Peculiaridades del cultivo de coles de Bruselas
Esta variedad se caracteriza por su resistencia y tolerancia al frío. Las coles de Bruselas son inigualables en valor nutricional y contenido de nutrientes, lo que las hace muy populares entre los jardineros. Sin embargo, su cultivo y cuidado tienen requisitos específicos que deben tenerse en cuenta.
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Descripción y características de la variedad
Las coles de Bruselas son una planta bienal de la familia de las crucíferas. Su tallo es fuerte y largo, y sus hojas son pequeñas y de color verde grisáceo. Se forman numerosos cogollos en las axilas de las hojas. Florecen en el segundo año. Las semillas son esféricas, relativamente pequeñas y conservan su viabilidad durante mucho tiempo.
Una planta madura tolera bien el frío. La temperatura óptima de cultivo se sitúa entre los 12 °C y los 22 °C, pero su desarrollo no se ralentiza ni siquiera a 8 °C ni durante las heladas. Por ello, en algunos países se puede cultivar incluso en invierno. Las coles de Bruselas necesitan mucha humedad. Sin embargo, gracias a su extenso sistema radicular, no se ven afectadas por la escasez temporal de agua. Durante sus cinco meses de desarrollo, requieren abundante luz. La calidad del suelo también es importante.
Vídeo: Plantación de plántulas de repollo en la tierra
En este vídeo, agricultores experimentados explican cómo plantar correctamente los plantones de esta variedad de col.
Preparación del terreno para la siembra
En general, la tecnología de cultivo para esta variedad de col es similar a la de la col blanca. Debido a que su ciclo de desarrollo es bastante largo, es mejor evitar cultivarla directamente en tierra. Lo ideal es comenzar con plántulas.
Siembra las semillas en un recipiente poco profundo a partir de marzo. Utiliza tierra suelta y ligeramente ácida. Si la tierra es franca, mézclala con turba a partes iguales. La turba de tierras bajas suele ser oscura, pesada y ácida, lo que dificulta la germinación de las plántulas. Por lo tanto, añade harina de huesos o dolomita a la tierra. Es mejor no usar cal, ya que perderá su eficacia.
Si planeas trasplantar las plántulas más adelante, puedes sembrarlas bastante juntas. De lo contrario, deja una separación de al menos 3 centímetros entre ellas. Siémbralas en agujeros de 1 centímetro de profundidad. Para la germinación, no es necesario cubrir las plántulas; lo mejor es mantener una temperatura ambiente de -5 °C. Una vez que broten, aumenta la temperatura, pero sin superar los 18 °C. Cuando aparezcan las primeras hojas, puedes trasplantar las plántulas a macetas individuales.
Tecnología de siembra y trasplante
La col de Bruselas (otro nombre para las coles de Bruselas, que recibe debido al tamaño de sus cabezas) solo crece en terrenos abiertos previamente preparados. Por lo tanto, en otoño, es necesario remover la tierra, aflojarla y fertilizarla con materia orgánica, superfosfato y fertilizantes potásicos.
En primavera, se vuelve a aflojar la tierra y se fertiliza con urea. Solo entonces se forman los bancales. En campo abierto, las plántulas comienzan a crecer tras el trasplante a principios de mayo. Cinco plantas jóvenes por cada 60 centímetros de espacio son suficientes. La tierra alrededor de cada plántula debe compactarse, presionando las raíces.
Las hortalizas de temporada temprana pueden cultivarse en el espacio entre hileras. Por ejemplo, los pepinos, que combinan bien con esta variedad, son ideales. Sin embargo, las coles de Bruselas no se pueden cultivar con éxito en áreas previamente sembradas con otras crucíferas. Las legumbres, las solanáceas y las hortalizas de raíz son buenas sucesoras. Las coles de Bruselas agotan el suelo, por lo que solo se pueden cultivar en la misma área una vez cada cuatro años.
Cuidado
Para cultivar esta hortaliza y obtener una cosecha abundante, afloje la tierra después de plantar los plantones y fertilice las plántulas un par de veces. Después de una semana, trasplante los plantones restantes al recipiente donde no lograron enraizar.
El control de malezas entre hileras influye significativamente en el éxito del cultivo. Estas áreas también deben aflojarse para mantener las condiciones ambientales adecuadas. Durante todo el ciclo de crecimiento, se recomienda aflojar la tierra hasta seis veces (la primera vez después de la siembra). Evite aporcar el cultivo, ya que esto puede enterrar las hojas donde crecen las cabezas de repollo.
Para acelerar el desarrollo de la fruta, se debe eliminar la yema apical. Este procedimiento se realiza entre finales de agosto y principios de septiembre. Esto favorece una maduración más rápida de la fruta.
La cantidad de riegos varía según el clima de la región. En el norte, solo se necesitan un par de riegos durante todo el verano, mientras que en el sur, la cantidad aumenta a cinco.
La fertilización es fundamental para las hortalizas. La primera aplicación debe realizarse cuando las plántulas comiencen a crecer tras la siembra. La composición del fertilizante es la siguiente: 20 gramos de nitrógeno, 20 gramos de fósforo y 20 gramos de potasio por cada cubo de agua. El procedimiento puede repetirse con una solución de la misma composición, pero en una proporción diferente: 30:25:30.
Limpieza
Unas semanas antes de la cosecha prevista, es hora de empezar a recolectar los brotes y hojas superiores. Esta pequeña planta forma sus cabezas por completo en octubre. Es entonces cuando se cosechan. Empieza por los frutos de abajo, dejando que los de arriba maduren.
A principios de noviembre, conviene recolectar los últimos frutos o cortarlos con los tallos. De esta forma, la cosecha durará más, hasta febrero. Las verduras cortadas se pueden enterrar en la tierra del invernadero o almacenar en una bodega. En estas condiciones, la col seguirá creciendo gracias a los nutrientes de los tallos.
La cosecha se puede conservar en el refrigerador durante un máximo de dos meses. Este período se puede prolongar colocando la planta en la "zona cero".
control de plagas y enfermedades
A lo largo de su ciclo de desarrollo, las coles de Bruselas son susceptibles a diversas enfermedades y ataques de plagas:
- La fusariosis es una enfermedad que ataca las hojas de los cultivos. Estas partes de la planta suelen ponerse amarillas y marchitarse. El producto biológico «Trichodermina» puede ayudar a combatir la enfermedad. En casos graves, es necesario el uso de productos químicos.
- Los virus se pueden identificar observando las hojas de las hortalizas: les aparecen manchas amarillas. Tratar estas enfermedades es difícil, por lo que lo mejor es implementar un enfoque preventivo integral. Después de la cosecha, retire todos los restos de la planta, incluyendo las hojas y los tallos, y evite cultivar hortalizas crucíferas en la zona durante varios años.
- Oídio. Se reconoce por la capa blanca que suele afectar las hojas de la planta. Las partes verdes infectadas deben retirarse y desecharse. Cubrir la hortaliza con film transparente durante los veranos lluviosos puede ayudar a prevenir la enfermedad.
- La hernia de la col es la enfermedad más peligrosa. Provoca que las plantas se sequen incluso en condiciones favorables. También aparecen hinchazones en las raíces. ¡Hay que eliminar inmediatamente la tierra afectada!
- Las plagas de la col adoran comer sus hojas. Por lo tanto, después de sembrar, cubra la planta con una tela no tejida. Si las plagas atacan, levante las hojas, busque las orugas y retírelas manualmente.

Las coles de Bruselas son una verdura muy saludable. Por lo tanto, vale la pena cultivarlas y consumirlas. Sin embargo, antes de hacerlo, es importante conocer todos los detalles de su cultivo: cuándo sembrarlas, cómo regarlas, si se deben quitar las hojas y qué fertilizantes utilizar.
Vídeo: Cultivando repollo exótico en el jardín
El autor de este vídeo explica cómo cultivar correctamente las coles de Bruselas.




