Peculiaridades del cultivo de la col china
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Descripción breve
La col china es una planta bienal de la familia de las crucíferas, que generalmente se cultiva como anual. Existen variedades de hoja, semicabeza y cabeza completa. Esta verdura forma una roseta de hojas o, como es más común verla, una cabeza suelta y alargada. Consta de hojas tiernas, suculentas, ligeramente corrugadas, de color verde amarillento con bordes ondulados, cada una con una vena blanca, jugosa y crujiente que la recorre por el centro.
Su contenido en minerales y vitaminas beneficiosos, junto con el sabor delicado y constante de sus hojas y su bajo aporte calórico, convirtieron rápidamente a esta verdura exótica en un ingrediente básico de nuestras ensaladas. La col china contiene fibra dietética, proteínas y macronutrientes esenciales: potasio, calcio, magnesio y fósforo. También contiene hierro, zinc, manganeso, yodo, flúor y cobre, micronutrientes de fácil absorción que contribuyen a nuestra salud. Además, su alto contenido en vitaminas A, B, C, E y K puede sustituir fácilmente a un complejo multivitamínico de farmacia.
Gracias a su composición, el consumo regular de col china alivia la deficiencia de vitaminas y la anemia, reduce el riesgo de úlceras y cáncer, mejora la salud cardiovascular y la función hepática, equilibra el sistema nervioso y normaliza los niveles de azúcar en sangre. No es de extrañar que en China, su país de origen, se crea que prolonga la vida.
Sin embargo, si padece acidez estomacal o experimenta algún agravamiento de problemas gastrointestinales, es mejor evitarlo. Aunque se incluye en diversas dietas terapéuticas, no es recomendable consumirlo en exceso, como ocurre con cualquier tipo de col.
Vídeo "Cultivo de repollo"
En este vídeo, jardineros experimentados explican cómo cultivar correctamente esta variedad de col.
Características del cultivo
Con tantas ventajas, es comprensible que nuestros jardineros no pudieran permanecer indiferentes a su cultivo. Además, se puede cultivar con bastante facilidad tanto en campo abierto como en invernadero, incluso en veranos cortos. Un ciclo de cultivo corto y una naturaleza poco exigente: ¿qué más se puede pedir? La col china crece mejor a temperaturas entre 15 y 20 grados Celsius. Si la temperatura baja de 13 grados Celsius, simplemente deja de crecer, y si sube de 24 grados Celsius, deja de producir hojas e inmediatamente comienza a brotar, ansiosa por producir semillas. Dados estos requisitos, crece bien no solo en la región central de Rusia, sino también en los Urales en campo abierto, donde los agricultores y jardineros suelen obtener dos cosechas.
Existen variedades tempranas que maduran entre 40 y 55 días después de la siembra, como "Orange Mandarin", "Vesnyanka", "Asten" y "Sprinkin". Forman cabezas que pesan aproximadamente 1 kg. Las variedades de media estación tardan un poco más en madurar, aproximadamente 60 días. Las más conocidas son "Bokal", "Bilko" y "Vorozheya". Forman cabezas más grandes, de hasta 2 kg, y "Vorozheya" es famosa por su baja tendencia a espigar. Las variedades tardías "Russkiy Razmer" y "Nika" son conocidas por sus cabezas muy grandes, de más de 3 kg. Maduran en hasta 80 días y toleran bien el descenso de temperatura otoñal. La variedad de media estación "Lyubasha" es muy popular; se la conoce por su agradable sabor y su baja tendencia a espigar.
La col china prospera en ambientes húmedos, pero conviene evitar el encharcamiento durante su cultivo. Puede sobrevivir fácilmente a temperaturas tan bajas como 3 °C (36 °F), y las semillas germinan incluso a 5 °C (41 °F). Sin embargo, en interiores, lo ideal es mantenerla a 20 °C (68 °F) o 22 °C (72 °F) y prolongar las horas de luz a 12 horas con lámparas fluorescentes hasta que aparezcan seis hojas verdaderas. El mejor momento para plantarla en exterior es cuando las temperaturas hayan aumentado de forma constante hasta los 16 °C (61 °F) o incluso los 18 °C (63 °F). Esto es especialmente importante para las variedades tempranas.
Siembra
La col china se cultiva generalmente a partir de plántulas, pero también se puede sembrar directamente en el jardín gracias a su corto ciclo de cultivo. Antes de sembrar, conviene comprobar la germinación de las semillas. Es sencillo: basta con colocar unas pocas semillas sobre una gasa húmeda, cubrirlas y mantener la humedad a temperatura ambiente. Las semillas de buena calidad germinarán en 3 a 5 días. Si no germinan, busque otras semillas.
No es necesario tratar las semillas antes de sembrarlas; simplemente plántelas a una profundidad de 1 a 1,5 cm y riéguelas. Como no toleran bien el trasplante, es mejor usar macetas de turba para plantar las plántulas. El sustrato se compone de partes iguales de césped y turba, o una mezcla de compost y fibra de coco.
Coloca 2 o 3 semillas en cada vaso. Germinarán en 3 o 4 días; luego, cuando aparezcan las hojas, selecciona la plántula más fuerte. Hasta que germinen, es mejor mantenerlas en un lugar oscuro y cálido, regándolas con regularidad para evitar que la tierra se seque. Una vez germinadas, trasplántalas a un lugar con luz. La siembra suele realizarse a finales de marzo o finales de junio para las variedades cuya producción se desea conservar durante más tiempo. Un mes después de la germinación, trasplántalas al huerto.
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Cómo cuidar
Esta col, como cualquier otra, crece bien después de pepinos, zanahorias, ajos y cebollas. Es recomendable preparar un bancal con abono verde antes de plantar los plantones. Prefiere suelos ligeros y neutros. Fertilice el bancal en otoño con humus o compost y añada ceniza, que puede incorporarse a los hoyos y durante la plantación. Plante los plantones hasta que las hojas alcancen la base, con una separación de 40 cm. Las plantas jóvenes pueden cubrirse con tela no tejida durante una o dos semanas. Esto las protegerá no solo de las heladas repentinas, sino también de la plaga más molesta: el pulgón de las crucíferas.
Dos semanas después de la siembra, se cubre el suelo con mantillo para retener la humedad y proteger las plántulas de las malas hierbas. El riego suele realizarse una vez por semana, o con mayor frecuencia cuando suben las temperaturas. Es importante que la humedad penetre 20 cm en la tierra. La col china no requiere cuidados especiales. Durante su cultivo, se riega, se fertiliza, se afloja la tierra a su alrededor, se eliminan las malas hierbas y se protege de las plagas, igual que con cualquier otra variedad de col.
Es fundamental aflojar la tierra después de regar o de que llueva para evitar que se forme una costra. El abono suele realizarse dos o tres veces por temporada, y las coles sembradas más tarde reciben menos cantidad. Para ello, utilice una solución de gordolobo (10 veces la cantidad recomendada) o excrementos de pájaro (20 veces la cantidad recomendada), además de infusiones de hierbas. Para favorecer la formación de la cabeza, rocíelas con una solución de ácido bórico.
Las babosas, los caracoles y los pulgones pueden dañar los cultivos si no se tratan. La ceniza de madera se puede usar para la prevención y el control: se espolvorea sobre las plantas y el suelo circundante, o se riega con una solución de ceniza. También se pueden usar tabaco, mostaza y chiles. El olor de los tomates, el ajo, las cebollas, la caléndula y las petunias repele las plagas; se pueden plantar entre las coles. Si es necesario, use productos biológicos como Fitoverm y Bitoxybacillin. Si recurre a productos químicos como Actara, recuerde que solo se pueden usar como máximo un mes antes de la cosecha.
Las cabezas de repollo densas se cortan; las de primavera se comen inmediatamente, mientras que las de verano se pueden almacenar durante mucho tiempo; se envuelven en film transparente y se mantienen a una temperatura no superior a +5 o +7 grados.
Vídeo: Cultivo de plántulas de repollo
Este vídeo muestra los fundamentos del cultivo de repollo y los secretos para una cosecha productiva.



