¿Sobre qué se puede injertar una pera y cómo elegir un portainjerto?

El injerto de árboles frutales, incluidos los perales, es una práctica muy común en horticultura. Con unos sencillos pasos, un árbol común puede transformarse en un cultivar más productivo, resistente al frío y con un sabor excelente. La clave está en elegir el portainjerto adecuado. Cabe destacar que este árbol prospera con una gran variedad de árboles, por lo que hay muchas opciones. Este artículo le ayudará a determinar sobre qué injertar un peral y qué portainjerto es el mejor.

Cómo elegir un portainjerto

Injertar un peral es un proceso sencillo, pero para que tenga éxito, deben cumplirse varias condiciones. Ante todo, es fundamental elegir un portainjerto de alta calidad, ya que esto determina el tamaño del futuro árbol, el momento de su fructificación, la calidad de la fruta y la producción. Para injertar con éxito un peral en otro árbol, es necesario estudiar las características biológicas de ambos y familiarizarse con las complejidades del proceso de injerto.

El injerto de peras es un proceso sencillo

Elegir el momento adecuado para el injerto es igualmente importante. La experiencia demuestra que la mejor época (con resultados prácticamente garantizados) para injertar esquejes de peral es en primavera, antes de que comience a fluir la savia. Esto suele ocurrir a mediados de abril, pero la fecha puede variar según la región. Por ejemplo, en las regiones del norte, los árboles no empiezan a brotar hasta mayo, mientras que en el sur, el injerto primaveral puede realizarse ya a finales de marzo.

Los jardineros experimentados creen que es posible realizar el procedimiento en verano e incluso en otoño, pero en ese caso existen ciertos riesgos. Durante el injerto de verano, la tasa de supervivencia de los injertos de peral se reduce significativamente, y un árbol injertado en otoño puede no sobrevivir a las bajas temperaturas invernales. Para un injerto de primavera exitoso, seleccione únicamente injertos jóvenes, sanos y delgados como un lápiz, con al menos seis yemas. En cuanto a la selección del portainjerto, los perales pueden injertarse sobre los siguientes cultivos.

En la pera

La forma más sencilla de cultivar una buena pera es injertando un vástago de la variedad deseada en perales que han perdido sus características varietales o que son silvestres. Si el patrón no es silvestre, se recomienda seleccionar un vástago cuyos periodos de fructificación coincidan. De lo contrario, la fructificación se verá afectada negativamente y la vida del árbol será más corta. Por ejemplo, si se injerta una variedad de maduración tardía en un patrón de maduración temprana, el árbol no podrá prepararse a tiempo para el invierno, ya que seguirá dando frutos y probablemente morirá por las heladas.

Lugares para injertar en árboles frutales

Para un establecimiento exitoso, se recomienda utilizar portainjertos de fácil cultivo y resistentes al invierno, como Severyanka, Tonkovetka, Lesnaya Krasavitsa y Ussuri. Dado que los árboles de la misma especie son altamente compatibles, puede experimentar injertando varias variedades en un solo árbol. Los resultados pueden superar todas las expectativas: obtendrá un peral que da frutos de múltiples variedades, o incluso una variedad completamente nueva y original.

En el membrillo

El membrillo es el portainjerto más común para perales. Esta opción presenta varias ventajas: permite que el árbol sea más bajo, ahorrando espacio en el jardín, acelera la fructificación y mejora el sabor de la fruta. Gracias a su baja estatura, la cosecha y el cuidado del árbol requieren menos esfuerzo por parte del jardinero. El único inconveniente es su escasa resistencia a las heladas.

En regiones con inviernos duros y prolongados, las plantas pueden congelarse o no producir cosecha, por lo que injertar peras en membrillos no es práctico allí.

En el manzano

El manzano es una opción popular como portainjerto para el peral.

El manzano también es una opción popular como portainjerto de peral. Crecen juntos con rapidez y vigor, aunque puede producirse una fusión incompleta en los puntos de injerto. Dado que los perales requieren más calor y la resistencia del árbol dependerá del manzano, el portainjerto debe elegirse entre variedades resistentes a las heladas y de fácil cultivo, como Antonovka, Melba y Vityaz. La experiencia demuestra que estos híbridos son muy productivos y requieren una mayor atención por parte del jardinero, incluyendo el manejo del cultivo y el entutorado durante la temporada de fructificación.

En el serbal

Injertar un peral en un serbal es una opción viable, pero tiene sus ventajas e inconvenientes. Debido a las grandes diferencias entre las plantas, el árbol injertado puede requerir cuidados más prolongados y minuciosos tras el injerto. Además, los brotes del peral engrosan más rápidamente que los del serbal, lo que provoca engrosamientos en las ramas, conocidos como nudos, que las debilitan. Esta combinación también afecta al sabor de la fruta, que puede volverse ácida, más seca y perder la dulzura característica de una pera.

Sin embargo, en algunas regiones con terrenos pantanosos y climas húmedos, el serbal puede ser una verdadera salvación. Es poco exigente y prospera en condiciones húmedas, frías y adversas. El árbol frutal es compacto, lo que facilita la cosecha. Además, las peras se pueden injertar en cualquier serbal, ya sea cultivado o silvestre. No obstante, en regiones secas y con baja humedad, no se recomienda usar el serbal como portainjerto.

Injertar un peral en un serbal

En el espino

Injertar un peral en un espino es una opción poco común, ya que pocos han logrado el resultado deseado. Incluso si el injerto de peral enraíza en el espino, las ramas de dicho híbrido estarán densamente cubiertas de espinas, lo que dificulta la cosecha. En cuanto a la fruta, puede desarrollar un sabor nuevo y algo inusual, por lo que para quienes disfrutan de las frutas exóticas y la experimentación, esta combinación no es descabellada.

Para el limón

¿Se puede injertar un peral en un limonero? Esta pregunta puede resultar confusa para los jardineros principiantes. I.V. Michurin lo intentó en una ocasión, pero no obtuvo buenos resultados. El principal problema radica en la escasa compatibilidad entre frutales de hueso y de pepita. Además, este híbrido no habría sobrevivido en un jardín, ya que el limón requiere mucho calor y es muy exigente en cuanto a sus necesidades.

No se recomienda injertar limones.

En el cotoneaster

Una opción poco común, pero interesante y a menudo exitosa. Las plantas crecen bien juntas, y el lento crecimiento del cotoneaster permite obtener un híbrido compacto e incluso decorativo. En cuanto a la calidad del fruto, adquiere un sabor y aroma particularmente agradables.

Para ciruelas cereza

El ciruelo silvestre es un portainjerto muy resistente para cualquier árbol frutal, tanto de pepita como de hueso (excepto las cerezas). El resultado es un árbol compacto y de fácil cultivo, con una fructificación bastante temprana.

El injerto en ciruelo silvestre dará resultados

Sobre el aronia y el serbal

Injertar un peral sobre un amelanchier o un aronia produce un árbol enano de porte bajo, ideal para un jardín pequeño. Sin embargo, esta opción generalmente no es la más recomendable, ya que los arbustos tienen ramas delgadas y flexibles, especialmente el aronia. El crecimiento posterior de los brotes será irregular y pueden formarse por encima del injerto. Además, injertar un peral sobre un amelanchier o un aronia requiere soporte constante, lo que lo debilitará con el tiempo.

Por supuesto, estas no son ni mucho menos todas las combinaciones posibles de injerto de perales. Cada jardinero puede experimentar con la selección de portainjertos y encontrar la opción más adecuada según sus preferencias y gustos.

Vídeo: "Injerto de una pera en un serbal"

Este vídeo te mostrará cómo injertar correctamente un peral en un serbal.

Pera

Uva

Frambuesa