Causas y tratamiento de la bacteriosis del peral

El tizón de fuego del peral es una peligrosa enfermedad infecciosa. Si no se trata, puede destruir por completo un huerto entero en pocos años. Por lo tanto, es fundamental comprender sus causas y los métodos eficaces de control y prevención.

Causas de la ocurrencia

La enfermedad es causada por la bacteria altamente patógena Erwinia amylovora, perteneciente a la familia Enterobacteriaceae (que también incluye a E. coli y Salmonella). Erwinia amylovora suele infectar los árboles junto con otras bacterias y hongos dañinos que atacan el peral tanto interna como externamente, por lo que los jardineros deben lidiar con diversas enfermedades.

El tizón de fuego del peral es una enfermedad infecciosa.

Tiempo después de la infección, aparecen en la corteza, las hojas y los frutos del árbol enfermo gotitas espesas, blanquecinas o de color ámbar que contienen colonias bacterianas. Cuando un insecto o un ave toca estas gotitas, se convierte en portador de la infección y puede contagiar a numerosos árboles. Esto es especialmente peligroso en primavera, durante la floración. La lluvia y el viento también facilitan la propagación de las bacterias.

Las bacterias penetran en el peral a través de los picos de los escarabajos, por heridas en las hojas y por microfisuras en la corteza. Dado que atacan primero la parte superior de la planta —donde las primeras hojas infectadas se ennegrecen y se enroscan— muchos jardineros no detectan la aparición de la enfermedad.

La enfermedad afecta con mayor frecuencia a los árboles jóvenes que a los adultos. Entre los factores favorables se incluyen el exceso de nitrógeno en el suelo, el aire húmedo y el calor (las bacterias se multiplican a 18 °C; a temperaturas superiores a 25 °C, este proceso se vuelve especialmente activo).

Síntomas de la enfermedad

El tizón de fuego se manifiesta con mayor frecuencia durante la floración, aunque la infección puede ocurrir en otoño.

Las quemaduras aparecen con mayor frecuencia durante la floración.

Si las flores del peral primero se secan y luego se ennegrecen repentinamente, pero no se caen de la rama, estos son los primeros síntomas de la enfermedad. Tras la muerte de las flores, la bacteria se propaga por toda la planta. Los brotes mueren, las hojas se oscurecen y se enrollan, pero, al igual que las flores, permanecen en las ramas. Los brotes jóvenes comienzan a curvarse formando ganchos. Gradualmente, la infección se extiende y aparecen manchas necróticas oscuras en el tronco. Posteriormente, la corteza se seca y se agrieta, comienza a desprenderse y la zona ennegrecida se extiende. Un tronco ennegrecido indica que la enfermedad se encuentra en una fase avanzada; lamentablemente, en esta etapa, las posibilidades de salvar el árbol son mínimas. El árbol muerto tiene un aspecto carbonizado (de ahí su nombre).

El problema es que esta enfermedad se confunde a menudo con el cancro bacteriano, y el diagnóstico preciso solo puede realizarse en un laboratorio. Para ello, lleve las hojas del peral a una estación de cuarentena cuando empiecen a rizarse.

Características del tratamiento

Si un peral se ve afectado por el tizón de fuego, el tratamiento debe ser inmediato. Veamos qué hacer si observa que las hojas del peral se ennegrecen y se enroscan.

Los métodos para combatir la enfermedad pueden ser mecánicos y químicos.

Se utiliza un método mecánico (o quirúrgico) si menos de un tercio del árbol está afectado. En este caso, se cortan o podan con tijeras de podar todas las ramas que tengan al menos una hoja rizada. El corte debe realizarse entre 20 y 40 cm por debajo de la zona afectada. Todas las herramientas deben desinfectarse después de su uso, y las zonas afectadas deben quemarse (pero nunca enterrarse ni compostarse, ya que las bacterias seguirán multiplicándose allí).

En las etapas más avanzadas de la enfermedad, se recomienda destruir el árbol.

En las etapas avanzadas de la enfermedad, cuando aparecen manchas necróticas en el tronco, se recomienda destruir el árbol, ya que el tratamiento resulta inútil. No se debe plantar otro árbol joven en el mismo lugar durante dos años, pues de lo contrario correrá la misma suerte.

Los tratamientos químicos incluyen fungicidas, preparados biológicos y antibióticos. Gamair ha demostrado su eficacia como medida preventiva. Este preparado biológico no supone ningún riesgo para la salud y puede utilizarse en climas cálidos. Se prepara una infusión con 2 comprimidos por litro de agua. Debe aplicarse mediante pulverización a los perales de 2 a 3 veces (con intervalos semanales) desde que brotan las yemas.

La estreptomicina y la tetraciclina son antibióticos eficaces. En ambos casos, se diluyen dos ampollas del medicamento en 5 litros de agua. La primera aplicación se realiza en junio, y luego varias veces más a intervalos de tres semanas. Debe tratarse todo el árbol, sin olvidar la copa, ya que las bacterias la atacan principalmente. Para reforzar la inmunidad del árbol, se recomienda utilizar estimulantes (Immunocytophyte, Zircon, etc.). Es importante cambiar los medicamentos cada uno o dos años, ya que con el tiempo las bacterias mutan y desarrollan resistencia.

En una etapa temprana, la quemadura bacteriana puede tratarse

En caso de daños severos, utilice Fitosporin, que ralentiza el proceso de putrefacción.

La ofloxacina es un fármaco potente e innovador. Actúa de forma agresiva sobre las lesiones, pero requiere un estricto cumplimiento de la dosis y las precauciones de seguridad.

Medidas preventivas

Los tratamientos preventivos, como el control de roedores y parásitos, pueden ayudar a prevenir la aparición de la enfermedad en su jardín. Estos tratamientos debilitan el sistema inmunitario del árbol y propagan bacterias. Si es posible, elija variedades de pera resistentes al tizón de fuego. Por ejemplo, Bere Hardy, Favoritka, Konferentsii y Lukashovka presentan buena resistencia a esta enfermedad.

Es importante podar las ramas viejas y dañadas después del invierno.

Inspeccione cuidadosamente los plantones antes de comprarlos: las manchas oscuras en las hojas a menudo significan que el árbol está infectado.

Es importante podar las ramas viejas y dañadas después del invierno. Desinfecte todas las herramientas antes de usarlas y trate las zonas cortadas con brea.

No se deben utilizar fertilizantes nitrogenados en exceso; la fertilización debe realizarse de manera equilibrada.

Vídeo: "Tratamiento del cáncer bacteriano en perales"

Este vídeo le mostrará cómo tratar el chancro bacteriano en los perales.

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