Selección y preparación del suelo para la siembra de ajo

Elegir el suelo adecuado es fundamental para el cultivo del ajo. Si se elige correctamente, se puede esperar una cosecha abundante. De lo contrario, todo el esfuerzo invertido en su cultivo habrá sido en vano.

Características del sustrato

Prepare el terreno para el ajo de invierno una semana y media antes de la siembra. Cave la tierra a una profundidad de 0,25 metros y afloje la capa superficial. Esto ayudará a oxigenar el suelo. Elimine todas las raíces de las malas hierbas. De lo contrario, brotarán en primavera y todo el bancal se cubrirá de hierba.

Es necesario excavar el suelo a una profundidad de 0,25 metros y aflojarlo.

Para asegurar una abundante cosecha de hortalizas, conviene abonar la tierra. Se puede usar humus, pero es mejor evitar el estiércol fresco. Además, se puede fertilizar con superfosfato, sal de potasio y nitrato de amonio. Después de añadir los nutrientes, riegue bien la tierra seca. Esto garantizará que esté húmeda y blanda antes de plantar. Esta es la tierra perfecta para que los bulbos sobrevivan bien al invierno.

Preparación del suelo

La tierra para el ajo de primavera debe prepararse a finales de otoño, y para el ajo de invierno, en los últimos diez días de agosto o principios de septiembre. Plantar la hortaliza antes del invierno es más conveniente, ya que reduce el trabajo de jardinería en primavera.

Los fertilizantes orgánicos (compost o humus) mejoran la fertilidad del suelo. Se debe añadir al menos un cubo de materia orgánica por unidad de superficie. Está terminantemente prohibido utilizar estiércol fresco como fertilizante.

La preparación de los bancales en otoño consiste en añadir un complejo mineral compuesto por partes iguales de superfosfato, nitrofosfato y ceniza de madera. Tratar el suelo con sulfato de cobre dos o tres días antes de plantar ayudará a desinfectarlo. La composición del suelo puede mejorarse añadiendo turba, arena o tierra franca. La elección del componente dependerá del tipo de suelo.

Para la siembra se utiliza el mejor material de semillas.

Para la mayoría de los cultivos hortícolas, incluido el ajo, regar la zona con una solución salina es beneficioso. Esto protegerá eficazmente el cultivo de las plagas. Si las plantas de ajo tardan en desarrollar follaje, conviene fertilizar el suelo con urea. Como alternativa, se pueden usar excrementos de aves o una solución de gordolobo. La fertilización debe realizarse tres veces cada dos semanas.

Para la siembra, utilice únicamente las mejores semillas, seleccionando y desechando los dientes de ajo dañados. Esto garantizará una cosecha abundante y sana.

Fertilizantes y abonos

Durante la preparación del terreno en otoño, se necesitan 3 kg de compost y humus, una cucharada de superfosfato, nitrofosfato y ceniza de madera. En primavera, se nivela el suelo preparado, se riega con una solución de sulfato de cobre y se cubre con una película opaca durante un par de días.

Conviene añadir nutrientes si la masa verde crece lentamente, y también cuando el tamaño de los bulbos se aproxima al de una nuez.

El suelo necesita ser fertilizado con fertilizantes minerales.

Formando un bancal

El ajo debe cultivarse en una zona seca y soleada donde la nieve no se acumule durante la primavera. Una zona permanentemente sombreada del jardín no es ideal. Asimismo, conviene evitar las zonas bajas donde la nieve se acumula durante largos periodos. Si no es posible encontrar el lugar perfecto para el ajo, considere la posibilidad de crear bancales elevados.

También deben tenerse en cuenta las reglas de rotación de cultivos. Como la mayoría de las plantas, el ajo no debe plantarse en el mismo lugar durante décadas. En primer lugar, esto puede contaminar el suelo. En segundo lugar, los insectos que se alimentan de ajo se acumularán en las capas profundas del suelo. Sus ataques reducen drásticamente la cantidad de cosechas y deterioran su calidad. El período ideal para cultivar ajo en un mismo lugar es de tres años.

Una de las mejores maneras de preparar un bancal para el ajo es plantar pepinos, repollo y legumbres en verano. Las patatas y las cebollas no son los mejores cultivos precursores del ajo.

Los suelos franco-arenosos y ligeros son ideales para el cultivo de ajo. Si el suelo es pesado y tiende a retener la humedad durante largos periodos, conviene añadir arena o arcilla expandida.

Crear un bancal de ajos en el jardín

Reglas para plantar ajo

Antes de plantar ajos, comprueba la estructura del suelo. No debe estar demasiado compacto, ya que esto puede dañar los dientes al presionarlos contra la tierra. En invierno, un suelo pesado puede empujar los ajos hacia la superficie, provocando que se congelen. En este caso, es recomendable añadir arena, turba y humus de bosque al suelo.

Abonar la tierra antes de plantar

Los suelos ligeros tampoco son la mejor opción para plantar ajo. Si los dientes se hunden al plantarlos, compacta suavemente la tierra con una tabla ancha.

El terreno debe prepararse con antelación. Por lo tanto, el día de la siembra, el primer paso es delimitar la zona. Se deben trazar surcos en la superficie del suelo, con una separación de 0,2 metros entre ellos. La distancia entre plantas debe ser de al menos 0,1 metros.

También se debe considerar la profundidad de siembra de los dientes de ajo. La distancia ideal entre la parte superior de la planta y la superficie del suelo es de 0,03 a 0,04 metros. Si la profundidad es excesiva, la cosecha será escasa; si es insuficiente, la planta se congelará. Después de la siembra, se debe regar abundantemente el semillero. De lo contrario, el suelo absorberá toda la humedad de las semillas.

Así pues, si quieres obtener una abundante cosecha de ajo, elige el lugar de plantación adecuado y asegúrate de preparar el sustrato con antelación.

Vídeo: Preparación del suelo para la siembra

Este vídeo te enseñará cómo preparar adecuadamente la tierra para la siembra.

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