Reglas para el cultivo y cuidado del ajo de primavera

El ajo tierno es un cultivo fácil de cultivar, común en jardines de todo el país. Sin embargo, para obtener una cosecha abundante, es fundamental cuidarlo adecuadamente. Este artículo abarca todos los detalles del cultivo y cuidado de esta planta.

fechas de siembra

Al cultivar ajo de cualquier variedad, el momento de la siembra es crucial. Retrasar la siembra puede reducir la cosecha aproximadamente a la mitad.

Una característica distintiva de este cultivo es su buen desarrollo a bajas temperaturas. Las raíces de las semillas sembradas comienzan a brotar cuando la tierra alcanza los 2-3 grados Celsius, y las hojas aparecen a los 5-6 grados Celsius. La temperatura óptima para su cultivo se sitúa entre los 16 y los 20 grados Celsius.

El ajo crece bien en temperaturas frescas.

El ajo tierno crece con mayor vigor a finales de abril y principios de mayo. Sin embargo, en verano, con la llegada del calor, todos los procesos vegetativos se ralentizan. Por lo tanto, al elegir el momento de plantar ajo tierno, tenga en cuenta la temperatura exterior.

Por lo general, este cultivo se siembra después de que la nieve se derrite y la tierra se ha calentado ligeramente. Estas condiciones se dan a finales de abril (entre el 20 y el 26). Para entonces, la tierra está suficientemente húmeda y las heladas no causarán daños significativos a las plantas.

Preparación del suelo

El segundo aspecto clave para el cultivo de ajo tierno es la correcta preparación del suelo. Esta variedad suele desarrollar un sistema radicular moderadamente desarrollado. Por lo tanto, las plántulas deben plantarse en un suelo bien preparado y fertilizado. Esto creará las condiciones óptimas para el crecimiento y desarrollo normales tanto de la parte aérea como de la subterránea.

Preparación del terreno para la siembra de ajo

Los jardineros experimentados recomiendan elegir suelos neutros y ricos en humus para el ajo de primavera. Es importante recordar que el lugar elegido no debe ser demasiado húmedo y debe recibir abundante luz solar durante todo el día.

Al elegir un lugar para sembrar ajo, es importante considerar la rotación de cultivos. Las variedades de primavera deben cultivarse en el mismo sitio no más de una vez cada cinco años. Algunos cultivos que preceden bien a este cultivo son la papa, el repollo, el tomate, el pepino y las legumbres.

La preparación de los bancales comienza en otoño e incluye los siguientes pasos:

  • excavación profunda de la tierra;
  • Fertilización. Se puede utilizar humus o compost. Se debe aplicar medio cubo de fertilizante por metro cuadrado de parcela. También se permite el uso de turba triturada o ceniza (10-15 g por metro cuadrado). Algunas fuentes recomiendan añadir sal de potasio (15 g), superfosfato (20 g) y estiércol o humus bien descompuesto (4-6 kg) al suelo en esta época.

La preparación de los bancales se realizará aproximadamente 14 días antes de la siembra. Esto implica cavar la tierra a una profundidad de 15-20 cm y volver a fertilizarla. En esta ocasión, se aplicarán 8 litros de fertilizante orgánico por metro cuadrado.

Excavación profunda del suelo para la siembra

Para este fin, se suele utilizar una cucharada de sulfato de potasio y tres cucharadas de superfosfato. Ambas sustancias se diluyen en 10 litros de agua. La solución casera debe rociarse uniformemente sobre la superficie. A continuación, se nivela el suelo. También se permiten bancales elevados. Cubra la zona preparada con film transparente. Los bancales se mantienen así hasta la siembra.

Tecnología de siembra

El ajo tierno tiene una técnica de plantación específica, que consta de dos etapas:

  • Preparación del material de siembra. En esta etapa, se seleccionan las semillas que poseen las características deseadas (grandes, sanas, no deformadas);
  • Las semillas que han sido seleccionadas se siembran en bancales.

Antes de plantar el material de siembra, se fertiliza el suelo. Para estos fines, el estiércol o humus bien descompuesto es adecuado.

El suelo se fertiliza con estiércol o humus.

Las semillas de ajo de primavera se siembran en hileras, con una distancia de 6 a 8 cm entre semillas y de 20 a 25 cm entre hileras. El material de siembra debe enterrarse a unos 5 cm de profundidad. Al sembrar el ajo, asegúrese de que la base quede hacia abajo. De lo contrario, la planta no podrá desarrollar correctamente su sistema radicular, lo que retrasará el desarrollo tanto de la parte aérea como de la subterránea.

Una vez plantadas las plántulas en los bancales, se cubren con tierra. A continuación, se aplica una capa de turba como mantillo. El mantillo evitará la aparición de malas hierbas y ayudará a que la tierra conserve la humedad durante más tiempo.

El cultivo de ajo tierno inmediatamente después de la siembra no requiere riego ni fertilización. No se requiere ningún cuidado adicional hasta que broten los primeros tallos.

La correcta siembra del ajo de primavera y un cuidado adecuado son la clave para la formación de cabezas grandes.

Con una siembra adecuada obtendrás una cosecha abundante.

Instrucciones de cuidado

Para obtener una buena cosecha de ajo, es necesario saber cómo cultivar plantas sanas y fuertes. El ajo tierno es un cultivo fácil de cuidar. Sin embargo, un riego y una fertilización adecuados son esenciales; de lo contrario, la producción será baja.

Fertilizante

El ajo, independientemente de su variedad, es una planta bastante exigente con el suelo en el que crece. Para mantener la cantidad necesaria de nutrientes, es preciso abonar periódicamente.

Los fertilizantes orgánicos se consideran los mejores para las variedades de primavera. Estos incluyen:

  • abono verde;
  • vermicompost;
  • estiércol;
  • compost.

Todas estas sustancias son productos naturales obtenidos mediante el procesamiento de residuos vegetales por gusanos.

El compost es uno de los mejores fertilizantes.

Durante la labranza primaveral, utilice humus (3-4 kg por metro cuadrado) o compost (4-6 kg por metro cuadrado). También puede enriquecer el suelo añadiendo potasio (12-17 g por metro cuadrado) y fósforo (6-8 g por metro cuadrado).

Además, el ajo requiere fertilizantes minerales. Los fertilizantes nitrogenados, que estimulan el crecimiento y el desarrollo, se aplican generalmente en primavera. Se recomienda aplicar entre 90 y 130 g por metro cuadrado. La mitad de esta dosis se aplica antes de la siembra, y la otra mitad se divide en dos dosis iguales y se aplica a mediados de mayo y principios de junio. La última aplicación de fertilizante nitrogenado debe realizarse aproximadamente un mes antes de la cosecha.

Cabe destacar que el ajo tolera el cloruro. Por lo tanto, los fertilizantes minerales deben usarse con precaución, ya que cantidades excesivas en el suelo pueden provocar la acumulación de sustancias tóxicas y venenosas en los bulbos.

Por lo tanto, para el abonado de cobertura, elija fertilizantes con bajo contenido de cloruro o que no contengan este componente (por ejemplo, Azofoska). Las variedades de primavera también responden bien a la aplicación de Florovit. La concentración de la solución preparada debe ser del 0,3 %. Este producto se utiliza en primavera seca.

Si resulta inevitable evitar el uso de estos fertilizantes, deben aplicarse únicamente durante el período de siembra. Está prohibido aplicarlos durante la temporada de crecimiento.

No se recomienda fertilizar con cloruros.

El esquema de fertilización para el ajo de primavera es el siguiente:

  • La primera aplicación de fertilizante se realiza cuando las hojas se elevan entre 12 y 14 cm sobre el nivel del suelo. En este caso, se utiliza una solución de gordolobo para la fertilización;
  • La segunda aplicación se realiza 14 días después de la primera. Se utiliza nitrofosca. Para prepararla, se diluyen 2 cucharadas de la sustancia en 10 litros de agua. Normalmente, se utilizan de 3 a 4 litros de solución por metro cuadrado.
  • La tercera vez, el fertilizante se aplica antes de la cosecha (a finales de julio o principios de agosto). En este caso, se utiliza una solución de superfosfato. Para prepararla, disuelva dos cucharadas de la solución en diez litros de agua. Aplique de cuatro a cinco litros de la solución preparada por metro cuadrado.

La cantidad y el tipo de fertilizante que se aplica al suelo dependen de su fertilidad. Si el suelo es pobre en nutrientes, se debe fertilizar con mayor frecuencia de la recomendada.

Riego

El riego es un aspecto fundamental del cuidado. Para cultivar ajo tierno de excelente calidad, es necesario asegurar un riego adecuado y regular. Es especialmente importante regar las plantas a tiempo durante la formación y el crecimiento del cogollo. El resto del tiempo, solo es necesario controlar la humedad del suelo.

Un riego adecuado es la clave para una buena cosecha.

Para asegurar un riego adecuado de las variedades de primavera, deben observarse las siguientes reglas:

  • El riego debe realizarse por la mañana. Esto permitirá que la tierra se seque rápidamente, limitando el crecimiento y desarrollo de malas hierbas. Sin embargo, también está permitido regar por la tarde;
  • El riego regular debe realizarse durante mayo y junio, y para algunas variedades en julio;
  • Debes dejar de regar la tierra 2-3 semanas antes de la cosecha prevista.

No permita que la tierra se seque ni una sola vez. El ajo no lo tolera. Si se seca, los bulbos se desarrollarán mal y la cosecha se reducirá considerablemente.

Para comprobar si tus plantas necesitan agua, simplemente toca la tierra con los dedos. Si la capa superior está seca, riega los macizos inmediatamente.

Se necesitan entre 10 y 12 litros de agua por metro cuadrado de cultivo. Si el clima es cálido, se debe regar una vez cada 1-1,5 semanas. En clima cálido y seco, regar el ajo cada 5-6 días.

Es importante recordar que después de cada riego, se debe asegurar una correcta circulación de aire para las raíces. Por lo tanto, es necesario aflojar la tierra después de regar. De lo contrario, la costra que se forma impedirá que el aire llegue a las raíces.

Para 1 metro cuadrado de plantación se necesitan entre 10 y 12 litros de agua.

Trucos sencillos para el cuidado del ajo

El cuidado de las variedades de ajo de primavera puede simplificarse. Sin embargo, para ello, es necesario conocer algunos trucos. Algunos se pueden descubrir por cuenta propia, pero requieren experiencia. Los jardineros más experimentados pueden compartir otros. En cualquier caso, conocer ciertos detalles del cuidado de las plantas de ajo puede reducir considerablemente la necesidad de supervisión.

Puedes simplificar la atención de la siguiente manera:

  • Se puede cubrir el suelo alrededor de las plantas con mantillo. Para ello, se suele usar paja. El mantillo retiene la humedad durante más tiempo, reduciendo el riesgo de que la capa superior del suelo se seque y se forme una costra. En este caso, las plantas también necesitan regarse con menos frecuencia. La capa de paja actúa como una barrera natural contra el crecimiento de malas hierbas. Por lo tanto, el mantillo elimina la necesidad de deshierbar regularmente.
  • Una fertilización de alta calidad del suelo durante la etapa de preparación reducirá la necesidad de fertilizantes adicionales durante la temporada de crecimiento. En suelos ricos en nutrientes, la cantidad de aplicaciones de fertilizante puede reducirse hasta en un 50 %.
  • Para cultivar ajo tierno en suelos arcillosos, se recomienda añadir arena. La arena gruesa de río es la mejor opción. La cantidad de arena a añadir dependerá de la calidad del suelo.

Se recomienda añadir arena a los suelos arcillosos.

  • Durante el período de crecimiento activo de la planta (mayo, junio, principios de julio), durante el mes de siembra, riegue las plantas de 3 a 4 veces;
  • Si el verano es cálido y lluvioso, riegue según sea necesario. Tenga en cuenta que el exceso de riego puede provocar la pudrición de las raíces. El exceso de humedad también puede estimular el desarrollo de infecciones bacterianas y fúngicas tanto en la parte aérea como subterránea de las plantas.
  • Es necesario aflojar la tierra periódicamente. Lo mejor es hacerlo con una horca para evitar dañar el sistema radicular;
  • Fumigación preventiva. El ajo es una planta con un sistema inmunitario fuerte y rara vez se expone a diversos tipos de microorganismos patógenos. Sin embargo, el riesgo de infección persiste. Por lo tanto, se recomienda fumigar el ajo periódicamente con remedios caseros que prevengan el desarrollo de diversas enfermedades.

Ahora ya sabemos todo sobre el cultivo y el cuidado del ajo de primavera. Para obtener una cosecha abundante y de alta calidad de las variedades de primavera de este cultivo, solo necesitas mantener un riego adecuado y fertilizar la tierra periódicamente.

Vídeo: "Cuidado del ajo"

Este vídeo te mostrará cómo cuidar correctamente el ajo.

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