Por qué la nieve es peligrosa para tu jardín y cómo salvar tus plantas

Cuando pensamos en el invierno, inmediatamente pensamos en la diversión en la nieve y en los trineos, olvidando por completo la otra cara de la moneda: cómo les va a nuestros jardines bajo un manto de nieve. Hablemos de cómo proteger las plantas perennes de los efectos dañinos de la nieve y las heladas.

El peligro de la nieve para las plantas

Por supuesto, los canteros prosperan bajo un manto de nieve. Pero solo si la nieve es esponjosa y suave. Si se compacta o se cubre con una costra de hielo, las consecuencias pueden ser desastrosas, ya que dicha capa impide el paso del aire y las plantas que se encuentran debajo se asfixian o se congelan rápidamente.

Una situación igualmente peligrosa es la abundancia de nieve pesada y húmeda. Se acumula en las ramas de los árboles y, con la llegada del deshielo, se cubre con una gruesa capa de hielo que puede desprender fácilmente las ramas.

Además, la acumulación de nieve puede provocar el derrumbe de los aleros de los edificios de su propiedad, romper las canaletas o incluso quebrar los cables eléctricos. Por lo tanto, conviene retirar las grandes acumulaciones de nieve siempre que sea posible.

La acumulación de nieve y hielo en las ramas está plagada de consecuencias.

Cómo proteger

No te preocupes cuando llegue la primera helada. Incluso las plantas más amantes del calor pueden soportar fácilmente un ligero descenso de temperatura, hasta -7 °C. Además, las raíces solo sufren cuando el suelo se congela a más de 5 cm de profundidad. Esta situación (heladas por debajo de -7 °C y congelación profunda del suelo) indica que debes cubrir tus plantas. Si lo haces antes, las plantas sufrirán no por el frío, sino por el calor excesivo.

En primer lugar, conviene cubrir las plántulas jóvenes, ya que son las más susceptibles a las bajas temperaturas.

La mejor opción de refugio son las ramas de abeto.

Las ramas de abeto son el refugio ideal: no solo protegen de las heladas, sino que también atrapan la nieve. Si no es posible ir al bosque más cercano a buscar los materiales necesarios, se pueden usar como alternativas restos de plantas perennes recolectadas, serrín, turba e incluso arpillera. Lo único que se debe evitar es el heno o la paja secos, ya que suelen albergar roedores.

Vídeo: "Cómo cubrir correctamente las plantas para el invierno"

En este vídeo, un experto explicará y demostrará cómo cubrir adecuadamente las plantas para el invierno.

Qué hacer en caso de congelación

Pero el principal peligro para las plantas no son las heladas ni la nieve en sí. Lo que más les afecta son los pequeños cristales de hielo que se forman en sus tejidos durante la congelación. Si la temperatura baja lentamente y luego sube con la misma lentitud, los cultivos suelen sobrevivir a estas situaciones y se recuperan con facilidad.

Si el frío llega de repente, las consecuencias pueden ser irreparables.

Los agricultores deben monitorear los pronósticos meteorológicos y preparar refugios protectores para sus cultivos de manera oportuna para evitar que se congelen.

Es importante conservar la mayor cantidad de nieve posible en los bancales; actúa como un tipo de aislante, impidiendo que el frío llegue al sistema radicular o a los brotes jóvenes y tiernos.

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