Regar melones en tierra abierta

El melón es un cultivo de contrastes: por un lado, la planta necesita mucha agua (al fin y al cabo, la fruta es principalmente jugosa) y, por otro, tolera muy bien los periodos de sequía. Pero todo en exceso es bueno; es fundamental no regar en exceso el cultivo, ya que de lo contrario se podría perder gran parte de la cosecha. Entonces, ¿con qué frecuencia se deben regar los melones?

¿Cuándo y con qué frecuencia regar?

Para obtener una buena cosecha, los melones cultivados al aire libre necesitan suficiente agua. Sin embargo, no se exceda. Una vez que los melones alcancen un tamaño adecuado, riéguelos con menos frecuencia, hasta dejar de regarlos por completo, para asegurar que la fruta se mantenga jugosa y sabrosa. Antes de regar los melones, tenga en cuenta la temperatura del agua: debe estar tibia, calentada por los rayos del sol, de lo contrario las plantas podrían desarrollar pudrición de la raíz. Riegue al atardecer, después de la puesta del sol, para evitar que las hojas se quemen.

Los melones cultivados al aire libre necesitan ser regados regularmente.

Para asegurar que cada planta reciba exactamente la cantidad de humedad que necesita, el riego se realiza en un agujero cerca del arbusto, evitando que la humedad llegue al sistema radicular del melón. La intensidad y la frecuencia del riego dependen directamente de las condiciones climáticas y de la etapa de desarrollo de la planta. En climas cálidos, conviene regar la tierra del jardín con mayor frecuencia, al menos dos veces al día, pero con la llegada de las lluvias, es mejor evitar el riego por completo.

Riego de plántulas

Los brotes jóvenes de melón necesitan ser regados diariamente.

El sistema radicular de las plántulas recién germinadas es el más vulnerable, por lo que requiere especial atención. Una plántula así puede morir fácilmente incluso por una sequía breve o un ligero exceso de riego. En esta etapa, los melones necesitan riego abundante y diario.

Etapa de formación del ovario

Aunque los melones ya han crecido y se han fortalecido un poco, todavía necesitan tu atención; al fin y al cabo, todavía no son plantas adultas.

Para entender cómo regar correctamente los parterres, fíjese en el estado de la superficie del suelo: no debe secarse, sino permanecer ligeramente húmeda.

Ahora es muy importante, además de un riego adecuadamente organizado, brindar a los melones cuidados adicionales: eliminar las malas hierbas que les roban nutrientes y humedad vital, y aflojar ligeramente los espacios entre las hileras.

Antes de madurar

Ahora que las plantas están completamente formadas y fuertes, se puede reducir ligeramente el riego. El sistema radicular de este melón es bastante extenso y alcanza aproximadamente 10 metros de profundidad, por lo que sin duda obtendrá la humedad necesaria. Los jardineros experimentados coinciden en que, en esta etapa, regar los bancales una vez por semana es suficiente, y una vez que los frutos alcancen el tamaño deseado, se puede suspender el riego por completo. También es importante cultivar los melones en un lugar abierto y soleado; solo así serán sabrosos, dulces y aromáticos.

Ya puedes dejar de regar los melones maduros.

Tecnología de riego

  • Al regar melones en campo abierto, es mejor utilizar agua tibia, calentada a +22 grados; gracias a esto, la humedad se evapora más lentamente y, por lo tanto, el suelo permanece húmedo durante más tiempo;
  • Dependiendo de la etapa de desarrollo de los arbustos, cada uno deberá usar de 3 a 7 litros de agua;
  • En cuanto florecen los melones, se reducen los intervalos entre riegos y la cantidad de agua;
  • No permita que la humedad llegue al cuello de la raíz; esto puede provocar que la planta se pudra;
  • A este cultivo no le gusta el riego por aspersión; a diferencia de la mayoría de las plantas de jardín y hortalizas, los melones no toleran la alta humedad ambiental, por lo que es mejor regarlos en hoyos (cuando las plantas son muy pequeñas) o en surcos (si las hileras ya se han formado).

Los melones cultivados al aire libre deben regarse con agua tibia.

Este melón, fragante y dulce, es tan complejo y caprichoso. Conseguir una buena cosecha de estas calabazas soleadas requiere mucho trabajo. Pero el resultado, créanme, vale la pena: cuando cortas la parte madura de un melón que has cultivado tú mismo y el dulce aroma a miel deleita a todos en casa, sabes que plantarás melones en tu jardín una y otra vez, ¡solo para disfrutar de este sabor divino y este aroma indescriptible!

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