Cómo aislar un peral para el invierno y prepararlo para las primeras heladas
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El propósito del aislamiento
El peral es una planta que prefiere el calor a la manzana, por ejemplo. Por lo tanto, el clima de la Federación Rusa, especialmente en las regiones central y norte, exige una atención especial al aislamiento de los perales. Es fundamental proteger cuidadosamente a los perales jóvenes durante el invierno, ya que sus raíces aún son demasiado débiles para sostener el árbol durante esta estación.
Los árboles más viejos requieren menos aislamiento. Si no se aísla correctamente, el peral podría no sobrevivir al invierno. Por lo tanto, cualquier persona interesada en cultivar este fruto debería saber cómo preparar un peral para un invierno frío.
Vídeo: Preparando un peral para el invierno
Este vídeo te mostrará cómo preparar un peral para el invierno.
orden de trabajo
Antes de aislar, es necesario realizar una serie de trabajos adicionales:
- Retirar las hojas. Este tema es bastante controvertido. Algunos argumentan que las hojas caídas son una excelente fuente de aislamiento y recomiendan dejarlas alrededor del tronco del árbol. Otros recomiendan retirarlas, ya que pueden albergar diversas plagas que pueden introducirse en el tronco, las ramas o las raíces durante el invierno y causar infecciones.
- Poda otoñal de perales. Este sencillo proceso permite eliminar las ramas dañadas a tiempo y facilitar el trabajo del sistema radicular. También se pueden podar los brotes que crecen de forma irregular. La poda suele realizarse dos o tres semanas antes de las primeras heladas. Es importante tratar todas las zonas podadas con soluciones especiales para garantizar que el árbol sobreviva al invierno sin problemas.
- Fertilización del árbol. Esto se realiza mediante la aplicación de fertilizantes adicionales y un riego abundante antes del proceso de preparación para el invierno. La fertilización permitirá que el peral reciba nutrientes adicionales durante todo el invierno.
Una vez finalizados los trabajos auxiliares, se puede comenzar con el proceso propiamente dicho de cubrir el árbol. Esto implica elegir el material y la técnica de aislamiento a utilizar.
Selección de materiales
En las regiones septentrionales del país, así como en la zona central, entre los materiales que pueden proporcionar aislamiento a un peral, se encuentran con mayor frecuencia:
- ramas de abeto;
- maleza;
- palos;
- tableros;
- postes.
Esta elección se debe a los inviernos bastante duros; un peral prácticamente no sobrevivirá sin un aislamiento adicional y cuidadoso.
Las regiones del sur afrontan esta situación con mayor facilidad. La arpillera, los sacos de polipropileno, la lona o la agrofibra son materiales aislantes adecuados.
Técnica de refugio
Cubrir un peral se realiza en varios pasos sencillos:
- Aislamiento del cuello de la raíz. Para ello, cubra primero la zona alrededor del tronco con una mezcla de turba, paja, humus, serrín y hojas secas. La profundidad máxima de la capa de mantillo es de 5 cm. Este proceso es especialmente importante para aislar el cuello de la raíz de un árbol joven. De esta forma, el árbol se protegerá del exceso de humedad y de las heladas inesperadas.
- Aislar el tronco y las ramas secundarias. Para ello, retire los soportes; las ramas deben doblarse hacia el suelo. A veces, se utilizan pesos, como sacos llenos de arena o tierra seca, para presionar las ramas secundarias hacia abajo. Una vez que las ramas se hayan bajado, se pueden envolver, junto con el tronco, con material aislante. Primero, haga agujeros en el material para asegurar la circulación continua del aire.
Es importante recordar que no se recomienda el uso de materiales sintéticos e impermeables. De lo contrario, la humedad se acumulará en la madera, lo que provocará su pudrición.
Finalmente, en cuanto caiga la primera nieve, conviene amontonarla bajo el tronco del peral. Esto proporcionará aislamiento adicional y creará el efecto de una manta cálida.
Si el peral ya es viejo, no es necesario cubrirlo por completo. Bastará con aislar la zona alrededor del tronco. Solo los árboles jóvenes requieren una protección exhaustiva.
Características del aislamiento en diferentes climas
Existen varias formas de cubrir un peral, dependiendo de la región en la que esté plantado:
- Rusia central. Las regiones de Leningrado y Moscú son ejemplos. El clima aquí no es particularmente riguroso, y para asegurar que el árbol sobreviva al invierno, es necesario un aislamiento adecuado. Esto incluye quitar las hojas, podar las ramas secas y cubrir la zona alrededor del tronco. Las ramas pequeñas son adecuadas para cubrirlo.
- La región del Volga. El clima moderado de la región permite únicamente el uso de mantillo. Esto implica, en primer lugar, retirar las hojas de la zona. A continuación, cavar con cuidado alrededor de los troncos de los árboles. Esto asegura que las raíces reciban oxígeno adicional. Finalmente, se aplica el mantillo.
- Los Urales. El clima aquí es más frío. Para ayudar al árbol a soportar el frío, conviene añadir fertilizante adicional durante el invierno. El aislamiento del peral se realiza de la forma habitual, utilizando sacos o papel.
- Siberia tiene un clima bastante duro para los perales. En este caso, es crucial aislar el peral con sumo cuidado. De lo contrario, el árbol morirá. Primero, cubra la zona con mantillo y luego con una capa de ramas pequeñas. La capa debe ser bastante gruesa. Después de colocar las ramas, acumule nieve alrededor del tronco. También es recomendable aislar el tronco y las ramas para prevenir ataques de plagas y permitir que el árbol resista las heladas.
El peral puede sobrevivir al invierno en cualquier clima de la Federación Rusa.
Si se adopta un enfoque responsable en cuanto al aislamiento y se prepara adecuadamente el peral para el clima frío y las heladas inesperadas, entonces en verano el peral podrá deleitar al jardinero con frutos jugosos y grandes.





