col roja.
Vídeo: Plantación en campo abierto
Este vídeo te mostrará cómo plantar repollo de manera efectiva en terreno abierto.
Reglas básicas para el cultivo en campo abierto
Cultivar repollo de buena calidad al aire libre no es tan fácil como parece. Esta hortaliza se enfrenta a numerosos desafíos, desde plagas hasta la humedad del suelo. Factores como las fluctuaciones de temperatura y las propiedades del suelo también influyen en los resultados. Además, hay que tener en cuenta la cantidad de luz de la zona: el repollo se desarrolla mejor en bancales soleados.
Presta atención a las hortalizas que se cultivaron antes de la col: los tomates, los rábanos o las remolachas no son adecuados. Estos cultivos agotan el suelo al máximo, lo que resulta en una cosecha de col mucho menor de la esperada.
Lo mejor es plantar los plantones en bancales previamente ocupados por leguminosas, patatas o pepinos. La acidez del suelo también afecta negativamente a la cosecha; a la col no le gusta, así que conviene tomar medidas para reducir los niveles de acidez con antelación.
Siembra y cuidado de las semillas
Al hablar sobre cómo cultivar repollo, es importante destacar que se desaconseja sembrar las semillas directamente en el huerto: el cultivo se realiza a partir de plántulas. Las semillas se siembran en pequeños recipientes y, una vez que suben las temperaturas, los brotes más maduros y fuertes se trasplantan al suelo.
Para cultivar plántulas sanas y viables, es necesario elegir el suelo adecuado: debe contener una gran cantidad de turba.
Hay que trasplantar las plántulas, pero puedes saltarte este paso. Para que la col prospere, su cultivo y cuidado en campo abierto deben estar bien organizados: tanto las plántulas como las plantas maduras requieren un riego adecuado; el exceso de humedad provoca la pudrición de la raíz, mientras que la falta de humedad contribuye a que los brotes se sequen o a un crecimiento atrofiado. Lo mismo ocurre con la temperatura y la iluminación: el frío y la luz insuficiente pueden hacer que los brotes se estiren y se debiliten.
Es importante señalar que los cultivos no germinan inmediatamente: en las primeras semanas después de la siembra, el cultivo se desarrolla muy lentamente y el primer par de hojas puede no aparecer hasta el día 25.
Plantar en la tierra
Para asegurar una buena cosecha, evite plantar plántulas débiles en el huerto: solo se deben trasplantar al suelo plantas vigorosas que hayan adquirido un color verde oscuro y que ya tengan dos pares de hojas. El patrón de plantación es el siguiente: mantenga una distancia de aproximadamente medio metro entre plantas y 80 cm entre la siguiente hilera.
Al plantar, además de humedecer el hoyo preparado, es necesario añadir fertilizante. El compost es ideal para esto. Después de compactar la tierra alrededor de la plántula, riégala bien de nuevo para favorecer el enraizamiento. Asegúrate de que el punto de crecimiento de la plántula no quede enterrado; si lo hace, la planta morirá.
Cuidado
Si la siembra fue exitosa y las plántulas enraizaron, puede relajarse por un tiempo; la col no requiere cuidados especiales. Solo necesita mantener un riego adecuado (riegue las coles moderadamente de 2 a 3 veces por semana). Después de un tiempo, puede reducir el riego a una vez, pero debe ser abundante. Los jardineros experimentados recomiendan rociar en lugar de regar directamente las raíces, lo que humedecerá no solo la tierra, sino también el aire alrededor de la planta.
También es necesario cuidar la tierra del bancal de coles, aflojándola con regularidad, eliminando las malas hierbas y vigilando la presencia de plagas. Recuerda que muchos insectos representan una amenaza para las coles, por lo que es importante combatirlos en cuanto se detecte algún problema. No olvides fertilizar regularmente: la primera fertilización debe realizarse al menos 14 días después de la siembra en su ubicación definitiva al aire libre. La segunda fertilización debe hacerse dos semanas después para favorecer el crecimiento de la planta. Posteriormente, fertiliza según sea necesario, pero con moderación para evitar dañar las plantas.
Para que la col crezca bien, es fundamental sembrarla y, sobre todo, cuidarla al aire libre con constancia, ya que, como cualquier cultivo, requiere atención y dedicación. La cosecha también es crucial: aunque la col es resistente al frío y se puede cortar incluso con heladas, no conviene retrasar demasiado la recolección, ya que la col demasiado madura se agrietará inevitablemente. Si se cosecha antes de tiempo, las cabezas se marchitarán, perdiendo su aspecto y sabor.
Estas son las sencillas reglas que debes seguir para obtener la cosecha de tus sueños y evitar cualquier problema al cultivar tu verdura favorita. Recuerda que desviarte de tan solo una de estas indicaciones puede tener consecuencias negativas, no solo privándote de la tan esperada cosecha, sino también haciéndote perder el interés por la jardinería para siempre. No te preocupes ni te estreses; hazlo todo bien, ¡y que tengas una buena cosecha!
Vídeo "Salida"
En el vídeo aprenderás cómo cuidar adecuadamente la col.



