Reglas para cultivar una excelente cosecha de ajo
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Tipos de ajo
Antes de comenzar a cultivar ajo, conviene conocer las diferentes variedades disponibles. En la actualidad, este cultivo está representado por las siguientes variedades:
- Invierno. Esta variedad tolera muy bien el frío y forma un tallo. Se siembra en otoño. De esta manera, la planta pasa el invierno en la tierra y, al año siguiente, emerge una cabeza grande y madura. Contiene pocos dientes uniformes. La cabeza también tiene un tallo central, a diferencia de la variedad de primavera. Se recomienda consumirla fresca.
- Ajo tierno. Esta variedad no desarrolla tallo. Se siembra en primavera. Este ajo se conserva durante mucho tiempo. La cosecha de esta variedad no es muy abundante.
La elección del equipo para el cultivo de ajo depende de la variedad seleccionada. Los jardineros suelen preferir las variedades de floración tardía para este cultivo. Con los cuidados adecuados, estas producen una excelente cosecha.
Una característica distintiva de este cultivo es que el ajo se adapta muy mal a los cambios climáticos durante su cultivo. Por lo tanto, para aumentar las probabilidades de obtener una excelente cosecha, es importante seleccionar material de siembra de la más alta calidad. Elegir la variedad adecuada es fundamental. Al elegir una variedad, tenga en cuenta los siguientes factores:
- productividad;
- madurez temprana;
- resistencia al invierno;
- duración.
Los jardineros señalan que las siguientes variedades de ajo de invierno producen excelentes cosechas: Zaoksky, Nadezhny, Antonnik, etc. Entre las variedades de primavera, Moskovsky, Yershovsky, Kalininsky Bely, etc. han demostrado ser excelentes.
Para comprender cómo cultivar ajo correctamente, es necesario entender no solo el material de siembra, sino también cómo propagarlo.
Métodos de reproducción
La propagación del ajo es una de las etapas de su cultivo. El ajo se puede propagar en el jardín de las siguientes maneras:
- vegetativamente;
- semillas que se forman en la flecha expulsada.
El ajo de primavera se puede propagar en el jardín mediante bulbos. Las variedades de invierno se pueden propagar mediante semillas formadas por bulbillos aéreos, además de mediante bulbos. Al usar semillas, hay que esperar dos años para que se formen los bulbos completamente desarrollados.
El cultivo de ajo durante el primer año produce bulbos pequeños con un solo diente. Estos poseen las mismas propiedades beneficiosas que el ajo común. Al año siguiente, se puede cultivar un bulbo de tamaño normal con muchos dientes.
Los métodos de cultivo no varían mucho según el método de propagación elegido. Este cultivo se propaga con mayor frecuencia mediante dientes de ajo. En este caso, se puede obtener una cosecha completa el mismo año de la siembra. Antes de cultivar ajo, es importante seleccionar las semillas más sanas y de mejor calidad.
Al seleccionar el material de siembra, se deben seguir los siguientes pasos:
- Calibración por tamaño. Deben plantarse los dientes de ajo grandes. Los ejemplares enfermos, pequeños o deformados (con dos ápices o doble punta) no son aptos para la siembra.
- Selección por densidad. Los dientes de ajo deben ser suficientemente densos. Al mismo tiempo, su cáscara exterior no debe contener grietas ni agujeros;
- Desinfección. Todos los clavos seleccionados deben desinfectarse con lejía de ceniza. Esta solución se prepara diluyendo 400 g de ceniza en dos litros de agua. Para prepararla, hierva la solución durante 30 minutos, luego enfríela y escúrrala. Los clavos se sumergen en la solución resultante durante dos horas.
Además, los jardineros experimentados recomiendan actualizar periódicamente la variedad.
Las variedades de primavera deben germinarse antes de plantarlas. Esto favorecerá un crecimiento más rápido. La germinación se realiza de la siguiente manera:
- Los clavos de olor, previamente humedecidos con agua, se colocan sobre una servilleta de tela;
- El material de siembra, junto con la servilleta, se coloca en una bolsa de plástico. Se pueden almacenar de esta manera durante 2-3 días;
- La germinación se lleva a cabo a temperatura ambiente.
Antes de propagar los bulbillos de ajo, deben secarse completamente. En este caso, también deben seleccionarse únicamente los bulbillos más grandes. Se puede utilizar otro material de siembra, pero esto dificultará la obtención de ajos de buena calidad.
¿Qué le gusta al ajo?
Para asegurar un cultivo y cuidado sencillos del ajo, es importante elegir el lugar de siembra adecuado. Dado que este cultivo se puede sembrar tanto en primavera como en otoño, la elección de la variedad debe basarse en el clima de la zona. Por ejemplo, las variedades de invierno se cultivan en regiones más frías, mientras que las de primavera se cultivan en regiones más cálidas. En este último caso, la siembra requiere el uso de dientes germinados.
Para asegurar que el ajo crezca sano y fuerte, y produzca una cosecha abundante, no debe plantarse en el mismo lugar durante más de dos años. De hecho, lo mejor es elegir una ubicación nueva cada año.
La zona donde se cultiva ajo no debe haber sido sembrada con cebollas ni patatas el año anterior. Deben transcurrir al menos cuatro años después del cultivo de estas hortalizas antes de poder sembrar ajo. Este es el tiempo que tarda el suelo en renovarse por completo. Se obtiene una mejor cosecha sembrando los dientes de ajo después de repollo, pepinos, remolachas, calabazas y leguminosas. Esto garantiza que el suelo se fertilice de forma óptima con materia orgánica tras estos cultivos. De esta manera, el cuidado de las plantas será mucho más sencillo y el riesgo de enfermedades se reducirá significativamente.
El bancal de ajos debe estar bien iluminado. De lo contrario, la cosecha consistirá en bulbos pequeños. La mejor solución es cultivar ajos en bancales separados y sin sombra. Estos bancales pueden ubicarse junto a arbustos de frutos rojos (frambuesas, grosellas, fresas y otras frutas del bosque) y hortalizas (patatas, zanahorias y pepinos). El ajo también se cultiva junto a flores como tulipanes, gladiolos y rosas. Esto protegerá eficazmente la planta de la mancha negra.
Elegir el suelo para plantar
Al preguntar cómo cultivar ajo, muchos coinciden en que la clave está en elegir el suelo adecuado. Si el suelo es deficiente en nutrientes, se añade un fertilizante complejo. En este caso, también se puede utilizar cloruro de potasio y superfosfatos (en proporción 1:4).
Abonar la tierra de tu huerto aumentará significativamente la cosecha. Aplica 5 kg de estiércol por metro cuadrado. Si tu suelo es pobre, puedes aumentar la cantidad de estiércol.
Los jardineros experimentados desaconsejan abusar del fertilizante, ya que el ajo no crece bien en suelos fértiles. Lo ideal es un suelo franco o arenoso, ligero y con un pH neutro. Un buen drenaje también es fundamental.
Por lo tanto, la respuesta a la pregunta "¿cómo obtener una buena cosecha de ajo?" siempre incluirá recomendaciones sobre la elección del suelo adecuado.
Cuidados posteriores a la siembra
Para obtener ajos de gran tamaño, el cultivo y el cuidado de la cosecha deben incluir todas las prácticas agrícolas necesarias. Se debe prestar especial atención al cuidado, ya que el resultado final depende directamente de ello.
El cuidado del ajo implica los siguientes pasos:
- riego;
- acolchado;
- aflojamiento;
- deshierbe;
- fertilizante superficial.
Este cultivo requiere riego ligero. Normalmente, se deben aplicar 10 litros de agua por metro cuadrado. El riego debe realizarse semanalmente. A medida que las plantas crecen y se desarrollan, se debe reducir el riego a 6-8 litros. Esto evita que los bulbos se pudran. Si el verano es lluvioso, se puede suspender el riego por completo. Unas dos semanas antes de la cosecha, se debe suspender el riego del todo.
Muchos jardineros principiantes se preguntan: "¿Cómo cuidar el ajo para evitar que se pudra?" Para prevenir la pudrición del bulbo, siga estas pautas de riego:
- La humectación del suelo debe realizarse regularmente;
- El riego es especialmente importante al inicio de la temporada de crecimiento, cuando el ajo apenas comienza a brotar. Posteriormente, para asegurar que las plantas crezcan al ritmo deseado, es necesario reducir gradualmente la cantidad de agua aplicada.
- Después de cada riego, afloje la tierra a una profundidad de 2-3 cm. Si se utiliza mantillo, no es necesario aflojarla.
Las variedades de invierno requieren más riego. En invierno, conviene cubrir los bancales con nieve. Para obtener una cosecha más abundante, se recomienda recolectar los tallos. Estos deben cortarse cuando alcancen los 5-8 cm.
El ajo cultivado en el jardín necesita ser fertilizado. La primera fertilización se realiza cuando la planta tiene varias hojas. En este caso, diluya una cucharada sopera colmada de urea en un cubo de agua. Para fertilizar un metro cuadrado de cultivo, utilice 5 litros de la solución preparada. También se puede utilizar una solución de excremento de pájaro (en proporción 1:12) y estiércol (en proporción 1:10) para la primera fertilización.
La segunda fertilización se realiza 14 días después de la primera. Para ello, prepare una solución compuesta por una cucharadita de urea, una cucharada de superfosfato doble y una cucharada de sulfato de potasio. También puede utilizarse una solución de cenizas (10 litros de agua y 200 g de cenizas).
El tercer y último abonado se realiza a finales de junio, cuando se están formando los bulbos, los tallos florales y los brotes de ajo. Para abonar las plantas, disuelva una cucharada de sulfato de potasio y dos cucharadas de superfosfato doble en un cubo de agua.
La aplicación de fertilizante debe combinarse con el riego. Entre fertilizaciones, esparza ceniza de madera sobre las plantas. Aplique una taza de fertilizante por metro cuadrado.
Los jardineros recomiendan usar paja como acolchado. Se aplica a los bancales cuando las plántulas alcanzan los 10-15 cm. La paja evita la evaporación de la humedad, por lo que se puede reducir la frecuencia de riego.
Los bancales de ajo necesitan deshierbarse periódicamente. Esto se hace a medida que crecen las malas hierbas.
Nota para los residentes de verano
Para obtener una abundante cosecha de ajo en tu jardín o huerto, necesitas conocer algunos de los detalles de su cultivo y cuidado. Los jardineros principiantes suelen cometer errores al no dominar aún todos los matices del cultivo del ajo. Para lograr los resultados deseados, el cultivo de ajo requiere las siguientes pautas:
- Los parterres no deben quedar cubiertos por la sombra de las plantas vecinas;
- Los tomates y los pimientos serán excelentes vecinos para este cultivo;
- Al plantar plántulas, es esencial respetar las reglas de rotación de cultivos;
- El ajo no debe plantarse en suelos ácidos. Para ajustar la acidez del suelo, agregue ceniza de madera o cal;
- Solo debe utilizarse material de plantación de alta calidad. Es especialmente importante seleccionarlo en función de las condiciones climáticas de la región de cultivo;
- Aflojar la tierra permitirá que la parte subterránea de las plantas reciba oxígeno. Sin él, el ajo comenzará a amarillear prematuramente. El aflojamiento se realiza tan pronto como aparezcan los primeros brotes, a una profundidad de 1-2 cm. Después, se cubre el terreno con mantillo y se fertiliza.
- Sin acolchado, la cosecha será escasa. El serrín o la turba pueden servir como acolchado;
- El riego se realiza cuando la tierra está seca. De lo contrario, la cosecha tendrá un sabor amargo;
- Evite plantaciones densas. Mantenga una separación de 10 cm entre plantas y de 20 cm entre hileras;
- Se recomienda separar los dientes de la cabeza inmediatamente antes de plantarlos;
- Los dientes de ajo se colocan en un hoyo previamente cavado. No los presione contra la tierra.
Ahora ya sabes cómo cultivar ajo en tu jardín para obtener una gran cosecha. Siguiendo técnicas agrícolas sencillas, cualquier jardinero puede lograr una cosecha de alta calidad de este cultivo.
Vídeo: Cómo obtener una abundante cosecha de ajo
Este vídeo te mostrará cómo cultivar una abundante cosecha de ajo.








