Cómo regar correctamente las sandías en tierra abierta
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¿Con qué frecuencia debo regar una sandía?
Los melones son plantas que requieren mucho calor y luz solar. Solo prosperan a temperaturas elevadas: entre 22 y 25 °C en el aire y al menos 20 °C en el suelo. Por lo tanto, es fácil imaginar cómo su sistema radicular soporta tales temperaturas. Una sandía cultivada sin riego no puede formar frutos grandes y jugosos porque carece de la humedad necesaria. Si bien la mayoría de las sandías tienen raíces bastante profundas, requieren riego durante toda su temporada de crecimiento.
El riego es fundamental para las plántulas y plantas jóvenes, ya que sus raíces aún no se han desarrollado completamente. En esta etapa, se debe regar a diario hasta que las plantas comiencen a brotar y florecer. Posteriormente, cuando las guías cubran la tierra y esta no se seque tan rápido, riegue las sandías cuando la capa superior del suelo se seque. Después de la floración, las sandías cultivadas al aire libre solo necesitan ser regadas una vez por semana a razón de 7-8 litros por planta; esta cantidad de agua es suficiente para humedecer el suelo a una profundidad de 60 cm.
Si se cultivan melones a gran escala y no es posible regarlos con regularidad, se recomienda realizar al menos tres riegos abundantes en diferentes etapas del ciclo de cultivo: después del aclareo, durante la floración activa y al inicio de la maduración del fruto. Para retener la humedad en el suelo durante más tiempo, se recomienda cubrir los espacios entre las hileras con paja.
Una vez que los frutos alcanzan su peso máximo y comienzan a madurar, ya no se riegan, ya que el exceso de humedad provoca una disminución del contenido de azúcar.
Características y reglas de riego
Para obtener una buena cosecha de frutos grandes y dulces, es necesario saber cómo regar correctamente las sandías y los melones. Aquí tienes algunas reglas para regar los melones:
- Para el riego de sandías y melones solo se utiliza agua tibia (calentada a la temperatura ambiente o del suelo);
- Si el riego se realiza diariamente o 3-4 veces por semana, 3 litros de agua por planta son suficientes. Si el riego se realiza una vez por semana o con menos frecuencia, la cantidad de agua por planta debe ser de aproximadamente 7 litros;
- Durante la floración, el riego debe ser frecuente, pero no abundante; después de la floración, el lecho debe regarse con menos frecuencia, pero más abundantemente;
- Es mejor regar por la tarde para que el agua se evapore más lentamente;
- Es necesario verter agua debajo de la raíz, procurando no mojar el cuello de la raíz; esta condición es especialmente importante al cuidar melones;
- A los melones no les gusta que los rieguen ni la alta humedad ambiental, por lo que debe evitar mojar las hojas;
- El riego por goteo se considera ideal porque suministra a las plantas humedad de manera uniforme y exclusivamente en la zona radicular.
Existen diferencias en la forma de regar sandías y melones. Las sandías tienen raíces más profundas que los melones, por lo que requieren riegos abundantes pero poco frecuentes. Los melones tienen raíces más débiles y superficiales, por lo que requieren riegos más frecuentes, pero consumen menos agua. En ocasiones, durante periodos de calor extremo, los melones necesitan dos riegos al día: uno por la mañana y otro por la tarde. Antes de la floración, se riegan directamente en la raíz. Posteriormente, es mejor regar en pequeños surcos excavados entre las hileras.
Después de cada riego, asegúrese de aflojar la capa superior de la tierra para evitar que se endurezca. Haga lo mismo después de la lluvia. Dado que los melones requieren fertilizantes líquidos, conviene combinarlos con el riego. Ahora que sabe con qué frecuencia y cómo regar las sandías, no tendrá problemas para cultivar estas plantas delicadas y podrá disfrutar de las jugosas bayas de su propia cosecha.
Vídeo: Cómo regar sandías
Este vídeo te mostrará cómo regar correctamente las sandías.




