Melocotón de maduración temprana cultivado
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Descripción de la variedad
Algunos amantes del melón consideran que la variedad Medok es la joya de la corona del cultivo de calabazas. Sus frutos, grandes y redondos, son de un amarillo vibrante, con un patrón de rayas grisáceas plateadas. Contienen tanta azúcar que, además de consumirse frescos, se utilizan para elaborar dulces orientales y otros postres. Estos melones no solo calman la sed, sino que también aportan al organismo diversos micronutrientes, vitaminas y glucosa.
Esta variedad se considera de maduración media-precoz, muestra una excelente resistencia a diversas enfermedades y produce una cosecha abundante. Los frutos se distinguen no solo por su increíble dulzura, que se refleja en su nombre, sino también por sus buenas cualidades comerciales; se almacenan y transportan sin problemas.
Características principales
Los frutos maduros se pueden cosechar entre 80 y 85 días después de que broten los primeros tallos. Una planta produce de 5 a 10 melones con un peso de 2 a 4 kg. Esta variedad se considera de porte medio y suele cultivarse en espalderas, aunque también se obtienen buenos resultados cultivándola en libertad. Sin embargo, se recomienda colocar trozos de madera contrachapada u otro material debajo de los frutos en maduración para protegerlos del contacto con el suelo y del exceso de humedad.
Su rápido crecimiento, resistencia a enfermedades, capacidad para soportar fácilmente períodos de sequía, bajo mantenimiento y excelente sabor y comercialización explican la popularidad de esta variedad. Bajo su fina piel amarilla (pero firme y elástica), se esconde una pulpa cremosa, aromática y dulce como la miel. La vaina es de tamaño mediano.
La miel se cultiva bien tanto al aire libre como en invernaderos. En las regiones del norte, la luz solar suele escasear al acercarse el otoño, por lo que se requiere iluminación suplementaria con lámparas fluorescentes.
Características de la tecnología agrícola
Al preparar el cultivo, tenga en cuenta el momento de la recolección de semillas. Lo mejor es plantar semillas recolectadas hace 3 o 4 años; las del año pasado germinan bien, pero solo producen flores masculinas. Remoje las semillas un rato para desechar las que floten en la superficie del agua.
Las semillas restantes se secan y endurecen colocándolas alternativamente sobre un radiador caliente y una terraza. Algunos jardineros las calientan gradualmente hasta alcanzar los 25 grados Celsius y luego las enfrían poco a poco hasta los 15 grados Celsius. El programa obligatorio de preparación de semillas incluye desinfectarlas con una solución rosada de permanganato de potasio o bicarbonato de sodio y tratarlas con estimulantes del crecimiento.
Si la temperatura del suelo alcanza los 15 grados Celsius en la segunda quincena de mayo y no se prevé frío, el melón Medok se siembra directamente en el huerto. El cultivo a partir de plántulas se utiliza cuando no es posible plantar cualquier variedad de melón antes de junio. El melón prefiere suelos fértiles, ligeros y bien aireados, con un pH neutro. Se planta después de cereales, leguminosas, patatas y repollo, en un bancal preparado previamente. La preparación comienza en otoño, con la adición de humus, compost y fertilizantes minerales antes de labrar. Si es necesario reducir la acidez, se añade harina de dolomita, y si es necesario ajustar la estructura del suelo, se añade arena o turba.
Las semillas se colocan de lado en tierra húmeda y ligera y se cubren con tierra (no más de 4 cm). Deja entre 50 y 80 cm entre los agujeros y planta dos semillas a la vez. Los primeros brotes suelen aparecer entre 3 y 7 días. Si brotan ambas plantas, elige la más fuerte y simplemente corta la otra para evitar dañar la raíz. Riega las plántulas, elimina las malas hierbas y protégelas del sol directo durante los primeros días.
Cuando el tallo principal alcanza los 50 cm de longitud, se eliminan todos los demás tallos, dejando dos laterales que darán fruto. Después de que los tallos secundarios hayan producido unos 10 frutos, se despuntan, contando tres hojas después del último fruto. Se eliminan todos los tallos sin ovarios para evitar que consuman la energía necesaria para la maduración de los frutos. Este tipo de poda evita que la planta se extienda demasiado, concentrando su energía en la producción de frutos.
Los melones responden bien a la fertilización, sobre todo si el suelo es pobre. Un par de semanas después de la siembra, riegue las plántulas con una solución de estiércol de pájaro infusionado. Una vez que comience la floración, los fertilizantes nitrogenados son innecesarios; es mejor aumentar la cantidad de potasio y fósforo. Regar con una infusión de hierbas durante las primeras etapas de crecimiento da buenos resultados.
El cuidado de un melón implica, además de dar forma a las guías y fertilizar, regar, preferiblemente con agua tibia, deshierbar entre las hileras y aporcar.
Se debe suspender el riego tres semanas antes de que la fruta madure para evitar el encharcamiento y permitir que acumule la cantidad necesaria de azúcares. Es importante deshierbar cuidadosamente alrededor de las raíces, por lo que siempre se recomienda hacerlo entre las hileras, pero sin dejar que crezcan malas hierbas cerca de las plantas. Se puede añadir ceniza periódicamente para fertilizar, neutralizar la acidez del suelo y protegerlo contra las plagas.
Vídeo: Siembra y cuidado de melones
Este vídeo te enseñará cómo plantar y cuidar correctamente los melones.




